La Extorsión

3K 315 46
                                    

Afortunadamente para Harry, no pasó mucho tiempo para que Serpens encontrara la forma de salvar a Buckbeack.

Se acercaba la media noche, y la sala común estaba completamente vacía. O al menos lo habría estado si cierta rubia no se hubiese quedado despierta leyendo uno de los libros que cierto chico de ojos verdes le regaló.

Justo cuando llegó a una de sus partes favoritas, cuando Athos confiesa que su único temor es ver morir a su hijo o a uno de sus amigos*, la puerta de la sala común se abrió de repente.

Serpens apagó la luz de su varita y se escondió tras el sillón en el que había estado sentada. Varias veces los prefectos le habían restado puntos por quedarse tan tarde ahí abajo.

—¿Pero cómo que no le has dicho?

El cuerpo de Serpens se tensó al reconocer la voz de Marietta Edgecombe. Con cuidado, se asomó y vio claramente a las cuatro chicas que componían en grupo de Chang paradas junto a una de las ventanas de la torre. Afortunadamente, las cuatro estaban demasiado centradas en su plática como para fijarse en la presencia de Serpens.

—N-no creo que sea tan importante, ¿o sí?

—¡Claro que lo es, Cho!

—Shh, Edeline, te van a oír.

—Es que no lo puedo creer...

—Cho, sólo piénsalo. Su familia es de las más tradicionalistas. Jamás se ha sabido de un Malfoy que no se case con una sangre pura.

—Además, recuerda cómo siempre está molestando a la chica Granger por ser hija de muggles...

—¡No es lo mismo!

—Shh...

—¡Tu madre es muggle, Cho! ¡Y la madre de tu padre también! ¿Tienes idea de lo que Draco te hará si se entera?

—Para empezar, terminará contigo.

—Y es probable que haga añicos tu reputación.

—Y arruine tu futuro usando las influencias de su padre.

Serpens oía la discusión sin poder creérselo. Cho Chang era mestiza, y no una sangre pura de nivel medio como Draco creía.

—¡Tienen que jurarlo! ¡Júrenlo!

—Cho, sabes que nosotras no diremos nada, pero tienes que tener cuidado.

—Sí, y bajo ninguna circunstancia aceptes que vaya a tu casa en vacaciones.

—El problema será cuando salgamos de Hogwarts...

—¿A qué te refieres, 'Etta?

—A que no tendrás excusa cuando salgamos de Hogwarts y quiera conocer a tus padres.

—¿Y qué hay de cuando pida tu mano? Tus padres tendrán que estar presentes.

—Tal vez... Tal vez para entonces ya no le preocupe eso, ¿no creen? ¿O esté tan enamorado de mí que eso no le importará?

—Tienes razón, Cho. ¡Hacen una pareja tan linda!

Serpens mordió la esquina de su bufanda para evitar soltar una carcajada. Chang de verdad pensaba que su hermano la estaba tomando en serio. A la única chica que Draco Malfoy tomaría en serio, es a la que sus padres escojan para ser su esposa, quien como primera característica tiene que ser sangre pura, seguida de tener una jugosa fortuna y un nombre respetable. Tres cosas que Cho Chang no tenía.

Serpens esperó diez minutos luego de que el grupo dejó la sala común para dirigirse a su dormitorio. Acababa de descubrir la manera perfecta de salvar a Buckbeack, y todo gracias a la tonta ilusa de Chang.

My Fallen Angel [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora