»CHAPTER ELEVEN: BROKEN HEART.

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               El hospital era un sitio de película de terror: los pasillos largos y con una luz tan tenue que Heather creyó los directivos lo hacían a propósito; por todo aquello de las tenebrosas leyendas de hospitales embrujados. En las diferentes salas, de las diferentes plantas, vagaban de dos a tres personas que bien pudieron ser confundidas con almas en pena y las cuales por cierto no estaban demasiado lejos de estarlo; sufriendo desveladas y horas sin probar bocado, todo por asistir a sus enfermos tendidos calmos o agonizantes. Todo aquello en conjunto ponía los vellos de punta a Heather, quien se deslizaba sobre la baldosa blanca con los brazos alrededor de sí misma simulando una boa y la cabeza gacha. No fue necesario iniciar una búsqueda de información o secretaria, Keitan la estaba esperando en medio de la circunferencia de la sala terapia intensiva. Su brazo derecho contenido por un cabestrillo negro, mandíbula inflamada y un corte considerablemente profundo en la ceja izquierda.

Él no había mencionado el estar herido por teléfono, así que verlo tan maltratado la tomó por sorpresa. K se acercó al notar el descenso de velocidad. De cerca, los moratones eran distinguibles y causantes de un escalofrío en la espina dorsal de la ojiazul que a pesar de haber visto peores, no dejaba de provocarle un hueco de preocupación en la boca del estómago. Pero su orgullo era demasiado. Si K la quería lo más lejos posible, así se mantendría. Él captó su silencio, le indicó con la cabeza que lo siguiera y se introdujeron en una de las puertas esparcidas proporcionalmente de la sala. Lenard dormía profundamente, ella lo podía corroborar aún en la obscuridad gracias a su respiración acompasada y los suspiros que sus labios entreabiertos emanaban. Heather llegó hasta él sin ningún problema; las personas que eran como ella estaban entrenadas a andar cual gatos a plena madrugada. Se vio tomada a su mano antes de siquiera pensarlo y lo inspeccionó con la precaria luz de la Luna que se filtraba por las cortinas: no portaba heridas.

— ¿Qué fue lo que paso? —Para entonces Keitan se había posicionado a los pies de la cama, sus dedos apretados en el barandal de esta— Era todo una emboscada. Maksimilian sabía que iríamos. Lo tenía todo preparado. Toto está vivo, él fue el que nos traicionó —lo miró con el entrecejo fruncido. ¿Vivo? Ella había visto el cuerpo, la bala entre ceja y ceja. ¿Cómo...?— Maldito hijo de perra —.

Tanner se removió entre las sábanas y se llevó la mano libre al hombro derecho mientras se quejaba. H lo sostuvo hasta que el dolor pareció cesar— Ha sido así desde que lo trasladaron de la operación. Lo han mantenido sedado a pesar de que salió de peligro hace mucho tiempo. La extracción de la bala fue bien, la molestia vino después. El doctor mencionó que le hará los estudios pertinentes mañana cuando Lenard este descansado —miles de cosas pasaron por la cabeza de ella, ningún resultado lo suficientemente bueno para tranquilizarla. ¿Y sí había algo mal con Tanner? Alejó sus pesimistas pensamientos, no perdería la cordura fácilmente. A pesar de la insistencia de Keitan por que buscara dormir en un buen sofá, Heather se negó rotundamente a siquiera soltar la mano de aquel hombre. Así que la madrugada fue dura y larga para ella. Y no por el hecho de pasarla en vela, sino, por los malos recuerdos que inundaban su memoria.

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El terror era más que visible en sus gigantes ojos azules. Se movía impaciente en el asiento de copiloto y tenía sus nudillos blancos a causa de la fuerza que sus dedos ejercían sobre el saco una talla más amplia— ¿Esto no puede darte una vía alterna? —masculló impaciente, señalando el dispositivo GPS incrustado en la guantera del auto. La mujer a su lado apretó de tal manera el volante, que estos tronaron— Es imposible Hadid, aún las calles más recónditas de Atlanta están cerradas hasta el término del Carnaval. Debes calmarte, tus padres te necesitan estable —el nudo que ya habitaba en su garganta fue imposible de soportar.

HEY ANGEL [EN PAUSA IDEFINIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora