8- M

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- Es la última vez en mi vida que me monto en ese trasto, me oist… - coloqué mi mano mientras pasaba la arcada… suspiré sintiéndome débil, y seguí a Hakyeon para bajar de aquella avioneta del infierno.

-Si, te escuché, ahora camina y ve por tu equipaje – lo miré malhumorado y él solo sonrió.

Sabía  que había disfrutado mi mal viaje, la sonrisa que no ha abandonado su boca desde que me mostró nuestro transporte especial me lo confirma.
Aquella lata de sardinas que estoy seguro que vuela de forma ilegal, me había revuelto las tripas y me había hecho pasar el peor viaje de mi vida sin discusión por el primer lugar.

Me dirigí en busca del equipaje. Me sentía todavía mareado y estoy seguro que estaba más pálido de lo normal y fue en esos momentos que me arrepentí de haber traído tantas cosas porque demonios, apenas y podía conmigo mismo, ni pensar en esas dos maletas.

Miré a Hakyeon en busca de ayuda y me puse algo nervioso al no encontrarlo hasta reparar en que estaba algo alejado abrazando a dos señoras.

Perfecto!! Justo cuando lo necesitaba el se encontraba de cariñoso… supongo que esas deben ser su mamá y su abuela.

Con un esfuerzo sobre humano logré arrastrar mis maletas hasta donde estaba Hakyeon. Supiré arrepentido.
No debí empacar tanto, tenía miedo de que en este campo incivilizado me fuera a faltar algo pero… ahora estoy considerando que hubiese sido mejor pasar alguna escasez  antes de cargar esto que se sentía como plomo en mis brazos.

-No nos vas a presentar Yeonnie? – la sonrisa de Hakyeon se borró cuando me miró. Garraspeó.

-Lita, omma, este es Jung Taekwoon… mi.. mi novio – ambos nos sonrojamos con el término, porque era la primera vez que lo usábamos en frente de alguien.

-Hola Taekwoon!! Hemos escuchado tanto de ti!! – la madre de Hakyeon se acercó a abrazarme de forma efusiva y yo solo pude quedarme en tensión… en serio odio que me abracen.
Ella al parecer notó mi incomodidad y se apartó apenada.

Era una hermosa mujer, de cincuenta y tantos y de ella había sacado mi secretario su lindo color de piel.

-Hola!! Y sí, es verdad que hemos oído hablar muuuuucho de ti… sobre todo las quejas de Hakyeon!! – la abuela de Hakyeon, una anciana de pelo blanco que se veía fuerte y socarrona, me miró de arriba abajo detenidamente. Al parecer la señora no tenía pelos en la lengua.

-Deben estar muy cansados, nos vamos? – con una sonrisa Hakyeon asintió y se marchó abrazando a las dos mujeres, mientras yo comenzaba nuevamente a batallar con mi equipaje.

-No deberías ayudarlo? parece muy cansado Yeonnie – habló la abuela de mi secretario, él cual solo me lanzó una mirada inquisitiva y al verme con la barbilla alzada orgullosamente sonrió.

-Él no necesita ayuda Lita, de todas maneras yo soy la mujer de esta relación – y sin más me dejó allí pasando trabajo.

Cuando alcancé el coche todo el mundo me esperaba algo impaciente. Montaron mi equipaje y emprendimos el viaje.
Atravesamos un pequeño pueblo que asumo y es Changwon, realmente esperaba que no quedara mucho de viaje no creo que mi estómago pueda resistir mucho más.

La vista era bastante agradable, el lugar era muy limpio. Al ser ya de noche había varios carteles encendidos “Biblioteca Cha”, “Restaurante Cha”, “Correo Cha”, “Talleres Cha”… adonde quiera que miraba estaba el Cha… al parecer estos Cha eran los dueños de todo el pueb…. Espera Cha?

Miré más atentamente por la ventanilla y los Cha seguían apareciendo. Con la boca abierta miré a Hakyeon a mi lado cerca de la puerta contraria… podía ser posible?

I hate you BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora