do you love him?; yoonseok.

y

⇀fox rain↽ capítulo tres.

Hoseok miro a su alrededor encontrándose con aquel techo de color crema, seguramente renovado recientemente por el olor a pintura que llenaba la habitación, sus manos estaban a cada lado de su cuerpo sin reaccionar todavía, sus labios cerrados pero aun con el color rosado vivo que lo caracterizaba con un pequeño corte en la orilla de esté, sus mejillas estaban un poco pálidas por el frio junto a un leve raspón que no dejaría marca pero duraría semanas en sanar, sus piernas estaban tapadas por una gran cobija muy afelpada que rescataba a aquella habitación fría como en invierno pero aquel olor hizo que se alarmara.

Alfas, el olor potente que llegaba a picar su nariz eran de mucho alfas, estornudo quejándose por el dolor en el pecho que se hizo presente, Seokjin lo había empujado muy brusco, su cuerpo adolorido era gran evidencia de la fuerza de uno de esos alfas salvajes, gruñó enfadado al saber que no pudo hacer nada contra ese estúpido alfa, la próxima vez que lo viera le daría un golpe en su pene para dejarlo sin descendencia aunque no estaba mal, así nunca tendría hijos con Yoongi por lo menos eso lo tranquilizaba y su corazón lo agradecería por lo menos no estaría tan dañado como estaba ahora.

Pero ahora que lo pensaba mejor, Seokjin había actuado por instinto su omega estaba en peligro así que actuaría de la manera más salvaje para proteger a la persona que amaba, soltó el aire que retenía desde hace un rato—sin ser consciente que lo estaba reteniendo—, recordando el nombre de ese omega, Yoongi, sólo pensar en ese chico de cabellera negra le volvía a crear un tormenta en su mente, sus ojos se llenaron de agua salada —parpadeando muy rápido para no dejarlas salir y que se viera débil— al recordar como su mayor intento ayudarlo pero fue inútil, escuchando los gritos asustados hacia Seokjin, implorando que lo dejara pero nunca hizo nada más—sus manos fueron a sus ojos quitando con rudeza el rastro traicionero de finas hileras de agua salada—, no lloraría, estaba dolido pero no dejaría salir ninguna lágrima por un omega que le dijo que deseaba nunca haberlo conocido.

—Hoseok hyung, espero esté mejor —reconfortó Jungkook entrando a la habitación con un café en sus manos y se lo tendió enfrente de su rostro.

—Jungkook, gracias —tomó el café entre sus manos sintiendo el calor tibio que se colaba en sus manos y cerrando sus ojos al soplar el humo que salía de allí— pero me duele el corazón todavía, ese tonto me dijo que deseaba nunca haberme conocido —dijo en un hilo de voz y tomó un sorbo saboreando ese amargo sabor combinado con lo dulce de la crema—, ese imbécil logró dañarme con esas palabras pero aún así mi corazón y mi mente piensan en él, ¿puedes creerlo?

Otro alfa que estaba cuidándolo se volteo a verlo con compasión, era otro de sus amigos, Yugyeom, un dulce chico que cursaba el mismo año que Jungkook, esté lo miró pero no le importó y siguió tomando su café en un silencio tranquilo.

—Sí puedo creerlo hyung, tiene el derecho de pasar su duelo como usted guste y no tenga miedo de llorar porque eso lo hace una persona fuerte —soltó Yugyeom con simpleza y volvió a centrar sus ojos en un libro.