Team Work (Aguslina)

68. ¿Pelea?

Carolina Kopelioff.

El sol había salido y era reflejado por mi ventana. Cosa rara porque generalmente el cielo estaba nublado. Mientras miraba la ventana un estruendoso ruido me hizo levantarme rápido de la cama.

— ¡Caro! Levántate.— abrió la puerta de un portazo que hizo un ruido increíble y entró Lionel gritando.— Ya nos vamos.— ya había pasado una semana que Agustín me había pedido matrimonio y había llegado el día de volver a casa.

— Preparo unas pequeñas cosas y ya estoy.— sonreí. De repente alguien más ingresa a mi habitación.

— Buen día.— me sonrió,  no alcancé a sonreírle que ya volvió a abrir su bocota.— Lionel ¿Por qué no tocas la puerta antes de entrar? Entraste a lo bruto...

— Tú no duermes aquí así que ¿Qué te molesta?— chisteo Lionel pero Agustín no estaba bromeando.

—Ya sé que no duermo aquí pero deberías respetar a Carolina.— Agustín puso sus ojos en blanco.

— No me molesta que entre sin tocar.— hable yo antes que la situación se ponga intensa.— Él  lo sabe.— señale al rubio.

— Pero Carolina. Y si justo sales del baño desnuda y ingresa Lionel ¿No te sería incómodo?— elevo una de sus cejas.

— Pues obvio ¡Claro!— respondi rápidamente asintiendo con la cabeza.

— Ya la escuchaste Lionel; toca su puerta siempre.— le miro con una seriedad profunda a Lionel.  Lionel hizo una mueca.

—¿Y si no quiero?— respondió el rubio con media sonrisa. Lo conocía y sabía que a él le encantaba hacer la contra SIEMPRE.

— No me hagas enojar.— observe la cara de Agustín ponerse colorada, su mandíbula tensarse y sus brazos cruzarse. Vaya...

— Basta chicos ya, no tienen cinco años.— negué con la cabeza mientras me apoyaba en un mueble hasta que la pelea infantil finalizara.

— Hazte respetar Carolina. — me dijo Agustín con mala cara. Creo que cuando me decía mi nombre completo era porque estaba hablando de algo serio o estaba enojado.

— Abrire la puerta cuando se me cante.— comento Lionel con una sonrisita picarona. Desgraciado.

— ¿No le dirás nada? ¿Debo yo pedir que te respete?— Agustín me miró fijamente ¡Era claro que Lionel estaba jugando! ¡Diablos Agustín! ¿Qué dices?

— ¡Todo esto es una estupidez!— reclame con bronca agarrando mis cabellos enojada.— Ya nos vamos y no estaremos más aquí. No vivo con Lionel como para que me abra la puerta cuando quiera.— suspire.— ¿Ves el drama estupido que haces Agustín?— agarre mi toalla y me metí al baño de un portazo.

Realmente estaba enojada por el drama ridículo que había hecho Agustín por una estupidez; ya era el último día ¿Qué sentido tenía reclamar eso ahora?

Me hice un rodete en el cabello con la idea de no mojarme el cabello en la ducha y me metí. Dejé que el agua calentita recorriera poco a poco mi cuerpo mientras disfrutaba de dicha acción.

(...)

—¡Carolina nos vamos! — grito Liam desde afuera. Yo ya estaba cambiada y mis maletas ya estaban en el maletero del vehículo solo necesitaba encontrar mi celular.

—Voy, voy.— dije buscando por abajo de mi cama hasta que por fin lo encontré allí ¿Cuándo lo había dejado ahí? Agarre mi celular, mi cartera; me coloqué bien mi abrigo y mi gorro de lana y salí hacia afuera donde todos estaban.