hickeys ☯ lrh (actualizaciones lentas)

18

Altea p.o.v

Cada hora se me hace más eterna. Por lo que pude intuir han pasado mas de 5 horas desde mi encuentro con Michael y todavía no he recibido noticias sobre él. Quien sí ha venido a verme es el chico joven que me trae la comida. Viene de vez en cuando y me pregunta cosas sobre mí, como intentando conocerme, intentando entablar una amistad conmigo. Creo que intenta algo, no sé si es sacarme información, ayudarme, no lo sé. Cada vez que puede viene me trae algún bollito de comida y no las patatas rancias que me suelen traer, aunque de ninguna manera consigue que coma nada. A lo mejor es una nueva estrategia, hacerme sentir "cómoda" aquí encerrada. Mi cabeza no para de pensar en Luke, le echo tanto de menos, en si estará bien sin mí, qué está pasando fuera de aquí. Necesito un poco de aire fresco, ver la luz del día o simplemente salir a la calle. Mi respiración se comienza a hacer pesada. Consigo tranquilizarme a duras penas. Lo último que necesitaba era un ataque de pánico ahora mismo.

"Oye, ¿podemos hablar?" dijo el muchacho con una leve sonrisa en la cara.

"¿Tengo otra opción?" conteste suavemente. El cerró la puerta detrás suyo, no sin antes comprobar que nadie había escuchando a través de la puerta.

"Quiero decirte que siento las cosas que te dije el otro día, yo no quería enseñarte esas fotos. Sabíamos que te iban a hacer daño. Me vas a tomar por loco. No quiero hacerte daño, yo..." se le entrecortó la voz. Parecía que iba a decir algo que llevaba con ello atorado dentro desde hace mucho. "yo, al igual que tú quiero escapar de aquí, esto no es solo un infierno para ti, lo es para la mayoría de los que estamos aquí abajo. Y ver que estás aquí encerrada, por querer a alguien, no es justo."

"No sé que decir, aprecio mucho tu palabras, pero no creo que me ayuden de mucho."

Un gran estruendo se escuchó. Me levanté y fui hacía la puerta de la habitación en la que estaba e intenté abrirla. Era el momento para escapar, con el ruido era mi oportunidad. El chico abrió un armario escondido que había en la habitación.

"Deprisa, no tenemos mucho tiempo. Cámbiate de ropa. Yo vuelvo en 2 minutos." Yo cogí una mochila que me estaba lanzando. "Altea, no te vayas con nadie, quédate aquí, recuerda quienes estamos de tu parte. No te queda nada para volver a ver la luz del sol." Yo estaba flipando un poco. No entendía nada. No sabía porque este chico, me decía estas cosas. ¿De qué me estaba hablando? ¿Qué esta de mi parte desde cuándo? Hice lo que él me dijo. En la mochila había unos pantalones pitillos negros, unas botas militares {n/a: unas dr. martens para que os hagáis una idea.} y una sudadera negra con capucha. Me lo puse todo intentando taparme lo máximo posible para que no se me reconociera.Volví a meter la mano en la mochila, había algo dentro. Palpé el fondo y encontré una pistola, una 9 milímetros. Comprobé si era real y estaba cargada y en efecto así era.  Me escondí lo mas que pude entre las paredes de la habitación, con la poca luz que había en la habitación con suerte me camuflaría. El ruido de golpes, gente peleando se acercaba cada vez más. Le puse el seguro a la pistola y seguí agazapada.

"Altea sal, corre, no hay tiempo." El chico me volvió a hablar desde del marco de la puerta. Tenía cara de asustado. Salí con la pistola entre las manos, medio escondiéndola. "Yo te cubro, y te voy guiando. Ve hacia la derecha." Nos pusimos espalda contra espalda. Yo asentí entendiendo lo que me había dicho. "Sigue recto, corre." Nos acercábamos al sitio del que se emitían todos los estruendos, sonidos de disparos, golpes, gente agonizando. Pero en mi cabeza todo eso no importaba, en mi cabeza solo estaba el pensamiento de Luke y de que ojalá no este metido en este follón. Solo podía pensar en si estaría bien.

"Agáchate. Rápido." Llegamos a una sala que parecía una batalla campal, bueno lo parecía porque lo era. "Tienes que cruzar por aquí en medio, hasta la luz roja, ¿la ves?" Miré hacia donde tenía que ir, y vi todo, y ahí empecé a ser consciente de dónde estaba, de la persona que era mi mejor amigo, de todas las cosas que había hecho y de cuantas vidas había destrozado. "Necesito que me contestes Altea." Asentí mirándole. En esos momentos no podía articular ninguna palabra. "Tienes que cruzar tú sola, entiendes, yo estaré cubriéndote, y al otro lado de la puerta Calum estará esperándote."

"¿Lo conoces?" dije como pude.

"Sí, pero ahora no es momento de preguntarnos si tenemos más amigos en común." Cogió mis manos, sobre las cuales estaba la pistola que había en la mochila. "Si tienes que hacerlo, hazlo, da igual, tú antes que ellos, no dudes en disparar. Verás caras conocidas, pero da igual, tu dispara. Tienes que prometerme que lo harás, Altea prométemelo."

"S-Sí, lo haré, de verdad." Di un último vistazo a la sal, trazando recorridos por mi mente.

"Sal, ve recto, para que yo pueda cubrirte, tápate la cara, todo el mundo sabe quien eres y si te descubren volverás al sitio de donde hemos venido y yo ya no podré ayudarte." Le di un abrazo y le susurré un gracias al oído. "Corre Altea, nos vemos fuera." Mis piernas actuaron por si solas, salí de nuestro escondite, apuntando con la pistola a quien se me acercase, no sabía si iba a ser capaz de hacerlo. Él me lo advirtió que vería caras conocidas, antiguos compañeros de instituto estaban tendidos en el suelo, muertos.  Millones de sentimientos y emociones se amontonaban en mi pecho, pero era incapaz de parar, solo veía la salida y no veía nada más. Alguien me cogió del brazo y tiro de mi hace atrás.

"¡Todo esto es por tu culpa pequeña zorra!" el chico que venía de vez en cuando al bar me estaba sujetando y tenía el puño levantado con intención de pegarme, no se cómo saque fuerzas y le metí una patada en la boca del estómago que le echó hacia atrás y me soltó. Salí corriendo lo más rápido que pude. Llegué a la puerta, aún no sé cómo y la abrí. El sol bañaba mi piel desde hace demasiado tiempo, lloraba de felicidad. Vi a Calum y corrí hacia él, nunca pensé que me alegraría tanto de verle.

"Gracias de verdad"

"Tranquila ya estás a salvo."

"¿Dónde está?" dije mirando hacia todos los lados.

"Está bien, pero no está aquí por seguridad. Ahora te llevo con él."