Con su ropa de cama, sedas blancas que cubren hasta sus muslos,
se propone a liberar el desahogo de un día, fatal...
La anhelante tranquilidad llega después...
Después de un grito de furia,
tal vez, de un baño de escancias,
o de un psicofármaco... estimulador.
Estira su cuerpo sobre el lecho, afloja sus músculos,
inicia su ritual de relajación, entrecierra sus ojos y deja que un mínimo de luz ingrese por los párpados... le teme a la oscuridad,
siente...
Cómo todo su cuerpo inicia ese trance difícil de describir,
el no saber si está consciente o sus pensamientos no han dejado de divagar...
Afloja centímetros a centímetros cada articulación,
la conexión mente, espacio físico, equilibrio está llegando,
la plenitud de poder lograr la meditación la motiva a que su alma se libere salga a cazar luciérnagas para irradiar la oscura habitación.
Tan plena, tan única, tan sutil.
Piel blanca, pálidos párpados , dedos de pianistas, cabellos enredados, una deidad ante sus ojos.
... Esos ojos que la miran desde el más allá.
De repente la eleva por el aire, absorbe su aroma, se alimenta de su ingenuidad.
¿Ha perdido tan anhelada conexión, que siente que alguien bambolea sutilmente su cuerpo?
¿Es su imaginación o alguien le respira sobre su cuello? No quiere abrir los ojos,
Cree estar segura de que no se trata de un sueño ni muchos menos de una quimera.
Un suspiro frío recorre su espina dorsal, cuando siente la palma de una mano apoyarse sobre su vientre...
y dedos tamborinos marcar un ritmo crucial sobre él...
La invita a mirarlo.
Sonrisa socarrona,
vestido de blanco... como un alma pura la mira expectante,
ojos azules que transmiten paz...
porte de experimentado, cabellos grisáceos, un ángel perfecto.
Le da una vuelta, le acaricia el alborotado cabello de la joven, la mira sonriendo, la invita a hacer el amor en una danza exótica,
donde el único contacto es el roce de sus finas prendas, el arrobamiento que él le ha quitado le ha sido suficiente para presentarse.
-Soy el invitado esta noche- le dice el joven con voz cautivadora. Inclinado su medio cuerpo hacia adelante.
- No me temas, ninfa de mi reino te llevaré a donde perteneces,
tú me perteneces, tu alma ya es mi alimento, la mandaste a cazar luciérnagas y ha encontrado a una antorcha... que te preservará por toda la eternidad...
Sólo antes de partir te pido algo... baila conmigo...
como dos terrenales enamorados.
El invitado la ennoblece, le hace promesas de dioses, le tararea una apuesta melodía parecida a un último deseo, tan munífica y atrapante... ella no presta atención a las escasas palabras, emitidas, con un vaivén de su cabeza dice que si a todo...
El invitado de la noche, su caballero de fábulas, sonríe feliz, ha cometido lo que se propuso.
La joven siente frío trata de enderezase para buscar frazadas.
-No es un sueño- le dice- No es tú meditación la que te provoca el frío.
-Me dijiste que si a todo- le dice con sonrisa burlesca.
El invitado de la noche, la toma con sutilezas, la eleva al más allá... ella quiere gritar, no tiene voz.
Quiere llorar, no le salen las lágrimas, quiere escapar...
No puede,
se dejó endulzar por esa voz hermosa, y ahora comprende que el danzarín de la noche,
No es un ángel.
Es leviatán en busca de un alma pura.
Un alma que salió a vagar,
que salió a jugar...
pero se tardó en regresar... su cuerpo está frío.
Su ropa de seda blanca, cae sobre el piso como cenizas en el mar.
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+-+ By: Mariana +-+
(Líder de la Comunidad)
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Baúl de Los Recuerdos CDE
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