|24. Jolly Roger|

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Harry Hook, el pirata mas despiadado, cruel, misterioso y claro, el mas deseado y jóven ahora estaba a los pies de la criatura creada por un Dios.

Besó a Adara. Fue tan rápido su acercamiento que la chica se percató un par de segundos después. Este no era como su primer beso, Harry ahora era mas feroz, mas imponente, incluso intimidante, sus manos apretaban las caderas de la jóven contra las suyas, el solo pensar que debajo de aquella fina prenda no tenía nada que la cubriera lo volvía loco. Ambos cuerpos emanaban calor, ambos corazones latían con fuerza, y ambos deseaban tenerse para siempre.

Harry tenía una manera de besar tan deliciosa, su sabor era embriagante. Sus labios eran rápidos y ágiles, hacían que la respiración me faltara. Sus manos subieron a mi espalda, y tal acto provocó que la camisa se levantara un poco al nivel de mis glúteos, el frío hizo que mi piel se erizara, aunque no estaba segura si en verdad había sido eso o los salvajes labios del pirata frente a mi. Con mis manos, me aferré con mas fuerza a el tomándolo por el cabello, me separé dos segundos para poder respirar un poco, y Harry, quién no perdía el tiempo, mordió mi labio inferior causándome miles de sensaciones en el estomago y en la punta de mis pies; si pudiera definir aquel momento en el que Harry comenzó a besar mi cuello, lo definiría como "celestial", sus cálidos, suaves y húmedos labios recorrieron mi cuello hasta llegar a mi hombro, depositó un beso largo sobre el y regresó a mis labios. Di un pequeño salto, de manera que mis piernas se enroscaron en la cadera de Hook, enseguida llevo sus manos a mis glúteos, tocando mi piel desnuda y apretando con fuerza; puso mi espalda contra la pared, provocando un brusco ruido, no nos interesó en lo absoluto. Con su lengua acarició finamente mis labios, de manera rápida igual lo hizo con mi cuello de abajo hacia arriba, llegando a mi oreja, la cual mordió, yo no podía pensar con tantas sensaciones tan excitantes, solo podía ahogar mi jadeos. Pero no fue por mucho tiempo. Harry comenzó a levantar mi camisa, dejándome sentir su ropa contra mi desnudez. Eso tampoco duró mucho tiempo.

La puerta se abrió de golpe, y Harry soltó inmediatamente a Adara.

-¡Chicos!, ¡una emergencia!. -era Gil con la respiración agitada-. Tienen que venir ya. -dijo apresurado y corriendo de vuelta a la zona de arriba.

Ambos tenían la respiración agitada, se miraron a los ojos con una sonrisa, Harry estaba despeinado y Adara tenía las mejillas rosadas, ademas de sus labios rojos gracias a tal sesión de besos. Ambos rieron levemente y Harry mordió su labio con una sonrisa.

-Vamos. Y ponte mi chaqueta, tu cuerpo ya esta caliente y no queremos que se enfríe. -dijo y guiñó su ojo, para luego salir de la habitación sin mas.

¿Que había sido eso?, Adara sonrió para sus adentros y tomó la chaqueta del muchacho.

-Gil, ¿que suce... que hace eso aquí?. -escupió de mala gana el pirata al ver al costado de Gil.
-Harry, no la dañes... -dijo Gil con dulzura.
-¡Esa perra es una mentirosa!. -gritó Harry.

En efecto, al lado de Gil estaba Angelique de Arendelle, y no se explicaba el por que. Estaba atada al mástil de la embarcación.

-¡Sueltenme!. -jadeaba tratando de safarse.
-¿Como llegó aquí?. -preguntó Hook quien se aproximaba a la jóven.
-La vi intentando subir, claro, la reconocí pero no me explico el como llegó a la isla. -dijo Gil haciendo ademanes-. Encontré eso muy sospechoso y la tomé presa.
-Muy bien Gastonsito. -dijo Hook con encanto-. Ahora, ¿que quieres?. -habló con asco.
-Que me liberen de una buena vez. -dijo Angelique de mala gana.
-¡Ja!, primero te lanzo a los tiburones antes de dejarte escapar. -Hook clavó con fuerza su garfio al costado de Angelique-. Quiero la verdad.
-Y yo quiero ser libre. -dicho esto, Harry con furia rodeó el cuello de la chica con su mano, a punto de apretarlo hasta torcerlo.
-Esto no es un juego, corazón. -habló lleno de desesperanza y molestia, aquella chica se había ganado su odio.
-¡Harry detente!. -escucharon una voz femenina detrás suyo-. Harry, por favor...
-¡No te metas Adara!. -gruñó Harry sin despegar la mirada de Angelique-. De verdad que muero de ganas de ahorcarte hasta que tus ojos salgan de tu cabeza. -gruñó de nuevo y apretó con mas fuerza el cuello de la jóven-. Pero no será hoy. -dijo con burla y posicionó su labio inferior hacia abajo, haciendo una falsa cara de tristeza; soltó a la chica de golpe, haciendo que tomara aire enseguida de manera alterada.
-Gracias Adara. -apenas y pudo decir la castaña.
-Créeme que yo también te hubiera ahorcado, pero cumplo mis promesas.

Harry, y la pesadilla de Auradon《HarryHook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora