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— ¿Qué haces aquí? –pregunte una vez que cerré la puerta atrás mío dejando a Jonathan desconcertado en la habitación.

— ¿Tú qué haces en la habitación de tu jefe? ¿Y en toalla?

En mi habitación hubo un daño y mi jefe me ofreció su habitación mientras arreglaban la mía, ¿Tú que haces aquí?


— Te dije que tenía una conferencia en New York –contesto.

Felicitaciones Lia,por tu memoria de pollo

-Y parece que a tu jefe y a mí nos pusieron por error la misma habitación –dijo y fruncí el ceño.   

— ¿Qué número te toco?

— El 909 –me dijo mostrándome la tarjeta de la llave, mire bien.

— Es el 606, idiota –le dije pegándole mientras le volteaba bien la tarjeta con el numero corregido—, ven –tome su mano llevándolo lo más lejos de ese lugar.
   

¡Bravo vida, bravo por esa semejante casualidad! 

Espera –me dijo deteniéndome- ¿Por qué no vamos a recepción y nos quedamos enla misma habitación? –pregunto y lo quedo mirando fijo sin saber que decir- ¿Me
escuchaste? 

— Sí, es solo que estoy en viaje de negocio y no creo que sea algo profesional que nos quedemos juntos

— ¿Segura? –pregunto frunciendo el ceño.  

Si  

Te noto rara,Lia -me dijo mientras comenzábamos a caminar de nuevo.1

— No estoy rara, es solo que me caíste por sorpresa  

— No sabía que ibas a estar en este hotel en New York, además se supone que debe alegrarte que este aquí, ni siquiera me has dado un beso de bienvenida, ni un abrazo   

— Sebastián...

— ¿Qué? –pregunto serio- no me digas que estos años sola te hizo olvidar todo lo que te he enseñado –me cuestiono, abrió la habitación mientras tomo mi brazo y me empujó hacia adentro-, cuentame Lia, ¿voy a tener que enseñarte a como comportarte de nuevo?

— No –di un suspiro y me acerque a el a darle un pequeño beso pero antes de
rozar sus labios tomo mi cuello con sus manos y me estrello contra la pared.    

Cuidado con estarme engañando con tu jefe, que yo no me entere que si quiera
él te ha mirado de mas, eres mía Lia, para toda tu maldita vida, recuerda que
no te conviene tenerme de enemigo –
restregó sus labios contra la míos, sin
delicadeza, sin tacto, totalmente agresivo- soy tu dueño, recuérdalo –me dijo
fijando sus ojos en los míos, dándome esa mirada fría y tenebrosa de siempre-,
ahora lárgate, tengo una conferencia en media hora.


Me soltó bruscamente alejándose de mí, no lo pensé ni dos veces y sali de aquel
lugar. Le debía una explicación a Jonathan, y tenía que decirle algo creíble,
¿Pero qué?

Al entrar a la habitación que compartía con Jonathan lo vi arreglándose la
corbata, ya estaba vestido en un hermoso traje negro, pero era hermoso solo
porque lo traía el puesto.  

— Alístate, tenemos reunión en quince minutos con el abogado –señalo en la cama
un hermoso vestido de color negro.    

— ¿Por qué tanta formalidad? –pregunte al ver lo elegante del vestido.  

— El abogado me llamo y me dijo que hoy se hará una cena antes de decidir todo
lo de la herencia, es como un tipo de cena amistosa
–tome el vestido entre mis
manos y me senté en la cama.+

— ¿Es obligación que vaya? –pregunte y él se me acerco colocándose al frente
mío, se agacho para estar un poquito a mi altura.  

— ¿Qué paso entre Sebastián y tú? –mire sus ojos mieles y me dieron tantas ganas
de decirle la verdad.

— Nada, solo quería saber que hacia aquí.  

— Parecía más que eso –dijo y fruncí el ceño- digo, se le vio molesto cuando te
vi en mi habitación.

— Aún tiene celos, ya sabes, fuimos novios por mucho tiempo –el ladeo un poco su
cabeza mientras sus manos se apoyaban en mis rodillas sobándolas un poco-+

— ¿Segura que no pasó nada?

— Si Jonathan, no pasó nada.

— ¿Te vinieron algunos sentimientos ahora? –pregunto.    

— Si –dije confesando a medias-, es eso, me descubriste –torcí un poco la boca-,
pensé que no me daría duro al verlo de nuevo, pero algunos sentimientos siguen
ahí y es duro ver que no estamos juntos ya+.

— Pero ahora estas con alguien mejor –me dijo sonriendo-Soy alguien mejor,
¿Cierto? –
pregunto. 

Tome su cara entre mis manos y la acerque a la mía, sonriéndole, junte nuestros labios y el me correspondió aquel beso, un beso  tierno, delicado y quizás hasta lleno de amor. 

— Si eres mejor,Jonathan- el me sonrió.

— Cámbiate cariño, si te quedas aquí triste no te vas a divertir, vamos y nos divertimos en la cena

— Está bien, pero ¿Te puede pedir un favor?   

Dime    

— No me dejes sola en toda la noche.

— Te prometo que nunca te dejare sola –me dijo y una tranquilidad invadió mi cuerpo, porque se le notaba sincero, como si me hubiese dicho en forma de promesa.  

Le sonreí mientras tomaba el vestido y entraba al baño para arreglarme. El vestido era realmente hermoso, y sé que al estar junto a él iba a combinar más aun. Me hice un maquillaje suave en tonos dorados con las sombras, me recorrí el cabello en un pequeño tomate algo despeinado mientras algunos mechones caían  por mi rostro.    

La verdad me veo bien para hacer todo de último minuto.


— No sé porque las mujeres se demoran siempre –me grito Jonathan desde afuera.   

— Ya estoy lista –dije saliendo del baño.


El se volteo y se quedó  inmóvil viéndome, se acercó a mí, tomo mi cintura y me beso. Amo sus besos, amo la forma en que me toma delicadamente y me besa, amo la forma en que se adueña de mí en pequeños gestos.


— Te vez hermosa –me sonrió-, una foto 

    

Coloco su celular de nuevo en temporizador apoyándolo a algún lugar, me puse de frente a él abrazándolo y se oyó un pequeño sonido avisándonos que la foto había sido capturada.

Otro maravilloso momento con el.

El dueño de mi vida. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora