Inported Love [TERMINADA]

Desastre

Me desperté muy sobre saltada, por el sonido que emitía mi móvil...vi la pantalla con los ojos adormilados del sueño y solo atendí

*** Llamada***

-Hooolaa- con total desgano.

-Hola , Kelly... Tengo miedo- se podía sentir una voz triste y desesperada. Mire la pantalla y este contenía un número desconocido. - ¿Quién eres?

-Tengo hambre- casi llorando.

-Puta madre quien eres.- con total desespero.

-So... soy Matt... estamos en calle, sin comida, sin techo y sin dinero, una amable anciana, mexicana nos presto su móvil para llamarte... AYUDA!- Llorando. Mierda me lleva.

-¿Donde están?

-estamos en pe Sherman walabi 242, sidney- con una risa de fondo- En corea estamos boba.

-Ja ja ja que risa que me dan, saben qué hora es?- con indignación en mi tono.

-Sorry baby, es que tenemos la hora de Argentina y acá dice que, son las 4 p.m, pero como acá no hay sol, así que tal ¿si tu me dices?.

-Ok, por chistosos se joden- y corte la comunicación.

***FIN DE LLAMADA***

Me levante con pesadez en mi cuerpo, llame desde el corredor de mi Penhouse a mi compañera de convivencia Mila.

Mila es una joven de mi edad, que un día de lluvia la encontré totalmente empapada de agua llorando, ese día la invite entrar a mi casa,para darle muda seca y un café caliente, ella me contó toda su vida y decidí que viviera conmigo en la otra habitación.

-Mila, Mila... ¿estas despierta?- Por la hora seguro que si-

-See, ¿Qué pasa?- Me mata su cara a la madrugada despeinada toda somnolienta  con rasgos afroamericanos.

-Tengo problema, unos amigos de Argentina, pero están en la calle... si no te molesta ¿pueden venir?- con tono de suplica.

-Claro, Kelly es tu casa... ¿Dónde están?.

-No lo se, ya lo averiguo, alista tu auto.

Volví a llamar al numero.

***Llamada***

-Hola, ¿Quién habla?-Matt con la voz ronca y quebrantada.

-¿Dónde están que los vamos a buscar?

-Kelly, Te amo, te extrañe, perdóname.

-Ya cállate donde están.

-Estamos cerca de tu edificio de trabajo.

-Llénense a mi trabajo, y esperen ya vamos.

Sin esperar respuestas corte la comunicación y arrancamos hacia mi edificio de trabajo quedaba a diez minutos de mi penhouse, Mila conducía mientras yo desayunaba un café y una dona y me calzaba la falda y tacones, pasamos por un puesto de comida donde atendía una señora de mayor edad, con mucha dificultad pedí dos porciones de ramen para llevar y dos porciones de kimchi, a la velocidad de rápidos y furiosos llegamos a destino baje del automóvil arregle mi cabello, labial y ya era una diosa, a lo lejos los vi sentados en un escalón.