Emery II
Corriendo descalza hasta llegar al claro de un bosque, Emery Jones gozaba de júbilo, por fin había abandonado West Side, por fin había dejado atrás aquel poblado de malos recuerdos y había comenzado una nueva vida en el pequeño pueblo de Calmlake, un lugar de radiante belleza y que se encontraba rebosante de vida, los niños corrían y jugaban mientras que sus padres preparaban una barbacoa que desprendía un aroma que anunciaba que sería para chuparse los dedos, la señora Martha Díaz, la dueña de la cafetería "Honesty Coffee" había decidido poner descuentos irrisorios como siempre solía hacer y el señor Craig Walker saldría a pescar en su viejo bote como de costumbre, un día normal y corriente en Calmlake, un día pacifico de aquellos que cuesta hallar hoy en día.
En el claro del bosque Emery observaba a su esposo preparando el mantel y colocando posteriormente una canasta en la que había guardado una docena de sándwiches y una botella de vino tinto para brindar por los gratos momentos que estaban viviendo, pero en un abrir y cerrar de ojos, Emery se percató de que el cielo comenzaba a adquirir un tono gris, del bosque emergía una melancolía rebosante de tristeza y muerte. Emery Jones notó como Mike, su marido, se había quedado petrificado observándola, solo que sus ojos no se posicionaban en ella, sino que lo hacían en algo que se ocultaba tras ella, en la inmensidad del bosque melancólico de Calmlake, un sujeto de obesidad mórbida y ojos grotescamente prominentes que los contemplaba con una hostilidad alarmante.
El sujeto sostenía en su mano izquierda un hacha de leñador que estaba cubierta de sangre y en su mano derecha una bolsa de cuero marrón que contenía cinco bultos de los que manaba aún más sangre, del cuello de aquella grotesca bolsa Emery llegó a divisar que sobresalía un mechón de cabello rubio, fue entonces cuando aquel hombre comenzó a producir sonidos guturales y a abalanzarse sobre ella, Emery no lo dudó ni un segundo, comenzó a correr con todas sus fuerzas en dirección hacia el lago...
Fue allí donde sus ojos pudieron presenciar aquel terrible pandemónium, allí donde sus ojos posicionaran la vista solo podía observar un espejismo de lo que había sido Calmlake, aquel pueblito de ensueño que ahora su flora había adquirido una tonalidad obscura y melancólica, los arboles daban la impresión de haberse petrificado, una ligera pero cada vez más espesa neblina emergía de la oscuridad siniestra del bosque y Emery comenzaba a sentir pequeños escalofríos que reptaban por su espina dorsal, al dirigir su vista hacia el ahora afligido lago, notó que emergía una dantesca criatura que se podría vagamente describir como un gusano albino de unas dimensiones colosales que comenzaba a exhibir sus grotescos colmillos, se dirigía hacia un cuerpo inerte que yacía cerca de la orilla, la criatura comenzó a engullir a su víctima y fue entonces cuando Emery oyó un cántico que provenía de las profundidades del bosque, una melodía infantil que con aquel escenario solo podría significar una armonía maquiavélica. Diviso entre los arboles a dos infantes que caminaban tomados de la mano y que poseían mascaras que resultaban mórbidamente espeluznantes, los niños se acercaban a Emery, pero cuando ella intento huir ya era tarde, el hombre obeso estaba detrás de ella.

ESTÁS LEYENDO
C A L M L A K E
HorrorSinopsis: Las personas que van a parar a Calmlake raramente salen bien parados de allí, la mayoría termina en la locura, otros en el suicidio o otros simplemente nunca mas regresan. Nuestros protagonistas deberán hacer lo imposible por cumplir con e...