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-Quisieras… quedarte un poco más… aquí… conmigo???

Tranquilo Hakyeon, seguro solo quiere charlar un rato, es sábado y no son ni pasadas las diez.
Prácticamente escapamos de la fiesta, así que, tal vez, solo quiera compartir un rato antes de dormir… si debe ser eso…

Entonces por qué me mira con esos ojos tan penetrantes?

Por qué su agarre en mi muñeca y el leve roce de sus dedos me intentan distraer?

-Yo… debo cambiarme y… - Estaba listo para todo menos para la cara de hámster abandonado… creo que nada en el mundo me prepararía para ver al “gran Leo” haciendo un puchero… - y… volveré en unos minutos.

Si su cara de decepción me tomó por sorpresa, su mirada iluminada y emocionada por mis palabras me asombró mucho más.

Esta definitivamente, estaba siendo una de las noches más raras de mi vida.  

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Pasé toda la fiesta en un estado total de nervios. Estaba preocupado de que alguien me reconociera, de decir algo equivocado…
… y luego estaba Taekwoon.

Sí, porque, lejos de ayudar él solo contribuyó a mi estado de nervios.

Creo que si estuvo 5 minutos sin tocarme durante la casi hora que estuvimos en la fiesta fue mucho.

Él realmente se aprovechó de que no podía emitir queja alguna sobre su “venganza”, aunque… si soy sincero… no me molestaba completamente su intento de venganza… porque no me molestaban sus roces, sus besos y sus palabras de cariños, lo que realmente me molestó fue que estuviese tan contento saliéndose con la suya.

Después de deshacerme de todo mi vestuario femenino y de tomar una rápida ducha en el proceso, una interrogante llegó a mi mente.

Tal vez Taekwoon se veía tan contento con mi compañía por qué yo... estaba vestido de chica?

Tal vez él solo estaba tan emocionado con su venganza por qué le parecía atractivo como chica?

Tal vez… a él… solo le gustaba mi… yo femenino?

Con un suspiro resignado me dirigí hacia la sala. Supongo que ahora que vuelvo a ser yo ya no querrá pasar tiempo conmigo… y extrañamente no podía evitar sentirme decepcionado con la idea.

-Tus pies están adoloridos verdad?… - lo miré confundido – es una pregunta estúpida de mi parte, es obvio que después de andar con esos zapatos en la fiesta debes sentirte adolorido.

Taekwoon me miraba con lo que parecía una mezcla de preocupación y alivio.

Asentí a sus palabras y un poco cohibido me senté en el sofá a su lado, lo más alejado posible de él.

-Te preparé un café… como te gusta – lo miré asombrado mientras él dejaba la bebida en mis manos. Alcé la ceja contrariado, desde cuándo hámster vil se comportaba tan… educado y… espera!! Está sonrojado?
Quedé con la boca abierta. Él me sonrió al toparse con mi mirada fija, y ahora era yo el sonrojado. Aparté la mirada avergonzado y traté de concentrarme en el café, y en el dulce sabor al cual me había acostumbrado por obligación pero que en la actualidad disfrutaba mucho… extrañamente, exactamente como la compañía de mi jefe.
Lo espié con la esquina de mis ojos y lo encontré con la vista concentrada en mi bebida.

-Mmmm… no preparaste para ti? – me sentí un poco incómodo, siendo el único bebiendo café cuando sabía de la debilidad de Taekwoon por el mismo.

-Si lo hice – él parecía confundido.

-Quieres… quieres del mío? – sus ojos me miraron con sorpresa para luego sonreír travieso.

I hate you BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora