LAS CUATRO PREGUNTAS BÁSICAS

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Dentro de cualquier paradigma o lente por la que escogemos mirar e interactuar con la vida, se puede decir que hay algunas preguntas básicas cuya respuesta nos permite acercarnos a saber la esencia del paradigma y también nos permite probar su sabor. El saber tiene sabor ya que el sabor es como un puente entre lo visible y lo invisible. Algunos ingredientes específicos, unas cien enseñanzas sobre el Camino del Sabor, se encuentran en el libro "Enseñanzas". Aquí lo que quiero explorar son lo que llamo las cuatro preguntas básicas, y te invito a que las respondas interiormente para que seas consciente de algunas de tus creencias.

La primera pregunta es si la vida es amistosa. En una entrevista que hicieron a Einstein le preguntaron sobre qué era lo más importante que se podía saber acerca del universo físico; tratándose de Einstein la respuesta esperada era una complicada formulación física y profunda, pero Einstein respondió:

- "La pregunta básica es si el universo es amistoso. Por supuesto -dijo- es infinito, misterioso y jamás sabremos todo lo que se puede saber sobre él, pero por fin lo más importante es saber si está de tu parte o está en contra tuya."

Uno cree que algo es amistoso cuando eso reacciona a sus expectativas. Si la vida está de tu parte es posible que siempre esté de tu parte, incluso en aquellos momentos en que parece todo lo contrario. Todos nosotros hemos vivido experiencias de forma negativa, pasa un tiempo y ocurre algo que vivimos de forma positiva, y reflexionando nos damos cuenta de que si no hubiera pasado lo primero tampoco habría pasado lo segundo; te pongo un ejemplo, te despiden del trabajo, como estás parado y no quieres quedarte en casa, te paseas por la calle en horas de oficina y te encuentras a un amigo que no veías desde hacía años que precisamente buscaba a alguien de tus características para un proyecto y te ofrece un trabajo mejor del que tenias antes; si no te hubieran despedido, lo más seguro es que no te habrías encontrado a ese amigo porque hubieras estado en la oficina. Esto le ocurrió a un amigo mío, pero estoy seguro que a ti te han ocurrido cosas parecidas.

Hay mucha gente que cree que el universo no es amistoso, y esto puede empezar en el mismo momento del nacimiento. Imagina que estás nueve meses muy cómodo, oscurito, te alimentan, estás calentito y un buen día, de golpe, empiezan unos movimientos bruscos, incluso a algunos bebés que vienen del revés los cogen con unos hierros fríos por la cabeza, los sacan, los cuelgan boca abajo y los sacuden para que lloren. Es posible que donde los llevan, lejos de su madre, no estén a la misma temperatura y pasen frío. Con toda la buena intención del mundo, les ponen un foco delante de los ojos para limpiarles -y no creamos que porque son muy pequeños no son conscientes, al revés, son más conscientes que los mayores-, en estas circunstancias es muy fácil que el bebé intuya:

"Yo no sé dónde estoy, pero sea lo que sea, estoy seguro de que este sitio viene a por mí, este sitio no es amistoso..Uno decide y así es. La vida tiene una cosa muy curiosa y es que siempre te da la razón. Si crees que la gente es mala y que va a por ti, te aseguro que esa será la gente que atraerás a tu vida. Si tenemos una percepción de la vida o una creencia concreta, la vida nos las confirma. Es muy cómodo decir que te pasan cosas malas por culpa de los demás. Nadie es responsable de todo lo que ocurre en tu vida, sólo tú. Si te ocurre algo que interpretas como desagradable es lógico que la primera reacción sea tristeza o enfado, lo importante es que esa reacción te dure el menor tiempo posible y preguntarte cómo eso que te ha pasado podría apoyarte ahora mismo o en el futuro. Cuando te planteas esa pregunta, por lo menos estás admitiendo varias posibilidades y amplías tu campo de visión, no te limitas sólo a ese hecho que al principio habías considerado desagradable y dejas de juzgar. En esos momentos la vida te suele dar la contestación.

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La segunda pregunta es si nosotros creamos nuestras propias experiencias o somos víctimas de ellas, y aquí tienes que definirte, o siempre eres víctima o siempre eres creador, las dos cosas no son posibles, o una u otra. Cuando uno hace algo que le sale bien, por ejemplo, alguien que emprende un negocio rentable, se siente orgulloso y se cree que es el mejor. Pero cuando sale mal, cuando no va como uno quiere, dice: "esto es la crisis, son los trabajadores que no cumplen, es el gobierno o la competencia". Uno prefiere dormirse y hacerse la víctima. Lo siento si es que te llevas un desengaño pero ambas cosas no son posibles; si piensas que eres el creador de las cosas buenas que te ocurren, aplicando la misma lógica, habrá que admitir que también eres el creador de aquellas experiencias de las que no estás tan orgulloso. Cualquier cosa que te ocurre, de alguna forma la has creado tú. Esto es fácil de explicar pero difícil de entender si te arrolla un camión. Si después de atropellarte un camión en un paso de peatones te digo que esta experiencia te la has creado tú, me responderás que estoy loco y que eso no es cierto porque, entre otras cosas, no eres masoquista. No, no es que seamos masoquistas, lo que ocurre es que la vida nos ha dado un grito simplemente porque no hemos escuchado sus anteriores mensajes. Tú has creado una fuerza en una dirección, has creado un movimiento energético, autodestructivo y la vida te ha respondido con el camión. Imagina que es un idioma y que el camión es la metáfora de ese idioma. Los acontecimientos externos son una metáfora perfecta de nuestras creencias interiores. Exteriormente los opuestos se atraen, interiormente lo igual se atrae, ahora ya sabes cómo se crean las cosas, si uno cree que el mundo y las personas son antagónicas, uno suele atraer este tipo de persona a su vida o juzgar cualquier gesto de otra persona como algo que n' te va a apoyar, normalmente cuando te ocurren cosas que interpreta que son desagradables, es porque has transgredido alguna ley espiritual (estos conceptos están desarrollados en Medicina del Alma II)

La Medicina del Alma - Eric RolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora