17- A

293 48 13
                                    


-Ya llegamos - salí de mi trance y miré mi edificio.

Si, ya había llegado a casa.

Mi casa, mi apartamento... en el que llevo viviendo cerca de 2 años, y en donde voy a seguir viviendo.

Suspiré.

No sé porqué me había estresado.

A penas y fui capaz de despedirme correctamente de mis padres después de la noticia de mi querido Hámster vil boss.

Pasé todo el viaje mirándolo y esperando que me dijera que todo era una broma. Nunca lo hizo, pero tampoco dijo que fuera cierto verdad?

Respiré aliviado.

Para mi suerte, al parecer, lo que él dijo de vivir juntos, fue solo para las apariencias, sobre todo frente a Ravi.

Creo que mi jefe piensa que Wonshik sospecha algo, sino, a qué se debe todo ese comportamiento raro enfrente de él?

- Gracias y... buenas noches - tomé mi bolsa de viaje que pesaba menos que una pluma a diferencia de cierta persona con complejo de diva, que debe haber llevado a Changwon toda la ropa de su closet, y salí del carro de mi jefe.

- Buenas noches? - vaya!!

Casi dejo caer mi mandíbula de la impresión.
Hámster vil me devolvió un saludo?

Aunque había sonado más bien como una pregunta, pero no se le puede pedir más no???
Sacudí mi cabeza y continué mi camino hacia mi apartamento.

Caminé rápido, desesperado por llegar a mi hogar. Pero...

Había algo que me molestaba, fruncí el ceño mientras caminaba.

Hasta que ya no pude más y me giré antes de entrar al elevador.

-Necesita algo señor Jung? - sus ojos me miraron sorprendidos después de detenerse solo a centímetros de mi. Si, volvía a lo de señor Jung, creo que a mi, más que a nadie me convenía poner una distancia entre el hámster y yo.

-Señor Jung? - él me miró alzando una ceja a la vez que yo me alejaba intentando mantener nuestro espacio personal intacto.

-Ya nos estamos en Changwon donde somos pareja, aquí usted tiene una "prometida" y yo soy su secretario... por qué debería ser menos formal con usted? - él pareció momentáneamente sin palabras y aproveché para subir al elevador después de hacer una pequeña inclinación a modo de despedida.

Apreté el botón de mi piso y suspiré cansado. No sabía porqué me seguía, pero tampoco tenía mucho interés en saber.

Justo cuando la puerta se cerraba, la mano de mi jefe lo impidió, y este entró en el elevador. Lo miré con el ceño fruncido al verlo acomodarse.

-Eres el primo de mi prometida, por lo tanto... somos familia y no debemos ser tan formales - él había cortado mis palabras y haciéndome fruncir más el ceño.

-Pero usted es mi jefe... y creo que en la oficina no deberíamos... - me interrumpió.

-Es estúpido volver a ser formales después de pasar el fin de semana juntos, y conocer tanto uno del otro.

Él parecía enojado.

Muy bien... soy yo o el hámster en serio no quiere volver a ser formales?
Pensé que después de lo que me dijo en la cabaña, él más que nadie querría mantener la distancia.

Entrecerré los ojos intentando analizarlo.

-Te han dicho que eres muy raro? - una semi sonrisa adornó su boca.

I hate you BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora