Nightmares |CupheadXMugman|

28. Final

3ra persona pov

      Un jadeo entró por sus labios mientras quedaba sentado. Su respiración estaba acelerada ante el repentino despertar. Su mente corría a mil millas por hora, no podía procesar lo que acababa de suceder. Este miró su alrededor notando que estaba sobre el césped, al lado de un tipo de colina. Su mirada se detuvo al ver el casino a la distancia entre las montañas lejanas... En llamas.

     Su mirada volvió a recorrer sus alrededor notando otro cuerpo tirado. —Mugman— murmuró la taza con una voz rasposa. El mayor gateo, trato de levantarse, pero solo tropezó aún que eso no detuvo sus actos para llegar al cuerpo de su hermano. —Mugman, Mugman despierta— llamó el mayor mientras quedaba de rodillas a un costado del cuerpo del menor. Rápidamente tomó los hombros del menor y lo meneo, pero este no reacciono. Por instinto tomo la mano que no estaba lastimada y poso sus dedos en su muñeca en busca de un pulso, pero no recibió ninguno. En un acto de pánico reviso por segunda vez, pero esta vez buscando un pulso en el cuello del contrario. Nuevamente fue recibido por la soledad del cuerpo.

      —¡Mugman!— exclamó Cuphead antes de posar ambas de sus manos en el pecho del menor y empezar a hacer presión sobre esta para así tratar de rehabilitar el corazón del menor. —¡Maldición despierta, no es divertido!— exclamó mientras trataba de contener las lágrimas que se asomaban en su rostro. No acababa de pasar por todo eso para dejar que el menor muriera. ¡No, claro que no!

      El mayor dejo escapar un sollozo antes de detenerse y limpiar sus lágrimas con la manga de su arruinado esmoquin —¡Despierta!— exclamó antes de volver a hacer presiones rítmicas sobre el pecho de Mugman.

     Un jadeo fue todo lo que necesito para así poder dejarse caer hacia atrás y quedar sentado. El menor empezó a respirar temblorosamente mientras que su mirada se movía a todos lados. —Dios...— murmuró Cuphead mientras volvía a pasar las mangas de su esmoquin por su rostro tratando de remover sus lágrimas que se resbalaban por sus mejillas.

      Mugman trató de sentarse, pero había sido recibido por el dolor, aun que no era el único ya que hasta Cuphead se sentía adolorido. —¿Estas bien? ¿Puedes respirar bien?— Cuestiono Cuphead mientras volvía a tomar los hombros de su hermano que lo miraba con asombro y desconcentracion. —S.. sí, eso creo— murmuró el menor con una voz quebrada, su mente estaba luchando por recordar con exactitud lo que acababa de pasar.

       Cuphead se quedó mirando sus ojos azules por unos largos segundos antes de soltar un sollozo y sonreír para así abrazar al menor con fuerza. Mugman se tenso ante el abrazo, pero no dudo en responder a los pocos segundos. —Lo vencimos Mugman, lo hemos vencido— murmuró el mayor con una gran sonrisa en su rostro. Habían logrado vencer al desquiciado diablo y había logrado salvar a su hermano ¿Que más podía pedir?

      Mugman proceso aquella oración por varios segundos antes de sentir como sus ojos se cristalizaron. Este abrazo al mayor con más fuerza para así dejar caer algunas lágrimas. Ya no tendrían que lidiar con el diablo por más tiempo, al fin eran libres de él y lo mejor era que ambos estaban vivos. Tal vez no sanos y salvo, pero estaban vivos y eso era mejor que nada.

      —Ya no tendremos que lidear con el o sus estúpidos juegos— murmuró Cuphead mientras se separaba del abrazo y así juntaba su frente con la del menor. —ya no más dramas innecesarios o pesadillas— Murmuró el mayor para así escuchar una risa proviniente del menor. —Gracias, Gracias, Gracias, mil gracias— murmuraba Mugman mientras ponía ambas sus manos sobre las manos del mayor que ahora se encontraban en sus mejillas.

      Si no fuera por Cuphead ahora mismo estaría lidiando con el diablo por si solo, lo cual era una muerte instantánea, pero ahora podía continuar con su vida. Podía estar al lado de su hermano, del amor de su vida. Podía ser feliz.

       Ambos permanecieron en silencio soltando varias lágrimas que representaban la alegría y victoria que los cubría. Habían acabado de cumplir algo que para otros hubiera sido imposible.

       Lentamente se alejaron quedando sentados en el césped de la colina en la que se encontraban tirados, mirando el humo que salía del edificio distante. —¿Ahora que?...— murmuró Cuphead sin saber que hacer, claro sabía que tenían que regresar a casa, desinfectar sus heridas y verdarlas, pero ¿Que harán después de eso?

      —No lo sé...— respondió Mugman antes de tomar la mano del mayor y entrelazar sus dedos. —Esperar a ver lo que el destino nos tiene preparado— sugirió Mugman antes de voltear su rostro hacia el mayor de los dos. Cuphead sonrió antes de hacer lo mismo conectando sus miradas. —Espero que ese destino no involucre más batallas contra criaturas sobrenaturales— respondió Cuphead solo para ser recibido por la carcajada del menor. —Idiota— respondió Mugman mientras negaba con su cabeza y sonría.

      Cuphead soltó una risa antes de pasar una de sus manos sobre una de las mejillas que claramente estaba lastimada por alguno de los golpes que recibió del diablo. Este sonrió antes de acercar sus rostros y besarlo con gentileza.

      Puede que mucha de las cosas no cambien entre ellos, pero sabían que esa relación que poseían iba a tener muchas aventuras alocadas y se sentían preparados para ellas.

      Estaban preparados para lo que viniera.

The End.

☕☕☕☕

       ¡Después de veintemil años eh terminado esta historia, nunca me eh sentido tan satisfecha en mi vida!

      Espero que hayan disfrutado de esta historia aun cuando estuve ausente por como treinta mil años :'') ¿Habrá continuación? ¡No, ni loca!

PERO

Puede que haya un extra de lemon ya que no logre escabullirlo en la historia ewe así que estén pendiente para eso <''3

Oh y gracias por el apoyo que me han dado y mil gracias a esos que han estado aquí desde el principio <3 los amo a uno y cada uno de ustedes :')