La bestia del infierno necesita encontrar su flor más preciada, aquella que lo hara sentir y dar su propia vida para protegerla.
Naruto se niega a ser débil a ese sentimiento que invade su pecho al ver a la chica de ojos plateados, pero a la vez...
Las lágrimas no dejaban de deslizarse por mis mejillas mientras algo parecido a una sonrisa se mostraba en su tenebroso rostro y el miedo recorría cada parte de mí cada vez que sus ojos recorrían mi cuerpo.
—"Eres mia pequeña muñeca, eres mi juguete perfecto".
¿Cómo llegó a pasar esto? Me pregunte si de verdad la vida me odiaba tanto para dejarme caer en estas cosas tan terribles.
Pánico, asco y se puede decir que hasta sentí odio. Cada noche que aparecía con una sonrisa tan maquiavélica y me obligaba a desnudarme frente a él de lo contrario si no lo hacía me abofeteaba para luego él mismo romper mi ropa junto con mi alma. Los gritos de cada noche aun me persiguen al cerrar los ojos. Muchas voces gritando en los oscuros cuartos, la desesperación al pedir una ayuda que nunca llegó para muchas. La desesperación de estar atrapada por un monstruo sin tener alguna escapatoria.
No sabía en que lugar me encontraba, lo último que recuerdo es que estaba en mi cama y al despertar ya estaba Aquí. Tenia miedo, mucho miedo, ese lugar era un infierno un lugar fuera de lo normal. Pero no lo fui la única , otras chicas también vivieron eso y vivían con el miedo, esto no era un mal sueño era una aterradora realidad.
Quien nos tenía encerradas y atrapadas era una especie de Psicópata, un hombre que usaba un antifaz blanco y cubría su cabeza con una capucha que ocultaba muy bien su rostro. Él solo buscaba mujeres y niñas que tuvieran algo valioso o una belleza inigualable, las raptaba y abusaba de ellas de todas las formas que el creyera posibles. A todas nos vestía de múltiples vestidos, de todos diseños y diferentes colores. Nos dejaba a cada una en una gran habitación de paredes blancas donde solo en su interior podían habitar dos personas, y en ocasiones solía juntarnos a todas en un gran comedor donde se podían observar sujetos con capucha moviéndose de un lado a otro. Podíamos recorrer algunos lugares del castillo pero todo daba miedo que preferíamos estar todas en un mismo lugar si era posible.
Ese era un lugar aterrador ya que habían muñecas gigantescas que eran exactamente como una persona.... pero lo escalofriante era que esas muñecas inmóviles y de ojos vacíos alguna vez estuvieron vivas. Tenía una obsesión con las muñecas y eso éramos para él.
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Cuando el Psicópata sabia que sus preciadas muñecas podrían envejecer y perder su hermosura decidía matarlas sin hacer tanto daño al cuerpo y luego las llevaba al sótano donde las abría, las colgaba hasta que toda la sangre abandonara su cuerpo y hacia el proceso para crear una nueva muñeca humana.
Se eso porque una vez que después de abusar brutalmente de mí quiso seguir con esa tortura. yo lo golpeé y a rastras me llevo a ese sótano, me encerró con los cuerpos y restos de algunas mujeres dejándome inmóvil, el olor de ese lugar era realmente irrespirable. Creo que vomite unas cinco veces hasta que ya no pude más, temblé cada vez que veía los rostros pálidos de aquellas mujeres y niñas. Lo peor de todo es que había una chica que aun seguía con vida y me miraba con un rostro pálido de absoluto terror con sangre saliendo por todas partes de su cuerpo, su piel pálida y los ojos tan abiertos que parecía se le saldrían de la cara. débilmente susurraba con una voz muy aguda arrastrando cada sílaba:
