A sólo dos semanas de regresar a Hogwarts, Serpens podía decir que nunca en su vida había tenido un verano tan entretenido como aquél, a pesar del castigo de su padre a inicios de éste.
Al día siguiente de haber recibido la nota de Sirius, su padre despertó a todos en la mansión con un grito tan agudo que parecía que la que gritó fue Narcissa. Y ni era para menos, si el la portada del Profeta aparecía la noticia del Prisionero más temido y mejor vigilado de Azkaban.
Claro que a Serpens no le extrañó la reacción de su padre. Es una de sus platicas con Sirius había descubierto que Lucius no sólo había sido un mortífago, sino que había sido uno de los más cercanos a Voldemort, lo que significaba que Lucius sabía que quien entregó a los Potter fue Pettigrew, y no Sirius.
A Serpens no le extrañó enterarse de que Lucius fue uno de los que apoyó a Crouch para encerrar a Sirius sin juicio, ya que eso significaba que Sirius no tendría la oportunidad de engendrar un heredero o nombrar a alguien más como tal, por lo que el título de Lord Black, junto con la enorme fortuna, influencia y propiedades de la casa Black pasarían al pariente masculino de sangre más cercano: Draco.
Serpens no necesitaba ser un genio para saber que el escape de Sirius le traía varios problemas a Lucius, y no sólo en la política, al recordarme al mundo que el título de Lord Black aún no le pertenecía, sino también en el aspecto social y económico. En el primero, porque se veía muy mal que una familia tan distinguida y refinada como los Malfoy esté emparentada con un asesino en masa fugitivo; y en el segundo, porque la familia Malfoy tenía varias y cuantiosas deudas con la familia Black.
-Quítate de en medio, Lagartija.
La voz de Draco sacó a Serpens de sus pensamientos. A una semana del escape de Sirius, Narcissa había decidido que era hora de ir al callejón Diagon por las cosas para Hogwarts. Serpens no sabía cómo, pero Draco había convencido a sus padres dejarlos ir solos, con la condición de que no se acercaran al Caldero Chorreante.
Serpens estaba a punto de moverse de la entrada de Madame Malkin para que su hermano pasara, pero sintió unas manos en su espalda empujarla, haciéndola chocar contra el marco de la puerta.
-Dije que te apartes. ¿Qué, eres sorda, tonta Lagartija?
Serpens se enderezó, ignorando el dolor en su hombro, y empezó a caminar tras su hermano, Crabb y Goyle hasta que llegaron a la entrada del Nocturne Alley. Draco se giró a mirarla con desprecio, mientras sus gorilas formaron una barrera tras ellos.
-Ahora escucha con cuidado, hermanita -siseó acercándose-. Crabb, Goyle y yo iremos por unos juguetitos al Nocturne Alley mientras tú te quedas aquí con la boca cerrada. ¿Entendiste?
-P-pero no debes... El Nocturne Alley está prohibi...
-¿Y tú crees que me importa si puedo o no? Iré ahí, y tú no le dirás ni una palabra a nadie, o será lo último que hagas en tu pequeña y miserable vida, ¿te quedó claro?
Serpens miró la entrada al Nocturne Alley con desconfianza. Si Lucius les tenía prohibido entrar ahí, debía ser un lugar en verdad terrible, sobre todo porque nunca le prohibía nada a Draco.
-Toma -dijo Draco lanzando una bolsa de dinero a los pies de Serpens-. Para que no digas que soy un mal hermano, te dejo lo que sobró del dinero de tus libros. Ve y has lo que quieras con él, y asegúrate de estar en Gringotts a las cinco. Madre dijo que pasará por nosotros a esa hora.
Mientras Draco y sus secuaces desaparecían en Nocturne Alley, Serpens recogió la bolsa de dinero.
-Por supuesto -suspiró al ver que sólo habían dos galeones y siete siècles.
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My Fallen Angel [Harry Potter]
FanfictionLa vida de Serpens Druella Malfoy, la hermana menor de Draco, la princesa de Lucius y la pequeña serpiente de Narcissa. Aunque no todo es tan perfecto como el mundo cree. ... -Debes dejar de vivir en las nubes, hija. La vida no es color de rosa. No...