Parte 2

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LUCAS

Me levanté temprano esa mañana, me esperaba un día largo, prendí un cigarro, me vestí, y llamé a Alan, esa noche tenia que llevarle marihuana que había conseguido con mi amigo "El Kokoa".
- Hola bo - le dije
- Que pasó?- preguntó el
-¿Podes hablar ahora?- le pregunto mirando por la ventana,
- Si, pero rápido ¿Que pasó? - Dijo el
- Tengo porro para hoy - le dije, el se rió y le advertí
- Mira que es un regalo gil, es para compartir con los pibes, no te estoy vendiendo, vos sabes que yo no vendo, regalo- le aclaré
- Sisi, Ya sé - Dijo el riéndose
- Bueno, nos vemos más tarde - le dije.
Voy a mi cuarto y veo a Mile durmiendo en mi cama, dios, era hermosa hasta cuando dormía con la boca abierta y se le caía la baba, de seguro estaba cansada, lo de anoche fue intenso, no, no es lo que creen, no tuvimos sexo todavía, la respeto mucho, es más chica que yo y hace relativamente poco tiempo que somos novios. Ella apareció cuando terminé un noviazgo medio raro que tuve con Bruno, obviamente nos llevamos bien porque descubrimos que funcionamos más como amigos que como pareja.

Acaricio a mi novia, beso su mejilla y me voy a la cocina a prepararle el desayuno.
Mientras lo hacía, a mi cabeza vino la idea de consumir un poquito de eso que tanto me daba vueltas y me despertaba del todo, pero sabía que en la reunión de esa noche lo iba a hacer de todas formas, me temblaban las manos, se me caía la baba, el cuerpo me lo pedía, y lo peor era que tenia un montón en mi cuarto, tenia que ser silencioso, ella no podía verme acelerado a esa hora de la mañana, entonces fui muy sigiloso, entré al cuarto, abrí mi mochila y allí estaba, me brillaban los ojos y el corazón ya se me aceleraba de solo pensar que mi ansiedad iba a tranquilizarse al tomar un poquito de la merca que había en mi mochila.
Fui al baño y lo hice, luego seguí preparando el desayuno escuchando electrónica, no podía parar, me sentia vivo, fresco, sentía que todo iba al palo, y sabía que de noche la cosa se iba a poner mejor, también sabía que estaba mal, pero otra vez juré que esa era la última vez que lo hacía.

MILENA

Me desperté sola, me parecía raro, el siempre se quedaba conmigo, nos quedábamos acostados hablando boludeces hasta que se nos hacia tarde, teníamos pila de comunicación, el más que mi novio es como un amigo, y eso es divertido, el es divertido, es una caja de sorpresas, siempre hacemos cosas alocadas en la calle, nos da otra adrenalina, se siente distinto, no sé, me siento segura al lado de el, me trasmite confianza.

Tengo que reconocer que aveces extraño un poco la tranquilidad de Agustín (mi exnovio), pero justamente ese fue uno de los motivos por los cuales se terminó la relación, eramos muy diferentes y eso nos llevaba a tener grandes discusiones por boludeces.
Lucas sabe eso, y está todo bien con Agus, hablamos mucho de nuestras antiguas relaciones, tenemos que hacerlo porque nuestros exnovios son parte de nuestro circulo de amigos, y además a la relación le hace bien porque somos sinceros uno con el otro y eso aumenta nuestra confianza.

Sigo acostada, me dieron ganas de fumarme un buen porro mañanero, agarro mi mochila y ahi veo mi vestido nuevo que iba a llevar a la juntada que estabamos planeando para esa noche, era hermoso, a las demás se les iba a caer el culo cuando me vieran llegar.
Vuelvo al mundo real prendiendome el porro y entrando a la cocina donde veo a mi novio preparándo el desayuno, lo veo muy entretenido mientras la música suena a todo volumen, bailo con el un ratito, lo beso y le digo
- Buen día -
- Hola hermosa- me contesta
- Hola bombón - Le contesté tomándole el pelo
- Sabías que hoy estas más hermosa que ayer?- me preguntó de golpe, me ruboricé y lo besé otra vez rodeando su cuello con mis brazos, el estaba algo raro, pero no me molestaba, me parecía re tierno que me diga esas cosas.

Fui al baño, cepillé mis dientes, odio estos brackets, lavo mi cara, y cuando paso la toalla para secarme el rostro, me encuentro con mi reflejo, cierro los ojos y a mi cabeza vienen imagenes de lo que pasó anoche, me da un escalofrío, los ojos se me llenan de lágrimas, lo volví a hacer, pero juré que era la última vez.

BRUNO

Otra vez no desperté en mi cuarto, hace un montón que no estaba en mi casa, con mi familia, pero por suerte estaba trabajando mucho y el poco tiempo libre que tenía lo usaba para descansar, en todo el verano no vi a mis amigos, los extrañaba un montón, lo bueno es que esa noche los iba a ver.
Miro la mesita de luz y al lado de mi billetera había plata y una notita que el cliente había dejado...

"Gracias por el buen rato, siempre la paso bien con vos, nos vemos más tarde."

No era un cliente más, era uno de mis favoritos, para ser de mi edad era caballero, buena gente y muy amigable, pero me daba rabia porque lo nuestro era prohibido, estaba mal, el tenía su vida, su relación, y por lo que tenía entendido las cosas marchaban cada vez mejor, ojo, no crean que yo estoy enamorado de el, yo me enamoré una vez sola en mi vida y fue hace mucho.
Lo que hago, lo hago porque no me queda otra, porque no puedo trabajar en otra cosa, vine a la capital a terminar el liceo y después tenía que trabajar de lo que sea, y conseguí esto. Pero no lo soporto, la situación es horrible, me da vergüenza decirlo, mis amigos no lo saben, mi familia menos, es obvio no? Lo que uno no le cuenta a los amigos menos se lo va a comentar a su familia.
Estoy esperando que me llamen de otro lugar, lo necesito, hay veces que tengo que reconocer que me gusta y lo disfruto pero la mayoría de las veces me arrepiento de lo que hago, me da vergüenza, y me da rabia no hacer nada y que todo siga igual.
Ojo, todos mis clientes son unos verdaderos caballeros conmigo, con la mayoría nos vemos seguido sin ningún tipo de inconvenientes pero hay casos como el de este chico que se arrepiente en seguida de estar conmigo, al principio me chupaba un huevo, pero con el tiempo me empecé a sentir culpable porque lo conocí un poco mas, juramos mil veces que iba a ser la última vez y volvió a pasar mil veces más.
Prendí un cigarro y le mandé un mensaje, nunca me contestó, pero estaba seguro que esa noche lo iba a ver.

SOFIA

Me desperté sabiendo que esa noche tenía que encontrarme con Bruni, ibamos a una reunión con algunos de los chicos que estuvieron en mi clase, obviamente me levanté contenta, porque a pesar de sentír que nunca me tenían en cuenta para nada, pero de todas las personas del grupo, esos siete boludos eran las únicas personas que extrañaba de verdad.

Tenía que estar espléndida, revisé en mi ropero sin saber que ponerme, me puse mil remeras, buzos, championes, pantalones, y ninguno me convencía del todo, no quería que mis únicos amigos me vieran después de tanto tiempo y yo luciera con la misma ropa que usaba meses atrás, cuando estabamos en clases, aunque en el verano me fui de vacaciones con mis padres y OBVIAMENTE compré mucha ropa, pero aún así quería salir a comprar, de a poco sentía como la necesidad de gastar plata aumentaba dentro de mi, sentía un cosquilleo en la panza que me recorría todo el cuerpo, me ponía ansiosa, inquieta, eufórica, lo tenía que hacer de una vez, pero me tenía que resistir a la tentación de comprar otras cosas, tenía que ir por algo en concreto, pero no sabía exactamente que era lo que quería comprar.

Entré a mi tienda favorita, saludé a Fabi, un viejo amigo que trabaja ahí, estaba angustiado, lo abracé preocupada
- Ay amigo, ¿Que pasó? ¿Porque esa cara de culo? No me digas que te peleaste otra vez con el negro Marcos, me encantaba esa pareja-
- No tarada! Anoche nos robaron - Dijo frustrado, quedé impactada
- Lastimaron a alguien?- pregunté
- Ay no, por suerte no, pero por suerte se llevaron un vestido que era espantoso- contestó riéndose malévolamente - era una mugrienta y un tipo con tatuajes en los brazos, eran re terrajas mi amor, salieron corriendo del local, igual a la chirusa que lo robó le va a quedar reventando
Yo? A GRA DE CI DA de que se lo llevara estoy, ni la denuncia le voy a hacer mira lo que te digo, eso sí!  Ya le voy a decir a mi negro que ponga la cámara de seguridad de una vez, sino esto es un desfile de gordas chochas asquerosas robandome prendas - Dijo el, no pude evitar reírme, amaba a este tipo, era gracioso hasta cuando estaba enojado.

Recorrí la tienda y vi un montón de cosas que me gustaron, ese cosquilleo aumentaba dentro de mi, necesitaba hacerlo...
"Mirá si es la última oportunidad que tenes para comprar estas prendas divinas"
Pensé
Y lo hicé
Pero juro que esta es la última vez.

La última vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora