Billie no pudo ni escribir ni tocar la guitarra esa noche. Estaba en el cuarto de invitados recordando la última media hora.
Le había explicado con muchas pausas e interrupciones a su hijo menor Jake lo que ocurría entre él y Addie. Adrienne, que estaba parada en la habitación de Jake, sin hablar, lo miraba triste, como si ella fuese la víctima. Jake se había quedado mudo y miró inmediatamente a Joey, que estaba en igual estado o incluso peor. Joey había tenido la esperanza de que esto se arreglase milagrosamente de la noche a la tarde siguiente, pero sabía que no sería así.
-Bien hijo- le había dicho finalmente Adrienne a Jake, cuando Billie terminó de explicarle todo -Ahora nos gustaría saber con quien te quieres quedar tú-
Jake enmudeció más aun. Ya le habían dicho que Joey se iría con Billie. Jake quería quedarse con Joey. Él era su hermano y amigo y siempre lo apoyaba en los momentos difíciles. Sin embargo, no quería quedarse con Billie, ya que él siempre salía con sus amigos, llegaba tarde y andaba de gira.
-Mira… si quieres quedarte con tu madre- le había dicho tristemente Billie -lo entenderé. Pero piénsalo bien hijo. Igual me seguirás viendo y si te quedas conmigo, cada vez que yo vaya de gira te irás con tu madre. Y si alguna vez te arrepientes de tu decisión, solo dínoslo, ¿De acuerdo?-
-Si papá- dijo Jake. Pobre niño, pensaba Billie, apenas debía entender lo que ocurría -Me voy contigo- le dijo a Adrienne. Eso le partió el corazón a Billie.- sé que lo que hiciste está mal, pero me voy contigo –y aun no había acabado lo peor…-.
-Yo también- dijo Joey, después de no haber hablado durante todo ese rato. Mike dijo que se había comportado solo un poco más tranquilo de lo normal, pero ahora había al fin tomado tiempo para pensar en lo que había dicho.
-¿Y qué paso con lo de que yo era una puta?- le preguntó amablemente su madre.
-Sigues siéndolo- le dijo Joey mirándola directamente a los ojos -pero no pienso dejar a Jake solo contigo y tu amante-
-¡Joey!- exclamó Jakob y abrazó a su hermano.
-Perdón papá, pero…- empezó Joey, triste.
-Lo entiendo- dijo Billie, aunque parte en su interior había querido gritar más fuerte aun -Bueno… esta semana veremos lo de los abogados y todo eso… los… los dejo, voy a mi cuarto…-
Y ahí se había quedado. Después de un rato ahí tirado sin hacer nada, alguien tocó a la puerta.
-¿Quién es?- preguntó Billie de mal humor.
-Soy yo amor- le contestó Adrienne desde el otro lado -¿Puedo pasar?-
-No me digas así- le dijo Billie. Sin embargo, se paró y le abrió la puerta. -¿Qué quieres?-
-Bueno… pensé que quizás querrías hablar- le dijo Adrienne, sintiéndose un poco culpable
-Está bien… solo quiero que me respondas dos cosas…- le dijo Billie después de morderse los labios y mirar al suelo por un par de segundos -Primero… ¿Por qué?-
-¿Por qué que?-
-¿Por qué me engañaste?- dijo un Billie Joe Armstrong que denotaba furia, pero que en realidad estaba triste -¿No fui un buen esposo? ¿No te demostré cuanto te quería? ¿Acaso… acaso ya no me amas?- soltó finalmente. Tenía muchas más cosas que decir, pero por primera vez en su vida a Billie Joe Armstrong le faltaron palabras.
-No entiendes lo que es ser la esposa de un famoso ¿verdad?- dijo Adrienne, rompiendo en lágrimas -En especial uno como tú. Eres músico, tienes algo así como un millón de fans solo en este estado, no sé si ahora eres adicto, pero sé que últimamente haz estado consumiendo. Eres bisexual, nunca estás en casa, eres… eres único pero…-
-¿¡Pero qué!?- soltó Billie, sin poder aguantarlo ni un segundo más.
-¡Pero es demasiado para mí Billie!- terminó Adrienne, sollozante. -¡A penas sé quien eres! Gran parte de lo que sé de ti lo saben millones de personas y siento que no soy especial para ti… ni siquiera sé si a quien amé una vez fue solo una imagen o fue al verdadero tú-
-Se… segunda pregunta… acaso… acaso eso quiere decir que… ¿Qué ya no me amas?- le dijo Billie, desesperado.
-Si Billie- dijo Adrienne -Ya no te amo-
Y Adrienne salió de la habitación. Billie fue al minibar que tenía la habitación y sacó una cerveza. Se la bebió de un trago. Se sentía fatal. Adrienne le había dicho lo más triste que le habían dicho en toda su vida: que solo era una imagen falsa, que su vida no era real. Pateó la pared lo más fuerte que pudo, ocasionando un dolor en su pie que apenas era comparable al que sentía en su interior
-Soy Jimmy- dijo Billie. Al instante se dio cuenta que esa frase no tenía sentido. Se tiró a la cama y se quedó despierto durante horas. Hasta que alguien tocó la puerta de su habitación.
-Papá… quería decirte que lo siento- dijo Joey y pasó por debajo de la puerta una hoja de cuaderno. Billie escuchó como los pasos de su hijo se alejaban y se paró y fue a ver la hoja. Joey era muy bueno para el dibujo, pese a que en la escritura le iba fatal. Ahí estaba un dibujo de un joven punk, con un cigarro en la mano parado afuera de un molino. Debajo de él decía…
-Jesus de los Suburbios- leyó Billie. Joey sabía. Había leído la historia completa. Anonado que un niño de ocho años leyera ese tipo de cosas, Billie abrió la puerta y fue a la habitación de su hijo.
-¿Joey?- preguntó Billie tocando la puerta suavemente con los nudillos.
-Perdón por leer tu historia- murmuró Joey -Pero quería ver que tanto escribías en ese cuaderno…-
-Creí que sería algo fuerte- le dijo asombrado de que Joey fuera más curioso que él.
-Lo es, pero quería verlo- contestó Joey, abriendo la puerta -Escribes muy lento-. Billie rió y lo abrazó
-Que bueno que hagas eso por tu hermano- dijo Billie, conteniendo el llanto una vez más. Se estaba volviendo experto en ello.
-Te prometo que te iré a ver cuantas veces pueda- dijo Joey, quien si lloraba. Al ver esto, Billie también empezó a llorar.
-Y yo te prometo que pasaré contigo todo el tiempo que pueda, ¿de acuerdo?- le dijo Billie, intentando contener las lágrimas, pero no hubo caso.
Ambos lloraron silenciosamente abrazados, hasta que un ruido abajo los hizo separarse.
Billie se llevó un dedo índice a los labios para indicarle a Joey que no hiciese ningún ruido y fue al descanso de la escalera para ver que ocurría abajo.
Adrienne le abría la puerta a un hombre quien la abrazaba y la besaba.
-¿Y tú esposo?- le preguntó el hombre.
-No importa, Brad. Debe estar durmiendo borracho o algo así en el segundo piso-
Billie se quedó helado, triste y rabioso. Decidiendo contenerse ya que Joey podía escuchar y Jake despertar, subió.
-¿Qué era?- le preguntó Joey.
-Brad- le dijo Billie simplemente -Gracias por el dibujo hijo-. Le dio un beso en la frente y se fue a su habitación nuevamente, donde se quedó tirado en la cama, tomando otra cerveza. Seguía sin sentirse capaz de tocar guitarra, pero se sentía bastante capaz de seguir con Jesus.
Fue a su bolso a buscar el cuaderno y se dio cuenta de que había otra hoja que no era suya. Empezó a leerla y se dio cuenta de que estaba en español.
-Fuck- pensó -Debe ser de Amelia…-
Esa niña le seguía pareciendo conocida de algún lado. El martes tendría la oportunidad de hablar con ella. Sin embargo, seguía queriendo ver lo que había escrito a mano en esa hoja. La letra era bastante cuidada al principio, pero pareciese que después empezó a escribir bastante rápido, pues apenas se leía.
Decidió intentar traducirlo al día siguiente. Sacó el cuaderno, su lápiz, otra cerveza, se acomodó en la cama y empezó a escribir.
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Good riddance (Insomniac for life)
Fanfic->Esta historia empieza poco antes del lanzamiento de American Idiot. Es como una realidad alterna en la que Billie está escribiendo la historia de Jesus.<-