Inadvertidos, pasan sin darnos cuenta, no les prestamos atención; son los mensajes que la vida nos envía momento a momento, en cada instante. De todos ellos hay un reducido grupo a los que les prestamos más atención que al resto, son los que nos tocan el cuerpo, aunque la atención que les prestamos no es una atención consciente. Les prestamos atención porque nos duelen, nos pican, nos golpean o nos hacen daño; curiosamente seguimos sin entender su verdadero significado y la verdad es que no me extraña que vayamos por la vida dándonos golpes, sufriendo accidentes y teniendo enfermedades. Si tú fueras la vida y quisieras ponerte en contacto conmigo, posiblemente actuarías de la misma forma; empezarías con un tierno susurro, seguirías hablándome con suavidad, continuarías con una firme voz y acabarías con un grito seco. Este grito seria la dolencia, la enfermedad o el accidente.
Cada parte de nuestro cuerpo, tanto los órganos externos como internos, representan simbólicamente una área específica de nuestra vida. Dentro de este contexto, una enfermedad o una lesión es como una parte de nosotros que intenta dirigir nuestra atención hacia alguna área concreta de nuestra vida.
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Hace tiempo se produjo un acontecimiento en tu vida que está en relación con la zona afectada de tu cuerpo. Imagina que este acontecimiento es como una semilla que se ha quedado enganchada en esta área de tu vida y que ha generado una creencia.
Nuestro sistema de creencias es el resultado de la opinión que tenemos sobre las experiencias que han ocurrido en toda nuestra vida. Algunas de estas creencias nos han sido impuestas, otras las tenemos por costumbre, pero la mayoría han sido formadas por la percepción que hemos tenido sobre la sucesión de acontecimientos que hemos vivido, creencias sobre si ir a la escuela es bueno o malo, si se debe confiar en la gente o no, si somos personas de suerte o algo tan sencillo como la opinión que tenemos sobre los perros, probablemente determinada por si nos mordió alguno cuando éramos niños.
Todos tenemos algunos campos donde nuestras creencias tienen menos límites y otros donde tienen más. Observa lo que hay detrás de las palabras cuando te identificas con esa voz que dice "eso va a salir mal", "debe ser carísimo", "es imposible", "no me voy a curar" y otras muchas más.
Prueba a creer que las cosas que te ocurren te las has traído tú. Deja de juzgar, "esto es bueno", "esto es malo", las cosas no son ni buenas ni malas, sencillamente son. Uno le da sentido a las cosas que ocurren.
El Maestro Arnó es un famoso hipnotizador que en sus espectáculos utiliza unas gafas parecidas a las que todos llevamos; unas gafas invisibles. Explica a los hipnotizados que son unas gafas especiales y que cuando se las pongan verán a todo el público desnudo y así ocurre efectivamente, Arnó bromea haciéndoles mirar sus propios cuerpos y ellos avergonzados intentan cubrir su desnudez. También les da a comer cebollas crudas diciéndoles que son sabrosos melocotones e incluso en el escenario se quitan los hilillos del melocotón que se les han quedado entre los dientes.
Por supuesto estas gafas son imaginarias, pero te aseguro que no hay ningún truco, uno ve lo que espera ver, la vida siempre te da la razón. Llevamos puestas unas gafas y creamos nuestra realidad y nuestra vida a través de ellas. Estas gafas se construyen a través de las creencias, tenemos miles de creencias, redes de creencias.
Pero volvamos a nuestra semilla que con el tiempo ha ido creciendo alimentándose de nuestra subjetividad. Llevar las gafas puestas acerca de una creencia concreta plantea dos posibilidades, la primera es permitir que esa creencia se siga manifestando, y por este camino probablemente la semilla terminará floreciendo en enfermedad o 30 dolencias en el futuro, es sólo una cuestión de tiempo. La segunda, más agradable, es escoger cambiar la creencia.
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La Medicina del Alma - Eric Rolf
SpiritualLA MEDICINA DEL ALMA ¿Te has preguntado alguna vez por qué existen las enfermedades? ¿Por qué nos damos golpes o sufrimos accidentes? Si hay una causa para un resfriado que solemos atribuir a cambios bruscos de temperatura o las acciones de los v...