Dos minutos tarde

6.5K 748 1.2K
                                    

Después de aquel beso en la mejilla en la estación de tren y de haber descifrado otro papelito escrito por Kirishima...

Quería más de él, sus labios me comenzaron a parecer apetecibles y no podía parar de pensar en las oportunidades que había perdido de besarle.

Todo era confuso y claro al mismo tiempo, tan así que por la noche que decidí buscar: "¿cómo decirle a mi más que amigo que quiero besarle?".

Google me corrigió con: "Cómo decirle a mi mejor amigo que quiero besarle"

— Nosotros... somo más que eso...—. Pensé en voz alta y podría jurar que la vergüenza me mataría ahí mismo.

Seguí buscando pero solo encontré conversaciones ridículas entre chicas que decían algo como: "Para tener confianza con tu pareja y contigo misma tienes que hacerte un cambio de look" o "los escotes siempre funcionan a la hora de conquistar un hombre".

Eso no me servía, porque mi posición no era... algo en concreto. En primer lugar Kirishima no era mi pareja y en segundo lugar: ¿Usar escote? ¿Qué? ¿Realmente funcionaría?.

De pronto me pareció más interesante lo que explicaba Mineta que la idea de ponerme un escote para seducir a Kirishima.

 — Irán solo los futuros héroes como nosotros —. Decía con tono animado. — ¡¡También irán muchas chicas!!

— ¿Me perdí de algo importante? —. Le pregunté a Midoriya en voz baja para que los demás no se dieran cuenta de mi despiste.

— Habrá una fiesta mañana —. Me aclaró de forma breve.

— Seguro no vale la pena —. Intervino Bakugou cortando toda la felicidad momentánea que había provocado la noticia.

— Tú siempre tan amargado, alégrate un poco hombre, ¡por fin una fiesta para menores de edad! Estas cosas no pasan todos los días —. Dijo Kirishima colocando un brazo sobre los hombros del otro.

— Si no quitas tu jodida mano te haré volar en mil pedazos... —.

— Solo hay un problema con la fiesta —. Siguió explicando Mineta. — Hay que estar ahí antes de las ocho y media, sino, no podremos entrar —.

Todos parecían entender las indicaciones. Yo estaba feliz, porque aquella fiesta era una gran oportunidad para besar a Kirishima.

El día siguió su rumbo. Las chicas hablaban con una sonrisa de oreja a oreja por la oportunidad de poder usar sus mejores vestidos y poder conquistar algún chico.

En ese momento yo me parecía a una de ellas, pensando como llamar la atención de cierto pelirrojo.

  ... ¿Con un escote?...










Cuando terminaron las clases todos estábamos cansados porque los viernes nos tocaba a última hora un entrenamiento practico.

En los vestidores no pude evitar ver el bien trabajado cuerpo de Kirishima...

Sabía que eso estaba mal, estaba invadiendo su privacidad, pero lo indebido, a veces, resultaba más atrayente.

— Disimula un poco —. La voz de Sero llamó la atención de los que estábamos allí. Cuando aparte la mirada de Kirishima me di cuenta que se refería a mí.

— ¿Disimular... qué? —. Pregunté, aunque ya sabía a lo que se refería. Intenté que no se notara la vergüenza que sentí en ese momento tan incomodo.

— Que intentes disimular tus miradas de acosador —. Interrumpió Bakugou. — Desde el entrenamiento no le quitas los ojos de encima al idiota —.

Papelitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora