Ojos Ambar

Capítulo 3

-Kurt-

No puedo quitar la mirada de ella, se está arreglando desde tempano, pero solo hasta ahora permito que note mi presencia en la habitación de al frente, no quiero que llegue a pensar que soy un acosador <<!un momento! Que acabo de decir yo acosándola, ¡NO! Solo hago mi trabajo>>

Después de hacer mi último trabajo "acabar con Danko", el padre de esa joven, o bueno "Logan" así se hacía llamar en este mundo, me fue encomendada una nueva misión, normalmente no tengo quejas sobre lo que me piden hacer, pero en esta ocasión no estoy satisfecho.

Acab el máximo supremo en nuestro mundo se encontraba frustrado cuando le hice entrega de la sangre que extraje de Danko, no sé cuál era el objetivo que se escondía detrás de esa petición y debo admitir que ahora es una constante en mis pensamientos.... No puedo sacar de mi mente esa reunión frente al concejo.

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-¡Kurt! Cuando encontraste y acabaste con la vida de Danko ¿él se encontraba solo?- me preguntó mientras los ojos de los demás demonios miembros del concejo no me perdían vista.

-Así es Mi Señor! No estaba en compañía de ningún ser- sé que es mentira, él estaba acompañado de dos humanas, pero por alguna razón que no comprendo estoy haciendo caso la petición de protegerla, o al menos creo que por esa razón no doy detalles de ella.

- La muestra de sangre que has traído no ha servido, y eso solo nos deja una opción ¡Danko ha dejado un descendiente! Y es tu deber encontrarlo y traérmelo- De que está hablando...me está pidiendo que traiga a esa joven humana, eso quiere decir que ¿ella si es realmente hija de Danko?.

-Mi Señor le aseguro que no estaba en compañía de ningún otro demonio, y puedo decir que lo seguí bastante tiempo como para detallar que permanecía solo, y en las partes más marginadas de aquella ciudad- vuelvo a mentir!, mientras sigo en esa incomoda posición de sumiso que tanto odio, con una rodilla apoyada en el suelo y la cabeza en reverencia.

-No puedes asegurar que su descendiente sea un demonio, podríamos estar hablando de un hibrido en un intento por arruinar los planes de años, no lo diré una vez más, ¡encuentra el hijo de Danko y tráemelo!, no me importa donde tengas que buscar ni cuánto tiempo te lleve ¡ES UNA ORDEN!- me incorporo pausadamente y con gesto firme me encamino de nuevo al mundo de los humanos.

Antes de salir del todo vuelve a dirigirme la palabra –Asegúrate de traerlo con vida, si llega ser un hibrido una muestra de sangre no nos serviría, en ese caso es necesario extraerla en su totalidad!- vuelvo a darle una última mirada y asiento con la cabeza.

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Me es difícil aceptar que aquella joven sea mitad demonio, hasta donde tengo entendido los híbridos de nuestra especie suelen ser monstruos deformes, pero aquella chica que se esmera tanto en arreglarse no se compara en nada con mi idea de ¡Hibrido!, podría hasta asegurar que es bastante atractiva.

Pero aun así tengo que descartar que ella sea el objetivo de mi nueva misión, y no hay otra forma que observarla; al ser hibrida tendría la capacidad de usar en cierta proporción los poderes de los demonios, si los usara podría confirmarlo, aunque en esta semana que llevo vigilándola, solo me he encontrado con un humano más, común y corriente, << que detestable tener que estar pendiente de esa estúpida humana>>.

Mientras la observo me siento en el marco de la ventana de mi improvisada habitación, debe tener algún tipo de plan esta noche pues se está esmerando demasiado en su aspecto físico, el vestido que lleva puesto marca claramente su escultural cuerpo, tiene unas piernas largas y bien formadas, una cintura pequeña, y un buen busto, un cuerpo que muchas humanas estoy seguro envidiarían. Se acerca a su ventana con la intención de cerrarla o eso alcanzo a suponer, y entonces fija su mirada en mí, aunque sé que no debería dejar que se diera cuenta de mi presencia, no puedo evitarlo, solo unas contadas veces nuestras miradas se han encontrado, pero esta vez no la desvía, se queda mirándome fijamente y puedo apreciar en mas detalle como su cabello castaño marca su angelical rostro y resalta ese par de ojos ámbar que me miran con intensidad y curiosidad.