Escapando contigo

Diez

-¡Llegue!

No hay nadie al parecer, eran casi las 8 de la noche y Bruno debe llegar a las 8 exactamente así que lo esperaré.

Logré hacer las compras en el regreso y me quedó lo exacto para pagar la renta y la pague cuando llegue pero ahora no tengo dinero. Aun así mañana buscare empleo o tendré que volver a limpiar casas, solo necesito hacer dinero de alguna forma.

Cuando por fin llego Bruno no sentamos a comer juntos ya que ninguno había comido nada en todo el día excepto por un pequeño pedazo de pan que desayune yo.

-Tony...¿Hiciste las compras?

-Eh...si...yo salí a comprar comida y de paso pague la renta.

-¿Te quedó dinero?.

-...no

-Hmm...

-No te molestes además mañana tengo que ir a buscar empleo, eso fue lo que acordamos-Dije al final bajando mi cabeza-

-Ya se, ya lo se. ¿Algo más de tu día?

-Buenoo...yo-No sabía si contarle pero yo confiaba mucho en el y debía saber lo que hacía así que decidí contarle-Salve a una chica de ser violada...

-¡Dios!Tony, tú haces muchas cosas locas.

-Jajaja, lo se lo se...y eso te encanta-Dije haciendo una cara graciosa-

Le resumí la historia y al final vi en sus ojos la mismas ganas mías de matar a ese maldito policía de mierda.

Terminamos de cenar y me puse a limpiar la mesa cuando el se acuesta y se duerme tan rápido que no me pareció que fuera la misma persona, el adoraba quedarse despierto hasta las 4 o 5 de la mañana cuando estábamos en Canadá, pero lo entendía, estaba muy cansado.

Me acosté media hora después de él ya que me había quedado limpiando un poco y arreglando nuestra ropa sucia para que él mañana la lavara en la lavandería del edificio, que era gratis. No era justo dejarle cosas que hacer pero ya nos habíamos divido los oficios antes y si un día uno de los dos no podía lo haría otro día.

-Bru...-Su abrazo me interrumpió-

-Duerme.

Me quede dormida envuelta en sus mínimamente musculosos y tibios brazos. Era la mejor sensación de todas. Otra vez...todo era simplemente perfecto.