Capitulo 4

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--¿Cómo que te vendía? No entiendo, ¿a quién te vendía? -el más pequeño del grupo seguía siendo demasiado inocente.

--A los villanos... a los hombres de... de la Isla... s saben que no hay pro... prostitutas allí... solo una... y era yo... --quebró en llanto, Jay la abrazo y ella enterró su rostro en el pecho de él.

--¿Ella te obligaba, cierto? -pregunto Mal mientras le acariciaba la espalda con dulzura, la peli azul no pudo decir nada por lo que solo asintió mientras soltaba un sollozo. -Ay Evs... ¿Desde cuándo te hacia eso? -Evie se separó de Jay y se dispuso a decirles todo

--Desde mi... mi cumpleaños número nueve... cuando aún era sorda

--¿Eras sorda?

--Lo fui por tres años... mi madre me golpeo por comer un trozo de pan y perdí el sentido del oído... luego lo recupere con magia a los once...

--Eso debió ser horrible

--No tanto como lo que me hicieron los demás villanos... pero ninguno fue tan malo como el primero -volvió a llorar esta vez mas esta vez mas suavemente.

--¿Quién fue hermanita? -Evie solo pudo mirar a Jay a los ojos y así dándole a entender quien fue, pero por las dudas lo dijo:

--Jafar

--¿Por qué no me sorprende? -Jay se levantó molesto empezando a dar vueltas por el cuarto.

--No tendría por qué hacerlo... después de todo él... ya... ya sabes -Evie bajo la mirada se sentía sucia, usada e inútil, pero sobretodo sentía que había traicionado a su mejor amigo no una o dos veces, sino que fue por lo menos unas once o doce veces, no importaba que la hubiesen obligado, tuvo sexo con Jafar y eso no se perdona.

Pero Jay no opinaba igual solo pudo mirarla y ver lo herida que estaba, pasaron muchas cosas juntos por órdenes de sus padres y no podía abandonarla justo ahora, ella no lo había hecho a propósito, la obligaron, la violaron, la maltrataron y le provocaron heridas tan profundas que a pesar de que sanaran seguirían presentes el resto de su vida generando grandes problemas. Solo pudo sentarse a su lado y abrazarla con fuerza suplicándole su perdón en nombre de su padre. Cuando pudo salir del shock momentáneo de que lo hiciera de repente, le correspondió el abrazo. Cuando se separaron notaron que ambos estaban llorando.

A todo esto Carlos y Mal los miraban aun procesando todo lo que les acababa de revelar su mejor amiga. No podían entender como hizo para ocultarlo durante casi un año sin que nadie se diera cuenta.

--¿No te enojaste?

--Claro que no Evie, no lo hiciste a propósito, además, sabes que no podría enojarme contigo, no después de...

--No lo digas, eso aun duele demasiado, no podría escucharlo viniendo de ti sin quebrarme de nuevo

--A mí también me duele mucho, pero ya no podemos hacer nada -la abrazo nuevamente

--Evie -la llamo su mejor amiga haciendo que la mencionada volteara a verla ya más tranquila -Te prometo que no dejare que eso vuelva a pasar.

--Gracias Mal... pero aquí no creo que eso vuelva a pasar.

--Hay algo que aun no entiendo... ¿Por qué recién ahora esto comenzó a afectarte?

--Supongo que es porque este es mi primer aniversario de esto aquí en Auradon y mi subconsciente me pide que lo supere o al menos lo acepte

--¿Cómo sabes que hoy es el aniversario?

--Hoy es... es mi cumpleaños.

--¿Es por eso que nunca nos dijiste cuando era tu cumpleaños? Porque no querías festejarlo ¿verdad?

--Si, me trae demasiados malos recuerdos, desde cuando nos expulsaron a la cueva porque mi madre no me dejo invitar a Mal a mi fiesta hasta... bueno... la noche que perdí mi virginidad

--Todo es culpa mía

--¿Por qué seria tu culpa Mal? Mi madre es quien eligió todo esto

--Porque yo le dije a mi madre que estabas haciendo tu fiesta, yo le pedí que la terminara, solo porque estaba celosa, no me gustaba que tanta gente llamara tu atención cuando yo batallaba todos los días en la escuela para que me prestaras atención, perdí tanto tiempo en eso que cuando volviste quise volver a dejarte solo para mi haciéndote dormir por cien años. Si no hubiese estado celosa no te habrías ido y tu madre no te habría hecho todo eso... perdón... perdóname.

--Te perdono. -de la alegría, la peli morada abrazo a Evie provocando que sus rostros quedaran demasiado cerca el uno del otro.

Rompimos... ¡¿Devie?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora