I hate you Boss

29 - A

- Sabía que te encontraría escondido aquí – lo abracé por la espalda mientras besaba su mejilla.

Taekwon estaba en la cocina, su lugar preferido después de nuestra cama, preparando distintos bocadillos.

-No estoy escondido, estoy preparando la comida para todas esas bestias que hay allá afuera – se giró para besar la punta de mi nariz, se alejó un poco de mi y me hizo dar un vuelta en el lugar – te he dicho lo hermoso que luces hoy??

-Sí, pero no me molesta seguir escuchándolo… y tú también luces muy bien hoy, igual que siempre… si tan solo te dignaras a que te vieran... llevas toda la noche aquí, no me has dejado presumirte – le dije colocando mi mejor cara de cachorro abandonado con su puchero preferido.

Él suspiró, y se quitó el delantal dejándolo sobre la mesa.

-Está bien, está bien… me convenciste… - me miró resignado - toma prueba esto – acercó un dulce a mi boca y solo pude arrugar la nariz.

-Es chocolate??Wonnah voy a ponerme como una vaca – me quejé pero tomé el dulce de su mano mordiendo un poco la yema de sus dedos para molestarlo.

Él se acercó haciéndome retroceder, quedando atrapado entre la encimera y su cuerpo completamente pegado al mío.

Llevó los dedos con restos de dulce y que anteriormente habían sido mordidos por mí, lentamente a su boca, lamiéndolos suavemente y haciéndome imaginar todo tipo de cosas.

Este hámster!!!

Se acercó y deslizó su nariz en una caricia por todo mi cuello haciéndome suspirar anhelante. Llegó hasta mi oreja mordiendo delicadamente el lóbulo provocando un estremecimiento por todo mi cuerpo.

-Hay cierta… parte de tu cuerpo… que me encanta lo que le hace el chocolate – me sonrojé recordando que es lo primero que me suele aumentar de tamaño cuando tan solo engordo un poco. Delineó mi mandíbula con besos, hasta finalmente llegar a mi boca e invadirla con su lengua de una forma lujuriosa, y dejándome a mi como la mantequilla.

-Qué tal si tú y yo… vamos arriba y… - no sabía muy bien lo que decía, solo que quería desesperadamente tener a Taekwoon sin nada de ropa para mi.

-OH no, no, no!! – se separó de mí dejándome descolocado por la falta de calor repentina. – lo siento, por muy tentadora que sea la oferta debo dignarme a que me vean no es así?? – entrecerré los ojos con rabia y le saqué la lengua mientras me cruzaba de brazos – ya, ya, no te enfades – comenzó a dar besitos en mi cuello – te prometo que después te compenso… ahora, pueden los anfitriones de su fiesta de compromiso compartir un rato con los invitados?? – suspiré y tomé la mano que me ofrecía mientras asentía todavía enfurruñado y me ganaba un suave y cariñoso beso que me hizo sonreír. - Así luces mejor vamos??

Si, lo sé, soy muy fácil de convencer.

En mi defensa, debo decir que el hámster conoce mis debilidades… y sabe que la principal, es él.

Y sí, después de 6 meses saliendo, y 3 viviendo juntos, finalmente, Taekwoon me propuso matrimonio… de verdad esta vez… aunque igual no pude evitar reírme recordando la primera vez que se arrodilló frente a mí cuando se me propuso por segunda vez, lo que provocó que Taek se enfadara un poco conmigo y se marchara enojado, pero no se preocupen que rápidamente fui tras él y… digamos que él hámster no es el único que conoce las debilidades del otro.(Inserten risa malvada)

Hoy estábamos celebrando nuestra fiesta de compromiso en su apartamento con mi familia, y nuestros amigos… y digo nuestros porque increíblemente fue él quien invitó a Rapmón.