Saga Forethan: Bendecida

Capítulo 6

En la gran sala, nos encontramos a los tres hermanos reunidos alrededor de la mesa, junto al hombre que se encontraba en la puerta con Adam. Estos dos últimos están comentando algo mientras señalan con el dedo algún lugar del mapa que tienen extendido enfrente de ellos. Derek y Darian se encuentran en silencio, concentrados en lo que los otros dos dicen, mientras que afilan sus cuchillos.

Cuando nos notan entrar, callan y nos miran. Los gemelos nos sonríen, el hombre, el cual no conozco todavía, nos mira con cara de preocupación. Adam, en cambio, no aparta los ojos de mí, me mira sin mostrar ningún sentimiento, pero con una intensidad que deja mi cuerpo temblando.

Nos acercamos a las sillas y nos sentamos. Adam me presenta al otro hombre, es otro de sus hermanos, Nick, y es el segundo más mayor. Al parecer, le hicieron volver antes de tiempo para poder tratar el tema que tanto me preocupa. Miro a Ariadna, la cual me mira, preguntándome si estoy lista para volver al tema de las Neidas. Asiento con la cabeza y me pongo cómoda, pues sé que mi vida puede estar a punto de cambiar por completo.

-He hablado con Bianca. –dice Ariadna. –Le he explicado algunas cosas que consideraba que podrían ayudarle a entender todo un poco mejor. Esto es algo nuevo para ella, chicos, así que vayamos despacio por favor.

Los cuatro asienten comprendiendo y me miran.

-Está bien. -les digo. –Supongo que lo primero de todo será saber si tengo o no esa marca que identifica a una Neida, ¿no?

Adam asiente sin apartar la mirada de mí. Finalmente, mira a su hermana y le pide que me ayude a ver si la tengo por la espalda. Ariadna les pide darse la vuelta para que me sienta más cómoda y ellos aceptan refunfuñando.

Me levanta un poco la camiseta y mira despacio mi parte baja de la espalda para ver si la encuentra. Pasa un rato y no ve nada, se acerca más a mí, por si la marca es difícil de ver.

-Si queréis os puedo ayudar. –dice Darian.

Les miro y veo como Adam le mira con fuerza, cruza sus brazos por delante de su cuerpo y tensa la espalda. Derek le pega una colleja a su hermano en la cabeza y ríe.

Ariadna no les hace caso y me levanta un poco más la camiseta para poder ver la parte alta de mi espalda, pasa su dedo cerca del cuello y me baja la camiseta. Me aparta el pelo y se queda un rato observándome el cuello.

-Aquí está. –susurra. –Son dos hojas entrelazadas y ligeramente curvadas.

Los chicos se dan rápidamente la vuelta, les fulmino con la mirada, pues aun no les habíamos dicho que estaba presentable. Ellos no hacen caso de mi mirada y se acercan rápidamente a mí. Uno por uno miran la marca, Adam la acaricia con uno de sus dedos y me hace temblar. Su toque es suave y ligero.

-Quiero verlo. –les digo.

-Voy a por un espejo. –me contesta Ariadna.

-Entonces eres una de ellas, ¿no? –me dice Derek.

-Eso parece. –le responde Nick

-Todavía tengo que verlo, quizás estéis viendo lo que queréis ver.

-Cariño, se ve claramente que son dos hojas entrelazadas. –me contesta Darian.

Ariadna llega con dos espejos de mano para que pueda verme la marca, me coloca uno en la espalda y me entrega el otro. Miro al espejo, sin saber que me voy a encontrar, y por fin lo veo. Una marca pequeña, cerca de donde empieza el pelo. Se distinguen claramente dos hojas levemente curvadas de las cuales sus tallos están entrelazados. Toco la marca con el dedo, preguntándome si realmente existe o alguien me la ha pintado sin que me diera cuenta, pero cuando la toco, la marca sigue estando ahí. Nunca me la había visto, y tampoco nadie se había dado cuenta que la llevaba. Suspiro, sin saber que significa que yo la tenga y sin saber que va a pasar a partir de ahora. Quizás no ocurra nada, quizás solo volveré a casa y me olvidaré de todo como si nada de esto hubiese pasado. Como si todo hubiese sido un gran sueño, pienso, pero cuando miro a Adam, sé que nada de eso va a pasar. Sé que, en ese mismo instante, mi vida cambiará.