Nightmares |CupheadXMugman|

17.

3ra persona pov

     Todo lo que se necesito fue un baño de agua caliente y un par de pijamas calientitas para quitarle el frío al par de tazas que anteriormente habían estado empapadas con la fría agua de la lluvia. Las tazas se encontraban sentadas en la sala teniendo una pequeña charla con la tetera que se mecía en la antigua butaca, cada vez que se mecía se podía escuchar el rechinar de esta, la cual era acompañada por el acogedor sonido que hacía la fogata que a estos momentos estaba por apagarse.

     La tetera soltó un bostezo antes de mirar el gran reloj, viendo como este marcaba las 10 pm. El mayor sonrió antes de mirar a sus dos nietos. El tiempo volaba cuando estaba con ese par de tazas, extrañaba pasar tiempo con ellos, pero ya eran un par de adultos y él no era nadie como para detener sus vidas.

      —Bueno muchachos ya deberían de ir a dormir, me imagino que mañana tendrán otro día de trabajo ¿no?— dijo la tetera mientras se levantaba de la butaca con la ayuda de su confiable bastón. Las dos tazas soltaron un gran "aww" en señal de que no querían acostarse aún. La tetera rodó sus ojos con una sonrisa presente pues sabía que sus dos nietos no han cambiado en nada. —a la cama— dijo la tetera con una sonrisa divertida.

     —¡Eres taza rota!— grito Mugman mientras empujaba a Cuphead y tomaba la oportunidad para levantarse y correr por las escaleras a la segunda planta. —¡Tramposo!— grito Cuphead mientras se levantaba y lo seguía. La tetera mayor no pudo evitar el reír mientras admiraba lo infantiles que podían llegar a ser esas dos tazas.

     [...]

      Cuphead despertó soltando un bostezo mientras miraba alrededor de la habitación notando que aún estaba obscuro. Este froto uno de sus ojos para así mirar el reloj que colgaba de la pared solo para ver que apenas eran las dos de la madrugada. Este soltó un bufido mientras se volteaba en su antigua cama para así ver la cama que estaba al otro lado de la habitación, esa era la antigua cama de Mugman. Asiento es,ambas tazas solían compartir cuarto. Cuphead sonrió al pensar que tal vez podría escabullirse a la cama del menor y así dormir con él, nadie se enterara y si la tetera los descubre entonces podría decir que Mugs aún le tiene miedo a los truenos y relámpagos. Simple como eso.

     Sin pensarlo tanto se quito las sábanas de encima para así caminar de puntillas al otro lado de la habitación donde tomo la sabana de Mugman, levantándola lentamente solo para encontrarse con un par de almohadas. —¿Pero que...?— cuestiono Cuphead en voz alta mientras movía las almohadas solo para ver que la cama estaba vacía. El mayor soltó la sabana y miro alrededor de la habitación. Definitivamente no estaba en su cama... ¡Tal vez fue al baño! A todos nos da deseo de ir al baño a media noche ¿Verdad?

     Cuphead sonrió con malicia al ver la oportunidad de poder asustar al menor. Sin pensarlo mucho salió de la habitación para así dirigirse al baño solo para ver que la luz de esta estaba apagada al igual que la puerta estaba abierta... ¿Que tal si esta en la cocina? Es otra probabilidad ¿no?

     Algo confuso decidió bajar las escaleras a la primera planta donde asomo su rostro en la cocina solo para verla vacía, este hizo la misma acción en la sala solo para ver que estaba como la dejaron. —¿Mugman?— llamo Cuphead en un murmuró mientras miraba alrededor de la primera planta. Cuphead se tomó unos minutos en inspeccionar la casa solo para no encontrar a su hermano. El mayor se empezó a preocupar. No podría estar afuera bajo la tormenta ¿verdad?

     Claro que estaba afuera. El menor se encontraba caminando bajo la lluvia, ya saben a donde. El casino. —Estúpido diablo... Siempre termina metiendose en mi cabeza... Y yo de buen idiota le hago casó— se murmuraba a sí mismo el menor mientras caminaba lo más rápido que podía usando un suéter que parecía no cubrirlo del todo. Como a dicho muchas veces antes, solo irá a ver de que se trata esta "catástrofe" nada más. Tal vez sea sensible pero no idiota... O almenos eso es lo que él pensaba de si mismo.

     El menor levantó su mirada logrando ver el casino tan solo debía pasar por la última casa roja con forma de dado y logrará llegar a aquel lujoso lugar donde el alcohol, el cigarro y las risas reinaban. —bueno, ya no hay vuelta atrás— se murmuró a sí mismo la taza antes de aproximarse al gran dado rojo donde entró sin ningún problema. En el interior logró encontrarse con el rey dado, o mejor dicho King dice.

     El dado soltó una carcajada al ver la presencia de la taza azulada. —vaya, veo que si tienes la valentía para venir por aquí— dijo el dado de puntos morados con una sonrisa algo burlona. Mugman  tan solo lo miro con seriedad e irritación a lo que el dado volvió a reír. —Oh, adelante, el jefe ya lo espera— dijo el dado mientras se hechaba a un lado para dejar que la taza se adentre al territorio del casino.

     Sin pensarlo más el menor paso por aquellas puertas quedando frente al casino. Llegar a la oficina del demonio no tomó mucho, pues todos sabemos donde queda. El menor soltó un largo y pesado suspiro antes de tocar a la alta puerta. Segundos después se escucho un gruñido del interior. —Será mejor que esto sea importante— decía el demonio de pelaje negro y alborotado mientras abría la puerta con una expresión de furia, pero esa expresión cambió al ver a la diminuta taza que se encontraba empapada en sus pies.

     [quiero aclarar que en esta historia el diablo es como un gigante de alto, a lo que Mugman apenas y le llega a las rodillas(? :'U no me jusgen(???]

     —Vaya, vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí— tarareo el diablo mientras quitaba el cigarro que estaba anteriormente posado entre sus labios. —Adelanté— dijo el diablo mientras se retiraba a un costado para permitirle el paso a la taza. Mugman lo miro por unos largos segundos antes de entrar a la oficina sin decir una simple palabra.

      Esta será una conversación interesante...

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Mugman solo quiere ser valiente y dejar de ser un llorón (??? :V