Orel llevó a Iris con su primer tutor ya que ella estaba demasiado entusiasmada para esperar a mañana. Le explicó que debía aprender poco a poco, así manejaría adecuadamente y al detalle cada habilidad que descubriría. Y añadió que no debía sentirse frustrada en caso de no dominar sus nuevos "poderes".
Llegaron a la sala de ejercicios, en donde Ryl, un ángel joven, sin alas, de ojos azules y cabello dorado, mostraba a los nuevos ángeles cómo se manejaban las cosas en el paraíso (lo que anteriormente le había explicado Orel), entre ello mencionó que cada ángel nuevo tiene un "ángel guardián" que estaría a cargo de su estancia hasta ser nombrados ángeles "independientes" que pueden valerse por sí mismos...
Al escuchar eso Iris volteó a ver a Orel que se encontraba a distancia junto con otros ángeles que, ella asumía, eran "encargados" de los nuevos ángeles. Y él solo respondió encogiendo los hombros vocalizando: <<olvide decirlo>>.
- una vez que hayan tomado sus elecciones - continuó aquel apuesto ángel - sus encargados permanecerán o serán asignados nuevamente, dependiendo del tipo de ángel en el cual se quieran convertir-.
Ryl organizó a los aprendices en dos filas: médicos y guerreros. Iris no pensó dos veces su elección, mientras algunos otros sí. Entre ellos un ángel joven, era no muy alto (1.70 m), su tez era blanca, su cabello rubio y sus ojos azules como el océano, no era un color muy usual, su mirada parecía intrigante, llena de vida, aunque distante. Él se dio cuenta que Iris lo miraba fijamente, sus ojos se encontraron por un instante y él apartó la mirada y se dirigió a la fila de guerreros, tal vez, el hecho que Iris lo viera lo hizo cambiar de opinión para no parecer un cobarde al decidir ser un médico, cuando ella comprendió eso, se ruborizó.
Cada ángel aprendiz fue asignado a un mentor, como era de esperarse Iris siguió con Orel, pero ocurrió un suceso especial, no había suficientes mentores de ángeles guerreros, así que el ángel con el que Iris coincidió la mirada se vio forzado a ir al lado de los médicos. Él volteó a ver a Iris de reojo y apenado del cambio (que él agradecía internamente), se ruborizó aunque no fue muy obvio ya que rápidamente el ángel Ryl se acercó a él.
- ¡vaya, vaya! – dijo en tono asombrado Ryl – tenemos un prodigio.
Se acercó al joven ángel tomándolo del hombro.
- Dime tu nombre, hijo – le dijo en tono amable.
- Me... llamo... - titubeó el pobre joven, se notaba que no le gustaba ser el centro de atención, se aclaró la garganta y dijo con una voz muy armonizada (una voz que causó una sensación a Iris) – Mi nombre es Corry.
- Corry – repitió Ryl – te diré algo, aquí no existen las coincidencias, tú, debes ser un médico Corry, tienes una misión asignada y debes cumplirla.
Corry quedó atónito mientras el ángel le soltaba el hombro y se alejaba de él, sin duda alguna esas palabras quedarían impregnadas en su mente.
ESTÁS LEYENDO
Las Noches
FantasyIris, una joven ángel es recibida en el cielo. Su misión es encontrar a un chico llamado Urhy, ¿qué lazo los unió en la vida terrenal? Una historia que espera poder atraparte en cada capítulo, una guerra entre cielo e infierno. ¿Quién ganará?