do you love him?; yoonseok.

u

⥟yok yok⥞ capítulo cinco.

Jimin no le contestó, siguiendo su camino hacía su edificio, no tenía ganas de hablar tampoco, así que sólo recostó su cabeza en el lomo de su amigo que ahora miraba hacia el cielo oscuro, donde las estrellas habían escapado dejando sola a su madre llena de vergüenza que se ocultó detrás de las nubes grises que adornaban ahora, sus manos jugaron con el pelaje del lobo que se retorció al sentir leves cosquillas, haciéndolo sonreír un poco.

—Fue tonto decir eso, disculpame —susurró con tranquilidad—, para aquí, por favor —pidió amablemente y el lobo dejó que se bajara.

Jimin volvió a la normalidad quedando desnudo ante él, sus mejillas se volvieron rosadas al ver ese cuerpo musculoso junto a unos cuantos tatuajes que quería poder observar de cerca, dio un paso enfrente tratando de ver un pequeño tatuaje que adornaba el lado derecho del pecho, intentó tocarlo pero una mano lo impidió y alzó su mirada, encontrándose a centímetros del rostro de su contrario.

—Lo siento —dijo con vergüenza y sus mejillas se calentaron más.

Jimin tomó con su mano su barbilla, acercándolo más, sintiendo el roce de los labios rellenos junto a los suyos, su cuerpo tembló pero no de miedo sino de nervios, su corazón se aceleró más de lo normal, escuchando el retumbar hasta sus oídos y se sentía tan débil ante él, que su cuerpo flaqueó.

—No sabes lo que dices Hobi —Jimin habló con tranquilidad.

Sintiendo el choque de su aliento caliente sobre sus labios, su cuerpo respingo intentado alejarse pero Jimin no lo dejó irse, abrazándolo de la cintura, pegándolo de golpe a su cuerpo desnudo, escuchando el retumbar del corazón contrario que estaba igual de desenfrenado y sintió un suave beso posarse sobre su frente.

—¿Qué significa todo esto? —preguntó en un hilo de voz.

—Que sueles ser muy tonto —Jimin respondió con una sonrisa en sus labios—, siempre quieres salir de tus problemas de la manera fácil y yo no quiero que te arrepientas después.

Jimin se acercó a la misma estatura que su menor, tomando sus labios, dejando un suave beso con sabor a cariño, cerrando sus ojos para poder disfrutar unos segundos esa pasión que pudo haber sido en algún momento, su corazón se disparó hasta sentir que le faltaba aire, separándose lentamente y encontrándose el uno al otro junto a una sonrisa tranquila.

—Eres el mejor omega que puede conocer un alfa —comentó Jimin con una sonrisa y se separó—, nunca bajes la mirada, que todos sepan que eres un omega fuerte, también se vale llorar pero cuando lo hagas yo estaré de apoyo como tú lo estuviste conmigo cuando mi madre murió.

Lo miró a los ojos sorprendido, de nueva cuenta su corazón bailaba en su pecho, Jimin era muy reservado al hablar de su progenitora así que una vez más se sintió especial, sintiendo cómo lo tomaba entre sus brazos, pegando su rostro en su cuello, sus ojos se cerraron, disfrutando el momento, ellos dos disfrutaban sus compañías y eso lo hacía más fuerte.

—Jimin —exclamó con una sonrisa, sus pies temblaban como gelatina haciendo que se cayera al suelo junto al nombrado que lo sostuvo en todo momento.

Se sentía fuerte pero pensaba en las palabras de su mayor, quería escapar de la manera más fácil y esa no era la respuesta, no estaba destinado a Jimin porque ese beso no fue como besar a Yoongi, no fue igual de especial pero lo intentó y sabía que hasta el fin de sus días, ese hombre que ahora pasaba por su mente estaría muy lejos de su corazón.

—Siempre te apoyare, amigo mío —susurró Jimin con una sonrisa y se aferró más a su cuerpo.

Yoongi vio todo sintiéndose traicionado pero no tenía derecho para ir a reclamar, sus celos fueron mucho más que comenzó a dar zancadas hasta llegar pero algo lo interrumpió, los sollozos de Hoseok se escucharon, haciendo que su corazón se moviera de tristeza, ¿él tenía la culpa? No lo sabía, bueno en parte tenía la culpa, lo rechazo de la manera más fría para no sufrir viendo al omega día y noche, como si todo fuese normal, como si hubiesen viajado años atrás viendo como Hoseok solo era su amigo.

Él había luchado por estar junto a Hoseok, con prejuicios y todo pero no le importó.

¿Cómo es que se había arruinado tanto?

Vio por última vez a Hoseok entre los brazos de Jimin, se dio la vuelta caminando de nuevo al edificio de los omegas, su compañero de cuarto Jisoo debía de estar preocupado por él, soltó una sonrisa al recordar como Hoseok lo regañaba cuando no lo veía por días, sintiendo los golpes en su pecho que no eran tan fuertes, solía reírse de las caras de su menor, de como hacía aquel triángulo en sus labios.

—¡Min YoonGi! —gritó Jisoo y tiró su celular dramáticamente en su cama.

— ¡Kim JiSoo! —respondió gritando, rodando los ojos divertido y se quitó sus zapatos.

—Casi llamaba a Hyukie para que me ayudara a buscarte —Jisoo murmuró con un puchero.

—Jisoo sólo fui a caminar, tengo sueño —dijo con pereza y se acostó en su cama—, mucho sueño —cerró sus ojos intentando no pensar en nada.

—Está bien, Yoongi —sonrió Jisoo tapándose con las cobijas—, buenas noches.

Yoongi no dijo más tomando la sabana de su cama y tapándose hasta la cabeza, cerrando los ojos, yendo al mundo de los sueños, donde seguramente él sería un alfa, donde Hoseok sería sólo suyo.

—Hobi —susurró adormilado y el nombrado estornudo cuando caminaba hacía su habitación con ayuda de una alfa.