-Explícame por favor que está pasando,Lia
— Jonathan... -me senté en la cama dando un suspiro.
— ¿Es tan grave? –pregunto y yo asentí-¿No terminaste con él? –pregunto y esta vez negué, de el salió un suspiro algo pesado- ¿Lo quieres? –pregunto de nuevo y negué-, entonces ¿Por qué no terminas con él? –pregunto, pero esta vez no hubo
respuesta. Jonathan se agacho delante mío ,buscando mi mirada-, cuéntame desde el principio, ¿Cómo se conocieron?— Yo...
— ¿Tu que, mi amor?
— Yo era prostituta.
Deje salir esa carga pesada y él se alejó inmediato de ti, soltó un suspiro
mientras pasaba su mano por su cara, miro el techo por unos segundos tratando de calmarse, tomo un silla y la coloco frente a mí para sentar mirándome de frente.
— Hace cuatro años -Segui pero el me corto.
— ¿Por qué lo dejaste?
— Lo conocí a él en ese lugar –mis lágrimas comenzaron a salir por mis mejillas involuntariamente apenas comencé a hablar-, él iba todo los días y preguntaba por mí, luego me dijo que si podíamos salir a tomar un helado un día.
— ¿Aceptaste?
— Si, el comenzó a salir conmigo, me llevaba a cenar, me llevaba a lugares lindos, me hacía alejarme de ese horrible mundo en el que estaba...
— Te enamoraste –afirmo.
— Sí, me enamore de el.
— ¿Qué paso después?
— Me dijo que me saliera de ese mundo, que él me iba a cuidar, pero luego comenzó a tratarme mal
— Explica que es "tratar mal" –apoyo su codos en su rodillas acercándose más a mí
— Al principio solo eran celos, no le gustaba que otro hombre mi mirara asi que me dejaba encerrada en la habitación por días.
— Lia...
— Un día me harte y le dije que quería salir, que estaba aburrida, ese día me golpeo hasta el cansancio -Jonathan sujeto mis manos al ver como mis lágrimas
incrementaron- después de ese día me golpe todas las veces que él quería, me obligaba a acostarme con él, me obligaba a ser su esclava.
Jonathan me quedo mirando sin saber que decirme, estaba en shock por todo lo que le estaba contando, no le había contado esto a nadie y él era el primero, él era el primero en quien lograba confiar plenamente.
Abrió su boca para decir algo, pero parece que tuviera una guerra de
pensamientos en su cabeza y no sabía muy bien que decir.
— ¿Te escapaste para viajar a Canadá?
— No.
— ¿Cómo te dejo venir?
— Él quiere vivir en Canadá, pero como tiene antecedentes de agresión no le dieron la visa, asi que me mando a mi primero para radicarme allá y al estar casados podía recibir la visa.
— ¿Están casados?
— No -negué en seguida- yo le dije antes de venirme que mejor nos casáramos cuando todo estuviese resuelto en Canadá.
— Al menos hiciste una cosa bien.
— Jonathan ...
— ¿Cuándo pensabas decírmelo?
— Es algo delicado, no podía decírtelo en seguida de la noche a la mañana.
— Entonces dejaste que me enamorara de ti para soltarme todo eso.
— ¿Enamorara?
— Si Lia, estoy malditamente enamorado de ti, nunca he estado enamorado de alguien, el amor duele y por eso no lo hago.
— El amor no duele ,Jonathan
— ¿Ah sí?, dime ¿lo vas a dejar a él para estar conmigo? –me quede callada y el asintió.
— Quiero hacerlo
— No, no quieres hacerlo o si no lo harías sin pensarlo.
— No es tan fácil
— ¿Qué no es fácil ,Lia?, ¿Abandonar a una persona que te maltrata?, ¿Eso no es fácil?
—¡ No es como tú piensas¡
— Ay por favor, ahora no me digas que lo sigues amando.
— ¡Yo lo odio! -Espete con frustración
Se levantó de la silla algo frustrado.
— ¿Entonces por qué demonios no los dejas?
Baje la mirada al suelo mientras mis mejillas se llenaban de nuevo de lágrimas, se arrodillo de nuevo hacia a mí pero esta vez me beso, me beso delicadamente, como si quisiera solucionar todo con aquel beso y casi lo logra.
"Encuentra a una persona que te haga olvidar todas las cosas malas, encuentra a una persona la cual ames con todo tu corazón y que ella te amé de esa manera igualmente, encuentra una persona que te llene de paz y nunca la dejes ir"
Las palabras de mi padre venía a mi mente desde el momento en que conocí a Jonathan, desde el primer momento en que nos reímos juntos, desde el primer momento en que
sus brazos me hicieron sentir protegida.— Vamos princesa, déjalo.
— No puedo.
— Dime porque no puedes –pego nuestras frentes mientras nos mirábamos.
— No quiero decirte.
— ¿Por qué?
— Me vas abandonar
— No nena, no te voy a dejar, te lo prometo.
— ¿Seguro?
— Si, créeme –miro mis ojos- te amo,Lia no pienso dejarte ni dejar que él te siga tratando mal.
— Jonathan...
— Dime.
—Yo también te amo .
Junto nuestros labios de nuevo, esta vez profundizo un poco el beso, un beso totalmente lleno de amor, termino el beso dándome pequeños y tiernos cortos besos.
— Tengo una hija –le dije interrumpiendo los besos, él se alejó un poco de mi mirándome a los ojos- una vez intente dejarlo y en un intento de que no me fuera tomo a mi hija y le hizo un corte en su bracito, tenía siete meses ,Jonathan, era una bebe, ella no se merece que le haga daño y si lo dejo la va a matar – Solloze, dejando salir todo las lágrimas que había en mi-me juro que si lo
dejo la mata –mire a los ojos de Jon que no dejaban de mirarme sin saber
que decir-, soy capaz de dar mi vida por mi niña Jonathan, ella es mi todo, es mi vida entera, ya entiendes porque no puedo dejarlo, ¡Ya entiendes porque estoy
condenada a una vida miserable! –grite.— Escúchame bien –coloco sus manos en mis mejillas acercándome a el-, tú y esa niña no van a vivir una vida miserable, ¿me escuchaste?, te juro que no voy a dejar que les pase nada malo, te lo prometo ,mi amor –me metió en sus brazo y de
nuevo estaba segura.
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El dueño de mi vida. [TERMINADA]
RomanceAun no entiendo como termine aquí, no entiendo cómo mi vida tan común y normal se convirtió en casi un infierno. Le pertenezco, y no de una forma linda o romántica, no. Básicamente le vendí mi alma a al diablo,o no, peor, se la vendí a Jonathan Ange...