Final parte 5 de 6

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Las dos semanas habían pasado rápidamente y las cosas no habían mejorado, por empezar, Sofía solo estaba tranquila si estaba con su mamá lo que estaba volviendo a Mal y Jay locos, no podían estar todo el día en el hospital y si dejaban a la bebé ahí por mucho tiempo tenía el riesgo de contagiarse de alguna enfermedad.

La salud de Evie tampoco estaba mejor, no había cambios, pero, seamos realistas, un cuerpo sin alma es muy difícil que se recupere por sí solo, y ella aun no escogía con cuál de sus hijos quedarse, Jayden intentaba convencerla de que volviera, pues su hermanita la necesitaba mucho. Además, sin que su madre supiera, estaba ideando un trato con los dioses para que le concedieran la vuelta a la vida bajo algunas condiciones, pero se le estaba complicando un poco conseguirlo.

Pero volviendo al mundo de los vivos, Mal ahora estaba con el cuerpo de Evie mientras esperaba al médico que acababa de entrar.

--Buenos días, Mal, ¿Pudiste dormir bien anoche?

--No dormí nada doc., no pude, hoy se cumplen las dos semanas y ella no ha despertado... no quiero perderla.

--Lo sé, pero ya sabes lo que ocurrirá, debemos desconectarla y dejarla que se vaya en paz -los ojos de la chica se llenaron de lágrimas.

--No quiero.

--No seas egoísta, quieres que se quede, en coma, en una vida inútil solo porque no quieres sufrir la perdida. Deberías estar feliz de que al menos logro dejarte dos hijos hermosos.

--Ella me prometió que criaríamos a nuestras hijas juntas, ella nunca rompe las promesas.

--No te aferres a eso, su cuerpo ya no va a reaccionar, deja que su alma se vaya en paz.

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Evie y Jayden estaban frente a una de las ventanas de la cabaña, una que permitía ver y escuchar el mundo de los vivos, pero solamente donde estaba el cuerpo de ella, es decir, a la habitación dentro del hospital que le habían asignado.

--Mamá ya escuchaste al médico, quiere desconectarte. Debes volver ahora.

--Jayden, no lo sé, no quiero dejarte.

--Y yo no quiero que dejes a mi hermanita y la tía Mal solas, ambas sufrirán muchísimo si decides quedarte. Por favor mamá, vuelve. Y no me digas excusas vacías -dijo al notar que estaba por refutar -Sé que tú también quieres volver. Además ya viste lo destrozada que esta la tía, te ama, ya la escuchaste cuando se te declaro hace unos días, tú también la amas a ella, no quiero que pierdas eso.

--Solo dame unos minutos más, por favor.

--Mamá, ya te tomaste demasiado tiempo, es ahora o nunca literalmente.

--Bien...

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--Mal, vamos.

--Bien, la dejare ir, pero dame unos minutos para despedirme.

--De acuerdo, vendré en 10 minutos a desconectarla. -El medico salió y la dejo sola permitiendo que quebrara en llanto, no quería, pero debía.

--No puedo creer que deba hacer esto ahora... siempre creí que yo me iría antes que vos por todo lo que hacía... Evie, gracias. Tú viste lo que nadie más quiso ver en mí y me ayudaste incluso cuando te rogué que me dejaras. Conquistaste mi corazón de piedra y lo ablandaste hasta el punto en que prácticamente me era imposible negarte algo. Me diste el mayor regalo que alguien podría haberme dado -acaricio su vientre enorme de nueve meses con lágrimas en los ojos mientras que con su mano libre tomaba la de Evie -Solo puedo agradecerte... no puedo, no puedo dejarte ir, no puedo perderte. Despierta, por favor, te lo suplico. Despierta...

Cayó de rodillas junto a camilla hundida en un mar de lágrimas, rogando por un milagro, hasta que sintió una suave caricia sobre su cabello obligandola a levantar la mirada...

Rompimos... ¡¿Devie?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora