-Buena historia, Billie- le dijo un Mike Dirnt somnoliento. Billie, Mike y Tré estaban en el estudio de grabación a las siete de la mañana. Estaban tomando un descanso. Después de todo, tocar por más de nueve minutos cansaba. Pero ¿Qué otra opción tenían si querían sacar el disco a tiempo?
-Gracias, Mike- contestó un Billie Joe Armstrong estaba más desarreglado de lo que había estado en mucho tiempo.
Su cabello negro estaba más desordenado de lo normal, su barba estaba descontrolada y bajo sus ojos verdes había un par de grandes ojeras, muy marcadas, que no resaltaban exactamente su belleza. Mike Dirnt no estaba peor, pero igual lucía cansado. Las secuelas de las drogas que consumía en la juventud seguían en su rostro y el cansancio no ayudaban a camuflarlo. Tré Cool era el que estaba en mejor estado y lucía bastante agotado. Su cabello no estaba exactamente peinado y al igual que sus dos compañeros poseía ojeras muy marcadas. Sin embargo, el podía caminar normalmente, mientras Mike se tambaleaba y Billie dudaba poder ponerse en pie. Ese era el precio de grabar todo el día, hasta muy avanzada la noche desde hacía una semana. Billie apenas había tenido la ocasión de ver a sus hijos esa semana y Adrienne parecía querer matarlo. Esa era principalmente la razón por la que Billie estaba tan agotado. Adrienne parecía no amarlo como antes, lo que lo carcomía en sueños, impidiéndole dormir. Y lo peor... lo que más molestaba a Billie Joe Armstrong, era que él la seguía amando. Aun habiendo visto lo que vio... Sin embargo, eso no era lo que más molestaba a su agente. Lo que más molestaba a su agente era...
-¡Billie! Estás tocando peor que nunca... y ¡pareces estar a punto de gritar cuando cantas!-
-Perdón John- dijo un Billie abatido. Lo que John decía era verdad. En sus sesiones de grabación Billie había intentado más de una vez reprimir un grito de angustia.
-¿Sabes qué nos haría bien?- dijo un tambaleante Mike -Dormir un rato-
-Si, tienen razón... tienen hasta mediodía- dijo John, quien sonaba casi tan abatido como Billie, aunque ninguno de los presentes sabía que era lo que tenía así a Billie Joe Armstrong.
Los muchachos se acomodaron en los sillones. Tré cayó dormido en seguida, mientras que Mike y Billie recién se sentaban.
-En serio, tienes que decirme que te pasa-
Mike estaba mirando como Billie sacaba el cuaderno donde escribía la historia. Esos últimos días sin dormir habían sido su mayor fuente de inspiración y la historia de Jesús iba muy bien.
-Si pudiera, lo haría Mike y lo sabes- le contestó de mala gana Billie. Mike sacó algo de su bolsillo y se acercó un poco a Billie.
-Encontré esto en tu billetera- le susurró Mike, mostrándole una bolsita con un polvo blanco dentro. -Creí que la habías dejado-
-Yo creí que tu igual- dijo Billie, sacando otra bolsita de polvo blanco.
-Es mi coca de apoyo. No la consumo ¿ves que no está abierta? Solo la tengo ahí para saber que si quisiera, podría- dijo Mike -pero la tuya si está abierta...-
-Lo que yo hago es mi problema- contestó abruptamente Billie
-No lo niego... solo digo que tengas cuidado o Adrienne podrá darse cuenta...-
-No me importa- dijo Billie, reprimiendo la lágrima que hace tiempo quería salir de su interior
-¿Qué pasó, Billie?- dijo Mike -Tú y Adrienne eran inseparables, nunca peleaban por más de un par de días y ahora pareciese que pelean todo el tiempo-
-Ya te lo dije- lo cortó Billie -cuando pueda, te lo contaré-
Y se dio vuelta en el sofá en el que estaba intentando dormir. Billie nunca estuvo seguro si durmió o no, pero Mike si. Cuando Billie estaba profundamente dormido se paró y le quitó su coca. Guardó la coca de Billie en su bolsillo y la suya en la billetera. Volvió al sofá donde estaba él y durmió hasta las doce. Él y Tré despertaron casi al mismo tiempo. En cambio Billie ya había despertado y estaba escribiendo más rápido que nunca.
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Good riddance (Insomniac for life)
Fanfiction->Esta historia empieza poco antes del lanzamiento de American Idiot. Es como una realidad alterna en la que Billie está escribiendo la historia de Jesus.<-