Cuando el silencio me llama (Levi x Lectora)

Capítulo IV

Después de que la cosa se enfriara un poco, Lana sirvio el café.
Para sorpresa de todos, el café que les sirvio tenia un sabor casi celestial.
Pero la platica aun no habia terminado.
-Me temo, mi querida Lana, que ahora eres tu quien me debe una explicación
-Bueno comandante Pixie, me parece justo. Ya no existe amenaza por parte de nuestro padre- dijo mirando a Historia con una sonrisa- mi verdadero nombre es Violet, Lana fue el nombre que me dio Reiss, pero nunca lo considere algo mio, lo utilize por que asi mi madre me lo pidio, pero mi madre siempre me decia que ella planeaba ponerme Violet, asi que he decidido que ese era mi verdadero nombre, estando en casa, que era casi todo el tiempo, ella me llamaba asi, solo cuando habia alguien más o al salir me llamaba Lana.
-Es por eso que siempre viviste encerrada en tus propios muros- dijo Pixie más en afirmación que en pregunta
-Si- dijo desviando la mirada y con ojos que la descubrian tristes- mi madre y yo teniamos una relación muy estrecha, siempre hablabamos con la verdad. Ella me explico, en su tiempo, que yo era hija de ese señor, me dijo que era alguien importante y el hecho de que fui producto de una infedilidad le afectaba a el y a su imagen, fue por eso que mi madre huyó al enterarse que estaba embarazada, ella era una mujer adinerada asi que no necesitaba nada de el, Reiss al darse cuenta intento matarnos, pero ella le insistio en que no le diría a nadie, que ni siquiera la volveria a ver y no volveria a saber de ella o de mi. Al parecer fue tanto el cariño que le tenia que la dejo vivir, y sabia que ella era una mujer de palabra lo único que le pidio a cambio fue el que me pusiera Lana por nombre y ella agradecida acepto. Poco tiempo después consiguio a un hombre para hacerse pasar por mi padre y después se enamoraron. Los rumores del por que mis padres dejaron de verse tan repentinamente y, del igual de repentino embarazo de ella no se hizo esperar, por eso decidio mantenerme en casa mis primeros meses de vida, pero aun asi habia amistades muy cercanas a ella que insistian en que era hija de Reiss, mi madre un poco asustada decidio seguir ocultandome, luego quedo embarazada de mi hermano, al crecer y por suerte, tenia unos ragos de Reiss que se podian confundir con los de Jael.
Pero eso no les basto, por eso toda mi infancia creci encerrada en una casa dentro del muro Sina. Al morir ella, no sabia que hacer, me sentia fatal y desorientada, pero llego Jael y me dijo justo lo que necesitaba. Me dijo que podia irme y que podia hacer lo que quisiera, que podia ser libre. Con miedo y dos maletas me mude aqui. Algo sencillo y sin la presión de vivir con demasiada gente, cuando lo necesito voy al pueblo y listo.
-Pero no entiendo, ¿de donde conoces al comandante Pixie?- dijo Hange sin poder ocultar su duda.
-Era amigo de mi madre, y se convirtio en amigo de mi padre Jean al morir ella, al mudarme aqui el le pidio un favor al comandante.
-Le mando a unos cuantos hombres para cuidar de ella.
-Aveces vienen a comer, es agradable no estar tan sola.
-Entonces todo este tiempo has estado sola- dijo Historia un poco compungida
-Se podria decir que si- dijo un poco apenada.
-Pues ya no lo estaras, vendras a vivir con migo.
-Yo... no podria hacer eso- dijo ella finalmente.
-¿Por que no?- dijo sorprendida Historia
-No sabria que hacer ahi, si no soy de ayuda no tiene sentido que este ahi.
-Claro que seras de ayuda, podras hacer lo que quieras- dijo emocionada ante la idea
-Podria vivir con tigo un tiempo, pero no sera demasiado- dijo finalmente, ya que también tenia ganas de salir, de ver como era la vida sin estar encerrada.
-Pero si te gusta te quedaras- le propuso mientras le tendia la mano
-Me parece un trato justo- dijo ella aceptando su propuesta.
-Partiremos enseguida- anunció Historia emocionada.
-Espera, tengo que guardar mis cosas y limpiar lo que hemos utilizado- dijo algo presionada
-Tranquila, te ayudaremos.- dijo Historia- capitán Levi ayudé a mi hermana con su equipaje y Eren y los demás ayuden a limpiar.
-Pero...- dijo algo timida Violet- yo les tengo que servir a ustedes no ustedes a mi, tranquila no tengo mucha ropa, limpiare eso rapido y avisare a los soldados. Normalmente tienen llave, cuando descansa vienen a comer pero como yo me ire, no tiene sentido que se queden.
-Te equivocas Violet- dijo Pixie- se quedaran a cuidar de tu casa, si unos bandidos vienen y se apoderan de ella me sentire culpable.
-Creo que no sera justo para ellos, tambien tienen que descansar, tienen personas con las que desean estar- dijo con una serenidad casi trascendental, la luz que se filtraba por la ventana y ese delicado aire que ondeba sus cortinas hacian que pareciera una diosa.
Todos se quedaron embobados por tal imagen.
-Solo me tomara un momento- tan rapido como pudo subio las escaleras y enseguida desaparecio de la vista de todos.
-Yo limpiare esto- dijo Levi mientras empeza a recoger las tasas.-Eren tu y Mikasa limpien la cocina y los demás encarguense de la sala.
Todos siguieron sus ordenes e Historia se tomo un momento para ver el lugar, a simple vista no era muy ostentoso, era hogareño y tenia un cuadro grande en una pared, eran algunas rosas y demás flores, era muy hermosa, tanto que deseo tocarla. Pero al hacerlo su textura no era la normal, era liso, y se sentian los trazos. Tal vez era una coleccionista de obras y esas cosas. La curiosidad pudo mas que ella y empezó a subir las escaleras, todos contemplaron su dudoso andar pero nadie comento nada, enseguida desaparecio de la vista y todos volvieron a lo suyo.
Mientras, Historia caminaba por un pasillo donde habia cuatro puertas donde una estaba abierta y de ella salia Violet.
-Ah- dijo parando en seco- me asustaste- de repente se quedo viendola con duda- ¿quieres pasar?
-¿Puedo?- pregunto insegura pero con esa sonrisa que dalataba su emoción
-Claro, esa es mi habitación, entra, solo voy por un par de cosas- dijo para entrar en otra habitación.
-Historia entro lentamente y vio con asombro que se trataba de una sencilla habitación, pero algo enorme para lo que esperaba. Habia una cama ordenada, un closet algo grande y un tocador. Tambien un espejo de cuerpo completo y otros pequeños muebles, era algo muy sutil y hermoso.
Enseguida llego Violet con varias cosas para haceo personal.
-Lamento si no es lo que esperabas- dijo con una sonrisita
-Claro que no, me encanta, es muy sencilla pero con estilo clasico y es muy grande y esta todo muy limpio y ordenado, al capitán Levi le gustaria.
Confundida del por que de su formalidad con el que, pensaba ella, era su pareja decidio aventurarse un poco.
-Se que tenemos algo de prisa pero me gustaria mostrarte algo- dijo algo timida
-Soy yo la que tiene prisa pero nada me encaria más, que ver lo que mi hermana quiere mostrarme- dijo ella sintiendose rara por decir esas palabras
-Vamos- dijo Violet con una gran sonrisa en su rostro.

