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Había descubierto algo esta semana, me gustaba estar entre sus brazos.

-Levántate, ya llegamos.

Me acomodo en el asiento y sin abrir mis ojos aún me estiro en él, doy un sonoro bostezo y me sacudo intentando dejar toda la flojera atrás.

Cuando abro mis ojos me encuentro con una mujer al frente mío, sus ojos cafés me miraban fijo detallándome de pie a cabeza, mire a mi lado donde se encontraba Jonathan leyendo un periódico, aclare mi garganta y el volteo a verme sonriendo.

-Jazmyn te presento a mi esposa LIa de Angelo y amor, te presento a mi hermana, Jazmyn Angelo –me quede callada sin poder creer lo hermosa que era su hermana, era de tés blanca, su cabello era castaño, tenía los ojos cafés casi mieles, no llevaba ni una pisca de maquillaje y se veía perfecta, ¿Qué hará para no tener ojeras?. Nota: Preguntar después.

-¿En serio así me piensas presentar a tu esposa? –el la miro extrañado

-No sé cómo mas presentártela ,hermana

-Jonathan conociste a una mujer, te enamoraste de ella, te casaste en un Mc Donald y ahora simplemente me la presentas así como si nada.

-Agradece que al menos te la presente.

-¡Angelo! –Grito ella tirándole un pequeño cojín que tenía a su lado haciéndome reír.

-¿Por qué te ríes?, ¡No es gracioso! –me cuestiono el.

-La verdad si, ya me cae bien ,Jazmyn.

-¡Chócalas! –me dijo ella estirando su mano para que le diera los cinco lo cual hice.


El solo soltó un bufido levantándose de su asiento mientras Jazmyn y yo seguíamos riendo atrás de él.


Jonathan hoy me levanto con urgencia de que teníamos ir a New York, Estados Unidos, sinceramente me tomo algo por sorpresa, pero me dio mucha ilusión ya que nunca había visitado New York y por lo que he visto es una ciudad muy hermosa, aunque Jonathan me amenazo con llegar diez mil abrigos ya que en esta época del año hacia demasiado frió y era cierto, solo de salir del avión sentí el frió entrar en mi cuerpo y al parecer él lo noto, ya que se colocó al lado mío y me abrazo.


Sí, me gustaba estar entre sus brazos.

-Jonathan –le dije una vez que Jazmyn estaba algo lejos de nosotros.

-Dime...

-¿Qué hacemos en New York? ¿Y en qué momento subió tu hermana al avión?

-Cuando entramos al avión te dije que me esperaras, cuando regrese ya estabas durmiendo y bueno venía con ella, y venimos a New York porque Max me pidió venir a revisar el testamento, además de que parece que hay una anomalía.

-¿Anomalía? –pregunte extrañada-

-Lo sé, yo tampoco sé que es, pero ahora vamos a ir directo donde el –dijo y asentí, el me miro sonriendo-

-¿Qué paso?

-Tienes las mejillas y la nariz roja –dijo riendo-

-Hace mucho frió.

-Lo sé, estamos dos grados –dije y yo  abri los ojos sorprendida.


De un momento a otro se detuvo, puso su mano en mi mentón y me acerco a él mientras unía nuestros labios. Jonathan últimamente me besaba así, de repente, solo porque quería besarme y sentir mis labios junto a los suyos. Me gustaba eso, me gustaba mucho.

El dueño de mi vida. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora