Another Stalker |＃２

FINAL PARTE 2

-Narradora-

Unas horas antes...

Anna había llegado con su padre, y con la preocupación a flor de piel llamo a la puerta, pero se calmó cuando su padre le abrió la puerta. El hombre tenía su cabello hecho una maraña y su bigote estaba despeinado. Anna no tardo en preguntarle el porqué de su ausencia y este con simpleza dijo que estaba cansado y muy estresado, así que se había pasado sus días de ausencia dormido, la mayor parte. Pero este salto de regocijo y alegría cuando su hija menor le aviso que por fin Elsa estaba en casa y justo ahora se estaba arreglando para ir a visitar a su hija. No le importaba que fuera tarde, además, no lo era tanto, solo eran las nueve... Bueno, si era tarde, pero a él solo le importaba mirar a su hija de nuevo y charlar un poco tiempo con ella, quería volver a escucharla, ya que pensaba no volver a hacerlo. Y pues, nada como el amor que le tenía a su adorada hija. Se le había estado haciendo añicos el mundo al plantearse la idea de que la fuera olvidando, para que no fuera tan doloroso y se había estado atormentando pensando que estaría sufriendo, pero al fin, ya estaba en casa sana y salva. El señor había estado riendo y colocándose la ropa con una alegre sonrisa y unas rojas mejillas adornando sus pómulos. Estaban a punto de partir con aquella aura serena, dulce y regocijante; todo cambió cuando su hija menor recibió una llamada y notando el semblante de esta, ambos hombres supieron que era algo muy grave.

—¿Quién era?, ¿Qué sucede, hija? —Cuestiono el hombre pelirrojo al ver a su hija menor tan angustiada, al contestar esa llamada al instante se puso a temblar.

—E-es Elsa, ¿Recuerdas que te dije que ya estaba en casa? —Balbuceo Anna al haber perdido el color de su rostro. Ella camino hacia la puerta y tomo su abrigo del perchero y se lo coloco con las confusas miradas masculinas encima de ella.

—S-si —Hablo el señor caminando hacia su hija, se estaba asustando verdaderamente. Atrás venía su esposo, Kristoff con un semblante de preocupación.

—Pues ya no —Ante ello, el pelirrojo y el rubio intercambiaron miradas confusas —Jack necesita nuestra ayuda ya, rápido —Anna salió por la puerta rápidamente y bajo las escaleras hacía su auto que estaba estacionado delante de la casa de su padre.

Detrás de ella iban su padre y su esposo, los cuales se colocaron a su lado. Su padre la tomo de los brazos encarándola, él también había perdido el color de sus mejillas tomando lugar a la tensión, se veía cuando este inhalaba y exhalaba con rapidez.

—¿Qué pasa con Elsa, Anna? —Cuestiono el hombre entre dientes.

Anna se lamio los labios sintiéndose de nueva cuenta cuesta abajo, de nuevo su ilusión se había pagado. Estaba más que dichosa con tener a su hermana de nuevo, al verla "bien" en casa. No podía creer que esa misma tarde ella había estado ahí y que hace apenas unos minutos le había marcado Eugene anunciándole la peor desgracia.

—A-Aster, papá, Aster volvió y se la llevó, Jack no pudo solo. Eugene me acaba de llamar diciéndome ello, debemos tomar la carretera a Sanfransokyo, para allá va Aster con Elsa, debemos impedir a toda costa que se la llevé, no podemos permitirlo.

Kristoff de inmediato a pasos apurados se acercó al auto y le quito el seguro a la puerta del copiloto con la llave.

Agnarr inhalo profundamente inflando su pecho y exhalo temblorosamente. Soltó los brazos de su hija y se regresó al porche de su casa sin mencionar palabra alguna, por lo que Anna miro la espalda de su padre hasta que esté tomó la perilla de la puerta y hablo.

—Voy con ustedes, váyanse adelantando yo los alcanzó. ¡Váyanse ya!

Anna asintió y se introdujo en el auto cuando ya su marido estaba en el piloto esperando.