Guiandola la llevo a la primera habitación, era igual de grande pero se veia más espaciosa, solo habia un par de muebles que cubrian gran parte de las paredes y habia en ellos lápices, de todos los tamaños y colores, habia carboncillos y algunos botes. Y todo estaba totalmente limpio y ordenado.
Habia un tripie y un lienzo, y adentrandose Violet, ella le siguio y le mostro lo que habia estado dibujando antes de su llegada.

Lo primero que vio fue un hermoso par de ojos, era una chica hermosa con una mirada que reflejaba la luna y las estrellas.
-Oh Santas murallas, esto lo has dibujado tu- grito emocionada
-¿Te gusta?- pregunto dudosa
-Me encanta- grito de nuevo y luego la vio sorprendida- tu pintaste el cuadro de abajo.
-Lo dibuje, si. ¿Por que la pregunta?- dijo nerviosa
-No fue pregunta, eso es estupendo. ¿Pero si no es pintura como lo sellaste?
-Un hombre que vende material para dibujar en el pueblo me da esas latas, no se muy bien que es, el no me quiere decir. Pero sirve para sellar el dibujo, evita que lo puedan borrar o que te puedas manchar al tocarla pero no afecta en nada al dibujo. Incluso ayuda para que no pierda la fuerza de los tonos con el paso del tiempo. Me es muy util.- mientras lo explicaba veia por la ventana, pero al voltear a ver a Historia vio en ella total admiración.