Eres tan lindo agustin bernasconi y tu♡

Cap 25: Hospital

Narras tu:

A pasado bastante tiempo, en este momento estoy en el hospital, eh estado dormida un buen rato y no me han informado nada de Dania.

¿Qué está pasando?
¿Por que no me puedo mover?
¿Acaso morí?

Escuchó unos murmullos que previenen del pasillo,también escuchó llantos de un bebé.

¿Qué estará pasando?

En un momento deje de escuchar los llantos de un bebé, estaba todo oscuro... no escuchaba nada a excepción de los latidos de mi corazón y mi respiración agitada, no sabía que hacer, estaba asustada, quería abrazar a Dania pero no me podía mover... estaba desesperada, ya estaba entrando en pánico.

De repente se escucho el sonido de una puerta abrirce, se sentían pasos, era el doctor junto a Agustín, los identifique por sus voces... pero ¿que dicen?... no les entiendo nada... me estaba esforzando por abrir los ojos... pero algo me lo impedía, deje de escuchar todo, ahora la imagen se estaba haciendo un poco clara, pude ver una sombra que venía acercándose hacia mi, era... mi abuela.

Mi abuela era muy sabía y me regaloneaba bastante, ella falleció dos semanas antes de su cumpleaños y durante un tiempo me aislaba de los demás, abuela siempre me ayudaba en lo que fuese... me daba demasiados consejos los que realmente si funcionaban.

Abuela: Hola mi pequeña

Tn: abuela, te e echado de menos -apenas pude pronunciar esas palabras llorando- me haces mucha falta.

Abuela: yo también hija, te vine a buscar.

Esperen ¿qué dijo? Me viene a buscar, no, no puedo morir ahora.

Tn: p-pero abuela, por favor todavía no... acabe de ser madre, que pasará con mi hija...

Abuela: te entiendo TN, pero no se si pueda hacerte durar más... has sufrido bastante y se que en el último tiempo has estado bien con tu novio, pero no quiero verte sufrir... además, igual morir las pronto...mira, Yo tube una enfermedad llamada cardiopatías, la que puede englobar a cualquier padecimiento del corazon o del resto del sistema cardiovascular. Cuando nació tu madre ella también la tubo, y cuando naciste tu... también la tuviste. Lo lamento hijita pero esa enfermedad que tienes es muy peligrosa... por eso cuando nació tu madre.. Yo mori 4 años después, tuviste suerte que cuando naciste tu madre no murió, pero ahora eres adulta y recién tubiste un hija, y lamentablemente me mandaron a decirte esto... se que es horrible, se como te sientes... lo lamento.

Tn: por favor abuela, sólo un poco más, por lo menos déjame estar un rato con mi hija y con mi novio... por favor -dije llorando a mares- s-solo...un p-oco...m-más...

Abuela: Esta bien, no puedo decirte que no al verte así hijita, te daré un tiempo más... te esperaré mi niña, te amo mucho.

Tn: y yo a ti abuela, te amo mucho más...

La imagen se fue aclarando mucho más hasta que vi una luz encima mío, empecé a abrir poco a poco los ojos y a mi lado estaba Agustín llorando, supuce que le habían dicho lo que me pasaba, de sólo pensarlo me corren lágrimas, puse mi mano en su cabellera y la acaricie, el levantó la mirada y sonrío con lágrimas en sus ojos.

A: tn?

Tn: Hola

A: Dios TN no vuelvas a asustarme asi, lo lamento mucho, de verdad lo lamento, tn...tu...

Tn: Lo sé... lo sé... tranquilo, todo estará bien... ahora quiero pase a tiempo contigo y la bebé... ¿ella está bien?

A: si, es muy bella igual que su madre... quieres que la traiga?

Tn: por favor

A: Esta bien -fue en dirección a la puerta y fue a buscarla, regreso en pocos minutos y me la paso- ves que es hermosa, hiciste un buen trabajo.

Tn: Lo lamento, lo lamento mucho.

A: no es tu culpa tn, tu dijiste todo estará bien y así será...

Tn: te amo!

A: yo más!

Estubimos todos los días junto a la bebé, nos divertimos juntos... Agustín hacia payasadas junto a la bebé, ella reír como loca... igual que yo, también comimos bastante... aunque siempre dejábamos todo sucio, todo fue divertido, pero ya no resistía más, los dolores eran más seguidos y más dolorosos, pero igual daba mi mayor esfuerzo para no demostrar como me sentía.

Lo lamento Agustin... pero ya no puedo más.

Le pedí a Agustín sí podía llamar a Carolina, Santiago y a mi madre, pues me quería despedir de las personas que estuvieron conmigo.