|14. Descubrimientos|

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Adara estaba en clase, totalmente ida y pensativa. Con temor. Era clase de cálculo, a Addy no le gustaban los números.

-Adara, ¿puedes darme este resultado?. -dijo el profesor Tatch luego de escribir una problemática en el pizarrón.

Adara reaccionó inmediatamente y vio el problema.

-Quinientos setenta y siete. -dijo desinteresada, y Milo lo había notado.
-Correcto... -dijo el profesor casi inexpresivo.

Al cabo de veinticinco minutos, la clase había terminado, al igual que el horario escolar. Eran las dos de la tarde y Adara ya planeaba dormir en su habitación. Justo antes de irse, sintió dolor en su sien.

-Adara, ¿te encuentras bien?. -el profesor Tatch se aproximó a Adara.
-No del todo. -dijo casi inaudible.
-¿Tienes mucha tarea que hacer hoy?. -preguntó buscando su mirada, Adara negó con la cabeza-. Acompañame, desde que llegaste tengo muchas ganas de conversar contigo. -el profesor tomó su mochila, la cual parecía mas como un bolso.

Adara sin dudarlo lo acompañó. Milo estaba sumamente interesado en Adara, en su pasado, en su conocimiento, en su poder, y claro, en ella, ¿quien no?. Todos miraban a Tatch y a Adara caminar juntos, no tardaron en salir rumores. Al llegar a la salida de Auradon, Addy notó que Milo iba camino a su auto, un jeep bastante curioso.

-¿Sucede algo?. -preguntó Milo sacando sus llaves.
-¿Esto no está mal?. -dijo dudosa, a lo cual Milo soltó una risita.
-Mmmh, créeme que han sucedido cosas peores aquí. Anda, te prometo que todo estará bien. -reacomodó sus grandes gafas y subió al auto, Adara hizo lo mismo-. Tengo una cabaña a diez minutos de aquí, no es mi casa, pero ahí tiendo a hacer mis investigaciones. -arrancó el auto.

Adara no entendía el porque el profesor Tatch hacía todo aquello. Al fin y al cabo solo era una alumna nueva.

Llegaron a la cabaña, parecía mas estar abandonada, casi oculta.

-Tranquila, no esta sucia o sin mantenimiento, le doy esta imagen para que tenga camuflaje. Eres la única que conoce este lugar. -dijo y golpeó la puerta, para que así apareciera un cerrojo muy curioso, Milo tomó su collar con una hermosa piedra del color de los ojos de Addy, y lo usó como llave.

La cabaña abrió. La casa no tenia interruptores ni focos, era a base de energía de Atlantis. La iluminación era tenue, las paredes de madera al igual que el suelo. Varios diplomas y fotografías colgaban de la pared, al igual que artesanías atlánticas.

-Anda, toma asiento. -señaló a un sofa marrón-. ¿Té de jazmín o de manzanilla?, creo que también tengo de hierbabuena, si, tengo de hierbabuena. -dijo alejandose, Adara escuchaba como abría una alacena y husmeaba en ella.
-Hierbabuena, por favor. -Adara se sentó en el sofá y escuchó los resortes.
-¿Azúcar?. -se escuchó desde el otro extremo de la cabaña.
-No gracias. -dijo con una risita.

Addy vio alrededor una vez mas, y una foto le causó curiosidad. Milo riendo al lado de una muy hermosa mujer de largo y blanco cabello, piel morena y ojos azul. Parecía de otro mundo, Adara se aproximó a la foto y la tomó en sus manos, instantáneamente sus ojos se llenaron de brillo azul y recibió una visión.

Atlantis

Cerró sus ojos rápidamente y dejó la foto sobre la mesa, regresó al sofá y se sentó. Le dolió la cabeza y sintió pesadez en su cuello.

-Té de hierbabuena a la orden. Personalmente me gusta mas el té de jazmín, pero hoy me apeteció la hierbabuena, y yo tampoco endulzo mi té, solo a veces con miel de abeja, pero ya no tengo mas. Traje galletas y panecillos. -Milo llegó a la sala con una bandeja plateada con las tazas de té y una tetera, ademas de dos platos pequeños con panecillos y galletas de mantequilla.
-Oh, gracias. -Adara reaccionó, Milo sirvió el té y le dio la taza a la chica.
-¿Galletas?. -decía Milo muy alegre.
-No, gracias profesor.
-Ay Adara, no me digas profesor fuera de la escuela. Dime Milo y ya.

Harry, y la pesadilla de Auradon《HarryHook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora