HENRY III

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Henry III

-Despierta dormilón, la princesa desea hablar contigo. –El Burro empujaba el cuerpo inconsciente de Henry Sanders con una vara.

-Despierta basura, no hay tiempo para esto. –El Cuervo frustrado le pegó un puntapié en las costillas a Henry que aun yacía en el suelo.

Sanders hizo un gran esfuerzo por intentar levantarse, pero su cuerpo lo traiciono obligándolo a caer nuevamente al suelo

-¿Acaso quieres que llame al Zerstörer? –El cuervo era un niño muy temperamental que perdía la paciencia con mucha facilidad.

-Déjalo, está débil y sin energías, a fin de cuentas, no deja de ser un simple humano... No sabemos si le hemos roto algo con la golpiza que le hemos dado –El burro siempre intentaba recurrir al uso de la razón ante la inescrupulosa violencia de su compañero.

-Una golpiza bien merecida –Precisó el Cuervo- ¿O acaso olvidas el repentino arrebato de cólera que se apodero de nuestro querido invitado? ¡Intentó atacar a la princesa!

-Nos acabamos de deshacer de su amigo, ¿Qué reacción esperabas de nuestro desventurado invitado?

-Ustedes asesinaron a mi esposa... -Henry comenzaba a recobrar el conocimiento y escuchó la discusión- ... Ustedes, degenerados de m... –El cuervo lo abofeteo y llamo al Zerstörer a quien ordenó llevarlo junto a Tiffany, la niña que poseía el liderazgo de aquellos extraños infantes.

Unos minutos después, la criatura arrojó a Henry a una habitación en la cual lo esperaban todos los miembros del gremio de los niños huérfanos, La habitación estaba completamente vacía de inmuebles, la humedad estaba en el aire y había brotado una colosal capa de moho que cubría grandes secciones de las paredes. Frente a Henry se levantaba una plataforma bastante elevada en la que se posicionaban cuatro tronos simples y básicos, uno para cada miembro del gremio, y un quinto trono más elevado y que estaba ornamentado con multitud de cráneos humanos, este último para aquella a la que llamaban Princesa, aquella que lideraba sobre este gremio de huérfanos que se había formado en el oculto pueblito de Calmlake.

Henry observó cada uno de los tronos, en el primer trono se encontraba El Burro, era el más apartado y alejado de "La princesa" , en el segundo se encontraba el Cerdo, de su máscara sobresalía una cabellera negra ébano y Henry pudo notar que el Cerdo estaba tomada de la mano de Tiffany, el Payaso o "La princesa" quien ocupaba el destacado trono ornamentado que se posicionaba en medio de los demás... el cuarto trono pertenecía al cuervo y el quinto estaba ocupado por una niña que no poseía una máscara de aspecto animal, sino que simplemente ocultaba su rostro con una bolsa de papel que poseía dos agujeros para la visión del individuo que se oculte tras ella, este último niño le resultaba terriblemente particular al agotado Forense que ahora estaba esclavizado por el siniestro gremio.

-¿Q-qué es lo que qui-quieren de mí? –Balbuceo Henry casi en un susurro.

-Dirígete a la princesa de forma cortés y respetando en todo momento su título y superioridad gusano –Instó el Cuervo-. Y solo hablaras cuando se te ordene, si no puedes mantener la lengua en su lugar, el Zerstörer...

-¡Silencio Cuervo! –Interrumpió Tiffany-. Lamento mucho vuestra perdida Señor Sanders, le aseguro que Charlotte estará a salvo aquí, junto a nosotros, el hecho de que usted aun respire aun siendo testigo de los acontecimientos que ha visto y que vivió en carne propia en nuestro querido pueblo se basa solamente en el aprecio que le tenemos a nuestra nueva integrante, Charlotte.

-¿Cha...Charlotte? ¿Aquí? –Henry comenzó a mirar a su alrededor buscando algún rastro de su querida hija y sus ojos se posicionaron en la niña que poseía una bolsa de papel ocultando su rostro-. ¡Dejen ir a mi pequeña! ¡No pueden obligarla a quedarse en este pútrido y abandonado orfanato de enfermos mentales! ¡DEJEN IR A...! -El Zerstörer golpeo a Sanders en el rostro y acto seguido Henry cayó al suelo-.

-Deberás asimilar que Charlotte ya no es vuestra propiedad... -Advirtió Tiffany- oficialmente es una integrante del gremio y es relevada de tu parentesco, recuerda que esto es un orfanato, no existen padres aquí... Te estamos entregando una oportunidad de oro para que te retires sano y salvo de aquí, Vete Henry, Abandona Calmlake.

Henry se desmayó. 

C A L M L A K EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora