3.- Un Dia Antes de La Guerra

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habiamos pasado toda la noche sacando conclusiones que pudieran conducirnos a algo concreto, mi hermano Elliot tenia una ligera preocupacion en el rostro, tal vez sea lo mismo que a mi me molesta de alguna manera, sin embargo ninguno de los dos nos atreviamos a hablar al respecto, simplemente dejamos las cosas pasar...

conforme las horas pasaban me fui dando cuenta de algo que no habia notado, mi alma ya se sentia completamente bien dentro del cuerpo portador, por lo que algunas cosas regresaban a mi memoria de forma parcial sin embargo Eric Hampton tenia algo que muy pocos tenian, de alguna manera y no era mi don podia sentir cosas, como si la mente de este mortal pudiera escuchar a otras y sentir su pensar como si pudiera leerlas.

Preguntas por doquier, dudas, tristesa, cosas que antes ni mi propio don me permitian sentir como ahora, porque incluso esa tristesa se convertia en mia, y mi hermano lo noto cuando mi humor cambiaba constante.

-¿Todo bien?- Pregunto Elliot

-Si- le respondi con la sonrisa mas natural que pude.

-Bien, entonces estabamos en que Viste lo que sucedio con Eric- comento.

-Si- respondi

-de acuerdo, ahora el murio ¿no?- 

-No, el no murio, fue su prometida Ella la que murio- respondi nuevamente algo frustrado.

-¿En sus brazos?- 

-Si- refunfuñe- Bueno ¿Eres lento o que?.- agrege con cierta frustacion.

una mirada fulminante con direccion hacia la ventana surgio por parte de mi hermano al descubrir una sombra que segundos despues tambien pude ver al voltear en direccion a donde mi hermano observaba, de la misma sombra emergio una hermosa mujer de frondoso cabello negro y elegante vestido, sujetaba en mano una especie de lanza.

-Saludos Dioses Gemelos Eros y Anteros- hablo con una dulce y sensual voz. mientras hacia una pequeña reverencia.

-¡Tu!- escupio mi hermano con cierto rencor mientras se ponia de pie y hacerle frente a nuestra inesperada visita .- Misera mortal como osas venir y pararte ante nosotros.- era la primera vez que conocia a mi hermano con una rabieta como tal.

-Elliot.- dije tratando de tranquilizarlo.- ¿Que quieres.... Pandora?... 

la pregunta impacto a mi hermano por hablarle con tal confianza que nisiquiera el se atreveria pues al ser la protegida del Dios del Inframundo en algunos casos era mas temida que respetada.

-¿La conoces Eric?- pregunto mi hermano

-Si Elliot, ella fue muy buena anfitriona en el tartaro junto con Deimos y Fobos- comente con un toque de sarcasmo.

-Veo que su alma ya se encuentra completamente apoderada de la vasija mortal... Señor Eros.- dijo Pandora al mirarme fijamente.- y respondiendo a su pregunta solo eh venido por el alma del mortal cuyo cuerpo ahora ocupa usted Señor.

-¿El alma dices?.- pregunte atonito de lo que recien habia escuchado, bien sabia que para que un dios pudiera habitar el cuerpo de una mortal el alma del mortal tenia que morrir, un cruel destino pero necesario para nosotros los dioses.

-Si Señor eros, eh venido por el alma del mortal que aun recide en el cuerpo.- repitio ahora acercandose mas a mi y en su mano una especie de botella aparecio.- Si me permite señor.

cuando pandora destapo la botella senti como una especie de corriente provocada por aire queria absorberme sin embargo no era tan fuerte, crei que no pasaria nada en especial pero de pronto un dolor en el corazon me indico lo contrario.

-Ahi esta- exclamo pandora al destellar de mi pecho una especie de luz blanca.- El alma del mortal es mia.- agrego mientras yo inmovil solo podia observar como pandora disfrutaba del momento en el que cumplia con su objetivo, todo iba en marcha hasta que de pronto en un abrir y cerrar de ojos todo se calmo ya no sentia la corriente y la luz habia desaparecido.

al reaccionar de lo acontecido descubri que mi hermano habia interrumpido a pandora por haberse distraido fijamente en mi, el se encontraba sobre ella propinandole golpes llenos de ira provocando que se rompiera la botella y ella lo mandese a volar, muy a pesar de que mi hermano es un dios, Pandora cuenta con la proteccion de un dios superior por lo que facilmente podia ganarnos, de pronto la imagen de pandora se fundio en un oscura sombra y se personifico frente a mi hermano quien seguia de rodillas.

-Señor Anteros, como se atrevio a interrumpir mis labores...- dijo tras materialisarse completamente. 

-Tu como osas a presentarte aqui tan campante- grito mi hermano mientras yo seguia sorprendido por lo acontecido.

-¿Para que quieres el alma del mortal?.... Pandora- pregunte para evitar que la batalla entre ella y mi hermano siguiera.

mientras pandora volvio hacia mi, mi hermano aprovecho para tomarla en sus brazos y obligarla a ponerse de rodillas.

-¡Disculpate con mi hermano!- exigia Anteros con ferocidad.

-L... lo siento- tartamudeo pandora sin mirarme a los ojos.

-No te preocupes Pandora, se que es tu trabajo- le dije mientras me acercaba a ella y nuestras miradas se cruzaron.

-Usted no conoce el rencor- balbuseo Pandora sorprendida.

-¿Porque tanto interes en el mortal?- pregunto mi hermano haciendo mientras seguia sometiendo a pandora.

-¡Dejala!- indique pero no sirvio de nada.

un ligero grito pero algo desgarrante se escucho salir de aquella chica que a final de cuentas solo eso era... una chica.

-Yo... - decia una y otra vez, y pude sentir que en su mente se debatia por decir o no la verdad dependiendo de la concecuencia que esto pudiera traerle. - Las unicas indicaciones que tengo son recuperar esa alma.

-No te creo- exclamo mi hermano quien no dejaba de enfurecerce, fue entonces cuando una especie de luz morada fluyo desde el pendiente de pandora cegandonos por unos instantes.

-¿Que es esto? Pregunto mi hermano tan sorprendido como yo.

-Este es el abismo del pasado- la voz de pandora se escuchaba por doquier.- aqui sabran todo lo que necesitan saber sobre aquel humano y su insignificante alma- tras escuchas esas palabras aparecio una puerta frente a nosotros la cual me causo una inexplicable curiosidad y me dirigi a ella tras descubir que podia caminar en este misterioso abismo.

-Eric ¿a donde vas?- escuche a mi hermano gritar pero hize caso omiso, tras cruzar la puerta que radiaba con luz solar provocando que me tapara los ojos con el brazo y al bajar la intensidad pude ubicar un lugar en especial.

el mismo dia de la boda del mortal, la misma escena, la misma sombra detras de Ella que ahora podia decir que era Pandora, pero definitivamente habia algo diferente yo fuera del cuerpo de Eric, al observar todo ahora como un invitado mas el panorama se me hacia tal vez un poco mas claro.

fue entonces cuando la sorpresa llego, el tiempo avanzo dias despues del sepulcro de Ella, me encontraba en una habitacion totalmete oscura, con las ventanas cerradas y en la cama Eric dormido, pero afuera parecian las 3 de la tarde y se sentia por el pequeño rayo de sol que se filtraba por alguna de las ventanas. 

fue entonces que escuche un eco que lo repetia una y otra vez "Mata el amor en tu interior" 

tras escuchar esto de una voz totalmente desconocida para mi el abismo me arrastro lejos del recuerdo de Eric y al darme cuenta ya habia hecho coneccion con sus sentimientos, en ese momento el estaba triste, decepcionado e iracundo en contra del amor.

-Asi es Señor Eros- dijo nuevamente la voz de pandora ya de vuelta a mi departamento- El es el mortal de aquella profecia- agrego muy seria.

The Art of Not Falling in Love (El Arte de no Enamorarse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora