Paulo había comenzado a jugar en la Liga italiana. Aunque le había costado dejar su provincia natal, toda su familia lo había apoyado y se mudaron al viejo continente con él.
Su mamá y sus dos hermanos mayores eran sus principales sostenes después de la muerte de su papá. También estaban su cuñada y sus dos sobrinos con los que se llevaba pocos años de diferencia.Habían aprovechado el receso invernal para vacacionar en Sudamérica. Eligiendo Punta del Este para descansar unas semanas.
Paulo acompañó a su hermano a buscar a los niños que se habían alejado de ellos con la idea de meterse al mar. A pesar de que fueron advertidos que no lo hicieron.
- Creo que están allá - señaló Paulo una vez que diviso a sus sobrinos metidos en el agua y bastante lejos de la orilla.
- Que pendejos. Mira donde se metieron - renego Gustavo. - Ay no que vergüenza. La guardavidas los fue a buscar, seguro piensa que su familia es una descuidada o los abandono.
- No sería mala idea abandonarlos - bromeó Paulo ganandose una mirada fulminante de su hermano.
Paulo se quedó observando a la chica que estaba trayendo hacia la orilla del mar consigo a sus sobrinos. Era rubia y tenía una silueta perfecta. A medida que se iba acercando vislumbro unos ojos verdes que lucían tan brillantes frente a los rayos del sol. Se quedó mudo y sólo podía mirarla de arriba abajo. Era la mujer más perfecta que haya visto en su vida.
- Las olas están muy fuertes. No pueden entrar tanto al mar este día. Será mejor que sean controlados - fue lo único que llegó a escuchar Paulo de la conversación ya que se había distraído observando a la guardavidas que al parecer había regañado tanto a sus sobrinos como a su hermano.
- Lo siento, no voy a volver a perderlos de vista y no van a volver a meterse tan profundo. Gracias - respondio Gustavo con notoria vergüenza. Claramente sus sobrinos iban a ser castigados. Ja, se lo merecían. Pensó Paulo.
Él volvió a mirarla y le sonrió en cuanto fue descubierto por ella, que solo resoplo y dando media vuelta se marchó a su puesto de trabajo.
- Me enamoré - suspiró el deportista viéndola caminar por la arena.
Gustavo sólo rodo los ojos y se llevó a sus hijos hacia donde estaban los demás. Paulo iba a seguirlos cuando se decidió ir para el otro lado, en busca de la rubia que lo había dejado sin habla.
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Broken (SUSPENDIDA)
FanfictionEllos se conocieron un verano en la playa y tuvieron un apasionado romance que acabo cuando ella tomó una decisión que él jamás perdonó. Muchos años después, el destino se empercinó en reencontrarlos.