do you love him?; yoonseok.

epílogo

⇏inferia!

cinco años después.

Han contado miles de historias de parejas destinadas que por mala suerte o avaricia fueron separadas, se sentía afortunado por lo que había pasado, su corazón había encontrado a su otra mitad sabía que si no pudieran estar juntos seguiría con su vida pero no se sentiría completo, no estaría a gusto completamente pero aprendería a sobrellevarlo, toda persona aprende a sobrellevar ese vacío que trata de llenar a su manera y ahora que puede llenar ese vacío con lo que verdaderamente es suyo le vuelve feliz, absolutamente feliz y lleno. Y ahora estaba allí viendo el cielo azulado lleno de nubes que dejaban brillar al sol en su máximo esplendor, nadie está preparado para enfrentar la vida pero lo hizo, aprendió a sobrellevar su dolor, protegió a los suyos, aprendió miles de cosas alrededor de gente de confianza y fue una verdad que lo hizo mejor persona.

—¡Hey, pareja destinada! —alardeó Jungkook con una sonrisa en sus labios corriendo hacia ellos.

No pudo evitar sonreír al ver a ese joven chico que se convirtió en todo un adulto, observó su caminar al éxito con orgullo y paciencia, lo ayudó en sus días difíciles como en sus triunfos, se sentía orgulloso al ver a su menor hecho un alfa de bien y justicia.

—¡Jungkook! —gritó emocionado y abrió sus brazos para recibirlo.

El sentir el aroma delicioso de su menor era relajante, esos brazos firmes pasar por su cintura le hizo sonreír en grande, se sentía como un padre orgulloso porque ese niño que le había jurado amor eterno estaba allí, mirándolo con una sonrisa, con una alegría que le cautivo en su momento y una vez más su pecho se infló de orgullo. Observó sobre su hombro a su marido que sólo tenía un rostro neutro junto a una arruguitas en su frente avisando que estaba molesto, sonrió divertido al saber que estaba celoso y se sintió una vez más afortunado por la familia que le había tocado.

—Yoongi —saludó Jungkook entre sus brazos.

—Jungkook —susurró con los ojos entrecerrados— los honoríficos, mocoso —sentenció molesto.

—Sí, sí como sea —respondió con voz divertida—, ¡pero mira que tenemos aquí! —exclamó feliz, realmente feliz al ver su vientre hinchado.

—Está en cinta —confirmó Yoongi con el pecho inflado de orgullo.

Vio a su menor con una sonrisa llena de felicidad, se alejó lentamente del cuerpo fornido, caminando con pasos tranquilos hacías su alfa que le abrió sus brazos al ver que necesitaba su amor, se sentía protegido, se sentía amado, sentía que su cachorro seguramente estaba saltando de felicidad al sentir a su padre junto a él.

Jungkook se sentía como el mal tercio, seguía soltero esperando el día en que Hoseok le quisiera de verdad, tal vez en esta vida no le amaría pero en otra ellos serían los protagonistas de un gran amor, como le encantaba soñar con aquellas cosas pero al ver como su mayor era tan feliz decidió irse del lugar, con una sonrisa se despidió y se fue caminando, sentía que su aire se acababa al no tenerlo junto a él con sus risas escandalosas, sentía como su corazón se desvanecía entre sus dedos como agua, quiso llorar pero alzó su rostro mirando hacia enfrente y se fue dejando todo atrás, hasta al amor de su vida. Se había rendido y no se sentía mal.