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"Por fin, Altea, por fin estas aquí." Luke me susurraba mientras me besaba, y como había echado de menos esos labios. No estaba siendo para nada consciente de la situación que me estaba tocando vivir, como si fuese una película mala que nadie va al cine a verla, pero yo había decidido verla. De repente noté como se mojaba mi mejilla, abrí los ojos y vi que Luke estaba llorando.

"Oh no, Luke por favor no llores, ya ha pasado todo y estoy bien." Mis ojos se estaban llenando de lágrimas también. "Estoy aquí contigo."

"Lo sé, es solo que ha sido tanto tiempo sin saber cómo estabas, si te habían hecho algo. Me he pasado noches mirando el móvil pensando que en algún momento aparecería tu nombre y escucharía tu voz." Yo estaba deshecha en lágrimas, no me merecía a este chico.

"Siento romper este momento tan bonito, pero Luke tienes que entender el procedimiento ahora." Calum se pronunció entre nosotros.

"¿Procedimiento?" pregunté yo.

"Si, debería habértelo dicho en el coche pero necesitabas descansar. Vamos a llevarte a un hospital a que te hagan un reconocimiento, para ver que no te han hecho nada físicamente." Yo asentí con la cabeza. "Te harán un examen psicológico también, para ver cómo te ha afectado. Y si tienes algún daño, la policía y el hospital presentaran los cargos contra Michael y su organización." Mi respiración se cortó en cuanto escuché su nombre, y Luke por su parte no hacía más que darme apretones en la mano para darme ánimos. "También tendrás que testificar ante la policía, si quieres y mis superiores están de acuerdo, yo seré el que esté a cargo de tu testimonio; y también tendrás que hacerlo en un juicio, con él presente. Si tienes algún problema con ello."

"No." Conteste decidida. "Bastante me ha quitado ya. No quiero tenerle miedo."

"Vale, me parece muy valiente por tu parte, pero si no quieres verle solo tienes que decirlo. ¿Empezamos?" dijo Calum.

"Sí" dije con una sonrisa en la boca. Miré a Luke, el cual tenía una mueca de desagrado. Subimos al coche para ir hacia el hospital. No abrió la boca en todo el trayecto. Calum iba conduciendo y de copiloto estaba una agente, hablando alegremente. Luke no se separaba de mí, estaba constantemente repartiendo caricias por mi pelo, mis brazos y mi cuello, esto último me estaba volviendo loca. Lo miré con deseo, con esa mirada que solo guardo para él.

"Altea, no es el momento." Susurro en mi oído.

"Lo sé, pero no me importa." Dije en medio de un beso. Sus manos estaban en mi abdomen y comenzaron a bajar, por mi parte yo puse mi chaqueta por encima de ambos, tapándonos como si fuese una manta.

"¿Estas segura?" me encantaba escuchar su voz a tan solo milímetros de mi piel. Mientras decía esto empezó a repartir besos húmedos por mi cuello.

"Si daddy" me revolví entre sus brazos, mientras él metía su mano por mi pantalón. Mi mirada chocó con la suya, que se había tornado en un gris oscuro. Mi mano se dirigió a su cuello, para hacer chocar nuestros labios otra vez; su mano, sin embargo, ya estaba acariciando mi clítoris como si fuese lo más común del mundo.

"No hagas ruido." Yo que no había emitido ningún sonido aún lo miré desafiante, mi mano que seguía en su cuello, bajó lentamente llegando hasta su miembro el cual apreté y comencé a masajear. A Luke se le escapó un pequeño gruñido.

"¿Decías?" lo miré con una sonrisa juguetona.

"Nada nada." Cambió el ritmo de sus roces y pasaron a ser algo más que roces, empezaron a ser oleadas de placer. De repente su mano salió de mi pantalón, sacándome del mejor momento que había vivido en meses. Miré por la ventanilla y vi que habíamos llegado al hospital. Me incorporé intentando aparentar normalidad.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2020 ⏰

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