19. Fantasia peligrosa.

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—Debemos hablar—genial, era Gabriel.

—Sabes que no debemos hablar de nada. No somos nada. Solo profesor y alumna... En el sitio del conserje—hice una mueca.

—Solo bromeaba con lo que te dije ayer, Carito—dijo, piensa que soy una tonta para creerle su "excelente excusa".

—No era broma. Note que estabas lleno de deseo. Ya deja de hablarme, por favor.—intenté abrir la puerta pero no me dejó.

—No prometo nada. Sabes que de igual manera te hablaré en clase. — sonrió pícaro.

—Pues háblame, eso no hará que volvamos a ser novios—le sonreí victoriosa.

—Si es así, espero que tengas tú tarea completa—me sonrió con esa hermosa sonrisa que me daba ganas de comerle la boca.

—Esta bien—abrí la puerta con fuerza y salí.

(...)

—En un mes es tu cumpleaños, Carolina—me sonrió Agustín que estaba a mi lado.

—Si—sonreí— Olvídalo, hoy es el tuyo— le saque la lengua y rei.

—Buenos días—Entró Gabriel al salón. Esto se va a poner incómodo.

—Buenos días—respondieron todos menos yo.

—Revisaré la tarea—me miró desafiante a los ojos.

—¿Su tarea?—me preguntó con indiferencia como les preguntaba a todos. Antes me preguntaba un poco más dulce.

—No la hice— sonreí con una sonrisa sellada.

—A dirección— dijo frío y me sonrió desafiante.

—Esta bien— rodeé los ojos.

—¿Esto es verdad? ¿De cuando manda a Carolina a dirección por no hacer la tarea?— dijo Lionel un poco gritando mientras se reía por lo bajo.

—Le sugiero que se incumbe en sus asuntos, Lionel— respondió Gabriel mirándole totalmente serio.

—Por favor— rio Lionel— Usted a todos a mandado a dirección por no hacer la tarea menos a Lucas que siempre trae la tarea y Carolina que usted admira— volvió a reír.— ¿Qué pasó? ¿Carolina no quiso ser su novia por eso la manda a dirección?— se cruzó de brazos. Abrí mis ojos como platos.

—Ella no hizo la tarea, nada más.— respondió frio Gabriel y rodó los ojos— Y usted váyase de una vez a dirección—me dijo a mi. Me levanté de mi silla.

—¿Ahora no la admira?— rio Lionel y lo miro desafiante y Salí del salón.

Obviamente daría un paseo por la secundaria, no soy una niña para ir a dirección y decirle al director  —el profesor me mandó a dirección porque no hice la tarea—, es totalmente ridículo.
Tenía hambre así que me dirigí a la cafetería de la secundaria que estaba todo el tiempo abierta.

—Hola, un café, por favor— me acerque y estaba yo mirando mi bolsillo para sacar dinero sin darme cuenta quién me atendía.

—¿Carolina?— se me hizo reconocida la voz. Levanté mi rostro y era... Ruggero.

—Oh... Hola Rugge—sonreí un poco confundida, ¿Por qué estaba ahí?
—¿Trabajas aquí?— añadí.

Asintió con la cabeza.

—Bueno, un café, por favor.

—Cuanto tiempo sin verte.— suspiró— ¿Cómo estás? ¿Qué andas haciendo aquí?— preguntó. Lo veía bastante sorprendido. Aunque yo también lo estaba, hace bastante tiempo que no lo veía.

Team Work (Aguslina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora