●Capítulo 22●

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¡Maratooon! TwwwT, les daré cinco capítulos ¡¿Qué tal?! Intentaré escribirlos seguidamente. Lo siento si tardo. 

Maratón 1/5

-Elsa-

—¿Te sigues sintiendo mal, nena? —Escuchó la voz de Aster por detrás de la puerta de este baño. En el cual me he encerrado varias veces durante estas dos semanas que he pasado aquí... El tiempo me ha pasado tan infernalmente lento. He contado cada día, cada luna, cada sol y cada atardecer y no veo señal alguna de Jack. Pero sigo manteniendo mi esperanza en alto, de seguro me están buscando y en algún momento me encontrarán; tarde o temprano, pero sé que lo harán y en ese momento quiero ver a Aster retorcerse en su sufrimiento, hacerlo pagar por todo el daño que me ha estado ocasionando. Pues mi miedo va aumentando cada día más, cada día Aster gana, sigue asumiendo que me quedaré aquí para siempre, ya que en todos estos días e internado escapar de sus garras, de miles de maneras posibles, pero no lo he logrado. Aster... No me ha tomado de nuevo desde esa vez... Menciona que esperará hasta el día de nuestra supuesta "boda", lo aborrezco tanto, su tacto es como una brasa en mí piel, nunca en mi vida había experimentado un asco como el que siento por él. Está enfermo, es un maldito degenerado sin escrúpulos. Es tan necio como una mula. Me aterra, pero intento lucir fuerte delante de él, para que sepa que nunca me dejaré doblegar, desde el día en que me encerró no dejaré de luchar. Yo estoy segura de que saldré de aquí.

Me trata como si fuese un perro el cual encierra en su habitación, al cual solo deja ir a ser sus necesidades y da de comer en el mismo encierro. Tengo que esperar mis necesidades durante horas, hasta que llegue para que me deje ir al baño. Tengo que aguantar el hambre, ya que a veces no tiene hambre en las mañanas y por ende no me alimenta a mí hasta la tarde que llega del trabajo.

Y se que algo anda mal conmigo. Me siento mal, he tenido bastantes mareos, me siento tan cansada, aunque no haga nada y lo empeora las náuseas. Lo culpo a él por su horrible comida de microondas, por la comida mal cocinada y por no dejarme salir a la luz del sol para nada, por mantenerme en un encierro inhumano y esta ansiedad que me ha estado dominando por no ver más que cuatro paredes. He llegado a vomitar en su habitación por estas arcadas constantes y aquel asco que me da tan solo el olor el ambiente que se encierra por no ventilarse. Desde que quise escapar por la ventana decidió no volverla abrir, a no ser que él esté presente.

Ante su pregunta me quede en silencio, tranquilizando mi respiración luego de haber vomitado. Mi garganta arde y lágrimas se me han escapado por el esfuerzo que emergí en la acción. He vomitado el desayuno que me acaba de dar, justo cuando iba a salir de la habitación el estomago se me revolvió y por ello me permitió venir corriendo al baño. Me encerré en el y ahora Aster espera afuera para volverme a encerrar.

Escuchó la puerta del baño abrirse, escuchó sus zapatos arrastrándose para luego sentir una pesada mano en mi hombro desnudo. Uso una blusa azul marino que me dio hace tiempo; de tirantes gruesos y un pantalón de mezclilla que ya luce como si me hubiese revolcado en fango, al igual que la blusa y yo. Mi cabello es una maraña, no me ha permitido bañarme y es una cosa demasiado asquerosa. El día que salga de aquí me bañaré con cloro y jabón de trastes.

—Es tu culpa —Refunfuñó pasando el dorso de mi mano por encima de mis labios. Aspiro por la nariz pesadamente. Me siento cansada, como me he sentido habitualmente desde hace una semana, me la paso durmiendo en su cama hasta que llega del trabajo y en ese momento me reusó a dormir de nuevo ahí, vuelvo a mi habitual lugar; quedando sentada en aquel rincón que ya tiene ralladuras de mis uñas en la pared, es una manera de sacar mi ansiedad por el estrés que me da estar sin hacer nada más que ver por la ventana. Así que él hace su "sacrificio" durmiendo en el suelo por mí, dejándome la cama libre por las noches. Sin embargo, algunas veces en medio de la obscuridad me despierto de repente, sin razón alguna... Yo se que me observa durante horas. Algunas veces me acaricia o me besa a la fuerza, pero cuando empiezo a chillar y suplicarle un poco de paz me suelta junto un berrido colérico y vuelve a echarse en el suelo; cubriéndose con una manta y reposando una almohada en su cabeza. O algunas veces soy yo quien duerme en el suelo, algunas veces no tiene ganas de dormir en el suelo y eso a mi me da igual, solo quiero estar lejos de él, lo más que se pueda.

Another Stalker |#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora