La piel de la memoria

Celos

Disclaimer: Los personajes son originalmente de Craig Bartlett, no soy dueña de ellos por eso el uso de los mismo es con un fin de entretenimiento.

Celos

Arnold no se consideraba una persona celosa, al contrario siempre fue un chico que trato de mantener en equilibrio sus emociones, o al menos eso paso hasta los trece años, incluso con Helga como su matona personal se jactaba de tener un registro limpio, salvo aquella vez donde le arrojo pintura, pero fuera de ello jamás perdió el control de sus emociones, no a los diez, pero si a los trece, todo comenzó a suceder después de que la chica ojiazul le confesara su amor en una azotea de Industrias Futuro, todo quedo de lado con un pacto en común "el calor del momento", pero en el fondo ambos sabían que no era así y sólo el paso del tiempo se en cargo de hacerlo notar.

Desde la confesión de Helga ella cambio poco a poco, no dejo de lado su lado duro pero se suavizo en otros aspectos, al menos con los chicos de su clase era más amable, incluso se volvió un poco más afeminada, un poco de rímel y pestañas enchinadas, se deshizo de su uniceja, usaba brillo labial y un poco de perfume, de hecho se volvió la protectora del grupo, pues esa era su forma de demostrar el que los quería e importaban, así fue consolidando su personalidad, un tanto misteriosa, seria pero con un corazón de oro, dejo que su lado intelectual y geek reluciera, después de todo nadie se atrevía a molestar a los puños de Pataki y sus amigos, sin saberlo se convertía en una chica atractiva para los niños de la escuela, pues era femenina sin empalagar, el hecho de que siguiera jugando beisbol y otros deportes de contacto con los niños le daba un plus, así lentamente fue dejando niños enamorados y sin saberlo uno de ellos era el rubio de cabeza de balón.

Helga seguía enamorada de Arnold pero aún no se atrevía a confesarse nuevamente, por eso decidió cambiar, primero para mostrarse a ella misma que podía ser una mejor persona, esos cambios se originaron en las visitas diarias con la Dra. Bliss, mientras más segura y cambios proyectaba las sesiones se redujeron a dos sesiones semanales, en ese tiempo Helga se volvió más fuerte emocional y psicológicamente, aunque aún se percibían huellas de sus problemas familiares ya no era presa de ellos, Phoebe siempre estuvo para ella y con el pasar del tiempo Arnold también se volvió cercano a ella, su obsesión fue disminuyendo para volverse un amor más sano, ahora eran mejores amigos y aunque aún no se sentía plena comenzaba a ser feliz.

A los once años Lila se volvió la novia oficial de Arnold, fue un duro golpe para ambos rubios Helga pensó en regresar a los viejos hábitos pero mostrándose madura y fuerte se aferró a su amistad pero se desahogaba en sus clases de AMM (recomendación de la Dra. Bliss para sacar sus frustraciones y volverse más disciplinada), Arnold por su parte sentía que algo no encajaba del todo lo que le resultaba frustrante porque al fin estaba con Lila, sin embargo varias veces se encontró suspirando mientras miraba a su mejor amiga rubia, al principio no le dio importancia así que siguió con su vida y amistad como si nada, citas y besos con Lila, tardes de película y risas con Helga. Una tarde mientras paseaba de la mano con Lila por el parque escucho la risa de Helga, pero no era cualquiera sino una de esas espontaneas que creyó sólo él escucharía, giro su cabeza para encontrar a la rubia abrazada al cuello de Rory mientras este le daba vueltas, Rory era compañero un compañero de AMM de Helga tenía catorce años , también rubio y con una construcción muscular que envidiaban muchos chicos; en cuanto los ojos de Arnold captaron la escena que se daba cerca del pequeño río que cruzaba el parque sintió un fuego que nacía de su estómago y se expandía por su cuerpo, le sensación le gritaba a Arnold moviera sus manos en puños y tuviera la necesidad de golpear la sonrisa de Rory, sólo Lila lo movió de su trance mientras tomaba otra vez su mano y salían del parque, después de ese día Helga y Rory eran novios, su noviazgo al igual que el de Arnold y Lila sólo duro un año, al final ambos rubios se cansaron de la sensación de vacío que experimentaban, sin saberlo ambos habían llegado a estar a la misma altura de su amor.