hickeys ☯ lrh (actualizaciones lentas)

02

Las persianas ya estaban bajadas y el cierre puesto. Se encontraba sentada en una de las mesas, tamborileando sus dedos sobre la madera, nerviosa, con las piernas entre cruzadas.

"Altea." Luke la llamo desde el despacho.

"¿Sí? " contestó ella con miedo. Escuchaba el sonido de cajones abrir y cerrar y ella ya temía que Luke estuviese preparando su finiquito.

"Los clientes de hoy." Luke salió del despacho y de metió algo en el bolsillo trasero. "Sabes que nunca pongo una queja sobre ti." Luke cogió la mano de Altea y la levantó de su asiento.

"En mi defensa he de decir que ese cliente me estaba tratando fatal y no iba a dejar que me pisotease." Ella estaba nerviosa. Temía que esta cercanía con su jefe la hiciese perder los nervios y también su trabajo.

"Lo sé, Calum, el chico que te habló mal es mi amigo." Luke la sonrió son suficiencia. Todavía no había soltado la mano de ella y ya tenía preparada su otra mano libre para su próximo movimiento.

"No- no lo comprendo." ella nerviosa tartamudeó, la cercanía, sus manos juntas y que estuviesen solos con el cierre echado no ayudaba a que la sensación de humedad de su entrepierna se calmase.

"Era una trampa querida Altea. Quería ver como reaccionabas a su coqueteo, quería asegurarme de que eres solo mía." La mano libre de Luke fue directa al trasero de Altea, dándole una cachetada y después apretándolo fuertemente. A su vez ella gimió ruidosamente en el oído de él, excitándolo.

"Altea, por si no te has dado cuenta aún, te deseo." Luke subió a Altea a la mesa para que estuvieran a la misma altura {n/a: luke la jirafa siempre en nuestro corazón}. Las manos de él fueron hasta los costados de ella, viajando por el torso de ella hasta llegar a sus pechos. Los ojos azules de Luke la penetraban intensamente, como si pudiese ver a través de ella y Altea apenas podía mirarle a los ojos.

"No seas tímida. No conmigo por favor." Su mano fue hasta la barbilla de ella, levantándola la mirada.

Ella decidió, decidió que esta vez iba a dar ella el paso, que no se iba a quedar atrás y de repente lo besó. Lo besó con tantas ganas que la consumía por dentro y se sentía exhausta. Luke retiró la camiseta de Altea y la tiró por algún sitio de su bar, y de seguido se quitó la suya.

"Quiero que sientas lo que tú me haces sentir, porque me vuelves loco." Las piernas de Altea estaban abiertas igual que sus ojos cuando Luke pronunció esas palabras y él chocó sus entrepiernas, haciendo que Altea echase su cabeza hacia atrás mordiendo su labio y su mejilla. Los dedos de él fueron hacia la feminidad de ella frotándola y a la vez con su dedo pulgar hacía círculos alrededor de su clítoris. Altea rodeó el cuello de él con sus brazos acercándolo a ella para volverlo a besar, volver a sentir sus lenguas chocar con pasión.

"¿Te gusta esto verdad?" Luke se separó y la preguntó viendo como Altea se retorcía de placer.

"S-sí." A ella ya la costaba articular.

"Cuando estemos haciendo esto." Luke le susurró. "Quiero que me llames daddy, así que repetiré la pregunta, ¿te gusta esto verdad?"

"Sí daddy." Altea no pudo más y sintió como el orgasmo la invadía y se dejó llevar por el roce de Luke.