Rompimos... ¡¿Devie?!

Capitulo 14

Cuando termino el día de trabajo ambos decidieron ir a tomar algo y de paso sacar un turno para la primera ecografía de Evie.

--¿Dónde quieres ir? -pregunto el cuándo ya estaban en el auto.

--No lo sé, Ben. En realidad no sé qué puedo y que no comer así que... ¿helado?

--Buena idea, pero primero vamos a la clínica.

--E es esta bien. -él la miro con una sonrisa tierna y tomo su mano con delicadeza, llamando su atención.

--Tranquila. Todo estará bien, ya lo veras.

--Pero ¿y si no es así? ¿Y si mi bebé tiene algo malo? Sería mi culpa, no quiero eso, quiero que este sano.

--Y lo estará, Evie, tranquila, respira profundo, solo sacaremos un turno, en unos días podrás verlo. -ella asintió rápidamente y empezó a respirar con dificultad tratando de relajarse.

Cuando llegaron a la clínica fueron directamente a donde se hacen las ecografías para sacar el turno.

--Hola Brenda, quiero sacar un turno para una ecografía. -dijo el rey mientras la chica de azul se sentaba temblorosa del miedo.

--Claro majestad, ¿es para usted?

--No, es para mi amiga, está embarazada y debe hacerse el primer control.

--Está bien... ¿De cuánto tiempo estas cariño? -pregunto dulce la enfermera

--Cin cinco semanas

--De acuerdo, entonces, tu primera ecografía será en una semana cuando ya cumplas las seis semanas. Y deberías venir acompañada, siempre es mejor compartir la emoción

--Está bien...

--No tengas miedo, lo más probable es que tanto tu como el bebé estén bien. Ahora dime ¿Cuántos años tienes?

--Diecisiete.

--Que joven, ¿cómo es que aún no estás en la Isla de los Perdidos?

--¿Qué?

--Oh, emm, en realidad no está permitido que una mujer menor de dieciocho tenga un bebé, Evs, pero debido a como quedaste embarazada y tu historial con el reino, yo y el concejo decidimos que no serias condenada y que contarías con el apoyo del reino.

--¿Por qué no me dijiste nada?

--No quería preocuparte, ya estas demasiado inestable emocionalmente como para agregarle eso.

--¿Entonces...?

--Eres completamente libre de tener tu bebé aquí en Auradon y nadie puede juzgarte por eso. Lo mismo pasaría con Mal, Lonnie o Jane si quedaran embarazadas.

--Bien, si no hay problema, necesito tomarte otros datos para empezar tu historial médico ¿de acuerdo?

--Si.

Luego de una hora, salieron de la clínica y fueron a una heladería.

--¿Entonces... es ilegal que un menor tenga hijos?

--Si, es por mantener la integridad del reino. Claro que hay excepciones, tu eres una, Mal y yo somos otra, nosotros podríamos tener un hijo ahora ya que el reino siempre necesita herederos y las edades no importan en la realeza, ya ves a Blancanieves, se casó a los catorce y tuvo su primer hijo a los quince.

--Pero, no entiendo ¿Por qué me otorgaron el perdón? Yo no soy de la realeza.

--Pero salvaste al reino de los villanos dos veces, eres heroína. Tienes el perdón para la mayoría de las leyes, claro que si matas o envenenas a alguien serás condenada, pero por cómo eres sé que eso nunca pasara.

--¿Sabes si la familia de Doug está enterada de esto?

--Creo que si, Gruñón está en el concejo, debe haberles dicho. Pero no te preocupes, no pueden acercarse a ti ni a tu hijo, estas a salvo de ellos.

--Gracias Ben

--Es lo menos que puedo hacer, tú me salvaste de Harry Hook, dos veces.

--Eso no es cierto, fue Mal.

--Olvidas cuando estábamos luchando, tu golpeaste a Harry para distraerlo y que yo escapara a pesar de que casi te apuñala por mi culpa, luego lo distrajiste con la bomba de humo mi sacaste del muelle causando que te golpearas y te causaras algunas heridas, todo por protegerme. Te debo la vida Evie.

--No recordaba eso.

--Pues yo si. El que debe agradecer aquí, soy yo. Gracias.

--De nada. Pero tú me salvaste Ben, mi vida era un infierno hasta que llego tu proclama, si no hubieses hecho eso por nosotros, seguramente Carlos seguiría siendo un esclavo de su madre, Jay seguiría siendo un ladrón, Mal seguiría lastimándose por decepcionar siempre a su madre y yo estaría muerta.

--Si que tuvieron vidas difíciles ¿eh? Sabía que debía traerlos, lo sé desde pequeño.

--Y acertaste. Gracias.

--De nada -tomo su mano con delicadeza y la acaricio suavemente logrando que ya no se sintiera tan sola.