Ese día, Heather la paso metida en el despacho de Tanner. Keitan por el contrario, se encerró en su habitación hasta la cena con la típica excusa de "trabajo", la cual, solía ocupar muy a menudo últimamente y ni siquiera estaba seguro porque. Idiota, se reprendió a sí mismo. Por supuesto que lo sabía, pero era demasiado pendejo para admitirlo. Pero esa razón tenía nombre y apellido. Y sí, dormía justo en la habitación de a lado.
Estaba a punto de quedarse dormido cuando alguien llamo a su puerta. Parpadeo, se refregó los ojos y vislumbro a su tormento de ojos azules con medio cuerpo asomando por la puerta. ¿Él la había dejado abierta?— Sí ¿qué se te ofrece? —se golpeó mentalmente cuando la sonrisa de dientes blancos y labios rojos fue sustituida por una línea recta y cejo entre fruncido— La cena está servida —Keitan espero pacientemente un comentario subido de todo, pero eso no sucedió. Heather se dio la vuelta y se perdió sacudiendo las caderas escandalosamente de lado a lado. Se refregó una vez más el rostro. Debía relajarse. Apago la laptop y la dejo sobre la cama. Durante la cena, se mostró lejano en sus pensamientos, pero no podía negar que se moría de celos. Deseaba poder entrometer la silla entre Cappo y H, pero se negaba a ser tan ridículo.
Un poco de sobremesa y después un café negro y puro en el pórtico de la casa. Era una extraña, pero calurosa costumbre que Lenard había optado desde la llegada de Heather. Era como si deseara hacerla sentir en familia, lo cual, a vista de Keitan era un completo error. Cappo había quebrantado una de las leyes más importantes para la mafia, sino es que era, la más importante; se había encariñado con la pequeña niña de ojos azules.
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La cargo y no dio explicaciones a su compañero cuando la introdujo en el asiento trasero de la camioneta medio dormida medio despierta con su saco enredado en su maltratado cuerpo. Toto tampoco pregunto, la niña parecía perdida, su mirada lo estaba y Keitan... había escuchado los disparos de su arma, no era difícil averiguar lo sucedido en el callejón. Se detuvieron en un motel, uno demasiado alejado de la civilización para ser precisos. En algún momento de viaje la chiquilla se había quedado dormida, pero no fue desafío llevarla en brazos de nuevo. La deposito suavemente en la cama y no pudo evitar posar la mirada en los escuálidos brazos adornados con gigantescos hematomas, sus piernas no estaban mucho mejor, de echo tenía un rasguño en la pantorrilla derecha que aún sangraba considerablemente. Keitan cortó su propia camisa, la empapo con una jarra de agua a un lado de la cama y deslizo la tela entre sus piernas. El menudo cuerpo se tensó, abrió los ojos y se arrastró fuera del alcance del muchacho.
—¡Hey! Tranquila, solo soy yo —alzó las palmas a forma de conciliación, pero ni siquiera esto logro un movimiento de confianza en la de ojos azules— Estas sangrando —le señalo la pierna pegada al pecho— quería limpiarla, podría infectarse —sin siquiera parpadear Muñeca le cedió desconfiada su pierna derecha. K se entretuvo despojando la herida de piedrecillas y sangre seca. Eso tenía que habérselo echo durante el ataque de los dos gigantes, pero no los moretones, aquellos hematomas parecían llevar tiempo, semanas quizás. Sin darse cuenta, se vio acariciando el tobillo con delicadeza. A pesar de lo maltratada que se encontraba, así como lo delgada, su piel era tersa. Supuso que era parte del oficio. A ningún hombre le gustaba una mujer cubierta de... agito la cabeza y termino por alejarse cuando volvió a tensarse. Quizas ella lo sentía invadiendo su espacio personal.
La puerta se abrió en ese momento— Disculpa —Toto recibió una mala mirada, pero ni eso lo detuvo de entregar una bolsa negra y un mensaje que oculto al solo mover sus labios. Hadid los observó detenidamente, solo desviando la mirada cuando el rubio y más alto de ellos se volvió. Unos segundos después la puerta se cerró y Keitan le tendía la bolsa recién entregada— Mi compañero trajo algo de ropa para ti. El baño esta por allá, por si prefieres una ducha antes. Yo tengo un asunto pendiente, pero volveré antes de lo que piensas —ni siquiera la dio tiempo de asentir o preguntar, él simplemente se fue dejándola sola en la inmensidad de aquella habitación.
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HEY ANGEL [EN PAUSA IDEFINIDA]
Action❝Nunca pensó que podía amar tanto a otra persona o que temería tanto a perderla. ¿Así era como se sentían todos los enamorados? ¿Asustados de quedarse solos? ¿Era acaso una forma de vida inevitable cuando amas tan profundamente? ¿O solo de aquell...