Capítulo 9

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Adam pasa las hojas del diario, leyendo por encima las entradas.

-El rey lo empezó cuando aún era joven, pero en estas primeras páginas no nombra a su reina, por lo que aún no le habría conocido. –nos dice Adam.

-Busca cuando le vio por primera vez, -le dice su hermana. –puede que el diario nos dé una pista de dónde pudo enterrar la Esmeralda.

Adam asiente con la cabeza y se pone a buscar el día que encontraron a la reina. Cuando lo encuentra, se pone a leerlo con atención para que no se le escape nada. Lee unas cuantas páginas más y finalmente nos mira.

-Como sabíamos, encontró a la reina bajo los dos árboles que crean la puerta. La llevaron al Palacio y la cuidaron, haciéndose amiga de ella. Cuenta algunas de las aventuras que tuvieron los tres y como poco a poco se iba enamorando de ella. –nos cuenta Adam.

-Lee la primera vez que se dicen que se quieren. –le digo. –Creo que deberíamos de apuntar los lugares que fueron especiales para ellos, los más importantes podrían ser donde se dijeron que se amaban, donde se besaron por primera vez, donde le pidió matrimonio, e incluso puede haber un lugar donde escaparan los dos solos para estar juntos. Éste podría ser el lugar que buscamos.

-Tienes razón. –me contesta él. –Ari, ¿puedes acercarme el papel y el bolígrafo para apuntar todos los lugares?

-Claro, aquí tienes. –le dice ella.

Adam comienza a leer página por página y escribe todos los lugares que le parecen más importantes. Subraya algunos que se repiten en el diario y escribe alguna notación al lado de ellos. Cuando acaba, cierra el diario y se lo guarda.

-Hay unos cuantos lugares, alguno es dentro del Palacio, los he apuntado por si acaso, pero ya hemos mirado en ellos. Hay otros que están en el exterior, pero cerca, alguno es en los jardines.

-Podríamos mirar en los jardines, -dice Ariadna. -tendremos que dejar el resto para mañana, se hace tarde y de noche vamos a ver poco.

-Vamos para allá, luego quiero ver que han descubierto Nick y los gemelos.

Los tres nos dirigimos al jardín, vamos donde el estanque, pues en el diario ponía que aquí fue el sitio donde se dijeron por primera vez que se amaban. Puedo imaginarlos a los dos sentados, mirando los peces nadar. En el diario, el rey cuenta que le dijo que estaba enamorado de ella, con miedo por su respuesta. Ella, emocionada, le dijo que también estaba enamorada de él. Debió ser una escena muy bonita, me imagino el sol iluminando sus sonrisas, con los ojos vidriosos por la excitación del momento.

Adam nos hace buscar por el suelo, acercándonos al estanque para mirar por el borde por si hay alguna piedra más suelta de lo normal. No encontramos nada por lo que Adam decide tocar el fondo del estanque que está más cerca del borde, pero no descubre nada.

Finalmente, después de mirar por todas partes y cansados de estar todo el día buscando, decidimos volver dentro. Queremos ducharnos y cambiarnos de ropa para poder cenar todos juntos en el comedor. Estoy decepcionada por no haber encontrado nada, pero me recuerdo a mí misma que mañana vamos a buscar en distintos sitios y que no hay que perder la esperanza.

Al entrar, Adam nos dice que va a hablar con sus hermanos y se marcha, Ariadna y yo subimos al piso de los dormitorios.

-Sé que no hemos encontrado la Esmeralda, pero por lo menos hemos tachado muchos lugares de nuestra lista, además, hemos encontrado su diario. ¿Sabes cuánto tiempo debe de llevar ahí escondido sin que nadie lo descubriera? –me pregunta Ariadna emocionada.

Saga Forethan: BendecidaWhere stories live. Discover now