Una chica hermosa y un centauro aterrador

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El hombre sombra sonrió maliciosamente y se fue. Marta y Elena se enfadaron y me estaban diciendo algo, pero estaba demasiado concentrado cagándome en su existencia y no las escuchaba.

Marta: ¡Jonathan! *moviéndome el hombro*

Yo: ¿Eh? Ah ¿Qué?

Elena: Estabas embobado *soltando una risita*

Yo: Si, bueno... Más bien aguantándome la rabia.

???: H-Hola... *tímida asomándose un poco por la puerta*

Marta, Elena y yo miramos.

Kuroka: M-Me llamo Kuroka...

Yo: Hola, llámame Jonathan, encantado.

Kuroka es una chica realmente bella. Tiene un cabello largo y negro, una piel pálida y unos ojos rojos realmente hermosos. Al verla se me aceleró el corazón, me sonrojé mucho y me quedé sin palabras.

Elena: Yo soy Elena.

Marta: Yo Marta. *se da cuenta que estoy sonrojado y con mucha vergüenza* Johnny ¿Estás bien?

Yo: ¿E-Eh? S-Si, si... *agacho la cabeza muy sonrojado*

Kuroka: ¿P-Puedo ir con vosotros? *con vergüenza*

Yo: ¡C-Claro! *sonrío sonrojado*

Kuroka sonrío muy emocionada y nos fuimos del búnker. Nos encontramos una mina abandonada que había en un callejón. No tenía ningún sentido que hubiera una mina ahí, pero en ese mundo cualquier cosa podía pasar. Entramos en la mina y cuanto más entrabamos más cadáveres humanos nos encontrábamos. Por suerte estaban en los huesos y ya no olían apenas. En un punto llegamos a un puente viejo de madera y antes de cruzarlo unos esqueletos humanos se levantaron y vinieron a por nosotros. Pensé que si uso la espada se gastaría la hoja así que les dije que cruzaran el puente rápido y mientras lo hacíamos se iba rompiendo hasta que al llegar a la otra parte se cayó con algunos esqueletos en él. Nos dimos la vuelta para seguir el camino y había una especie de centauro de 4 o 5 metros con un hacha de su tamaño aproximadamente, mirándonos con unos ojos completamente verdes y brillantes. Le comenzamos a disparar pero las balas apenas le hacían daño, algunas incluso revotaban. Desenvainé mi espada y corrí a por él mientras las chicas le disparaban. Cuando estuve frente a él dejaron de disparar por si me herían y peleé contra él. Me atacó e intenté esquivarlo, pero pese a su tamaño fue muy rápido, me dio con el palo en el estómago y me tiró hacia abajo donde estaba el puente roto y los esqueletos. Las chicas le dispararon, Kuroka cogió el machete y le atacó. Aguantó bastante pero estaba muy agotada de pelear. Yo caí en un lago que había abajo, los esqueletos nadaban hacia mí muy rápido y no se como conseguí salir de el lago sin morir pero al salir vi un camino que conducía arriba. El centauro atacó a Kuroka y no le daba tiempo a esquivarlo, pero antes de llegar a darle la aparté y se le quedó el hacha incrustada en el suelo. Aprovechando eso desenfundé la katana y le ataqué a duales. El centauro me pegaba puñetazos mientras le cortaba muy rápido, me dio un empujón, cogió el hacha y fue a atacarme pero me puse detrás suyo y le hice un corte en la pierna izquierda haciendo que se arrodille. Fui al frente suyo y subí por la pierna que estaba apoyándolo, le corté en ráfagas el pecho y el estómago. Finalmente le clavé la espada en el estómago, la usé para impulsarme, le corté el cuello con la katana y se la clavé en el cráneo. Mientras caía le quité la espada del estómago, la katana estaba incrustada en el cráneo y si me hubiera quedado a sacarla me habría aplastado. Del cansancio de esa batalla me desmayé y mientras caía al suelo vi como Kuroka venía hacia mí para aguantarme y no caer en el suelo. 

Kuroi Kenshi no DensetsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora